
La erosión costera es un proceso natural que se vuelve negativo cuando la pérdida de sedimento o terreno es mayor que la recuperación. Una combinación de factores está causando que este desgaste ocurra de manera acelerada en las costas de la isla.
“La playa se supone que funcione como amortiguador de energía. Si hay menos playa, la capacidad de amortiguación de la costa se pierde y el área se convierte en una vulnerable”, indicó Maritza Barreto, directora de la Red de Playas de Puerto Rico y el Caribe, unidad adscrita al Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP).
Las causas de la erosión son varias, en el caso de las playas en los trópicos se debe, mayormente, al oleaje producido por huracanes y tormentas, marejadas asociadas a frentes fríos y corrientes marinas, y descargas de ríos. El mal manejo del terreno puede ser otra causa para la erosión acelerada.
Otros factores que pueden incrementar los procesos de erosión es la acidificación del agua que causa que las barreras naturales se corroan, y el levantamiento de las placas submarinas causado por el movimiento de las placas tectónicas.
De acuerdo con la directora, comunidades costeras como Paseo Atlántico en Parcelas Suárez en Loíza se han visto afectadas por esta situación. Partes del tendido eléctrico de esta comunidad han sido removidas por la disminución de la línea de costa.
Las estructuras que se encuentran en la costa reciben la mayoría del embate al esta disminuir. La mala planificación al momento de desarrollar los terrenos causa que el impacto de la erosión sea mayor ya que este no se puede recuperar como lo haría en condiciones naturales.
Para mitigar la situación Barreto indicó que se debe conocer el estatus de las costas y tomar medidas de recuperación que las hagan más resistentes al embate de las marejadas. Entre las medidas de recuperación se encuentran la construcción de dunas y la fijación de las líneas de costa mediante la siembra de vegetación, y la creación de arrecifes artificiales.
Según la doctora, las medidas varían ya que las necesidades de cada costa no son iguales. Estudios realizados por la Red de Playas de PR y el Caribe han demostrado que las marejadas provenientes del norte y noroeste asociadas por ocurrencias de eventos de frente de frío con periodos de oleaje mayor de 12 segundos tienen la capacidad de impactar infraestructura, producir eventos de erosión importantes como también producir transporte de arena hacia la carretera.
“El impacto de las marejadas fuertes podría ser mayor en playas que no tengan barreras naturales que protejan la zona ante el embate del oleaje, áreas que actualmente ya están vulnerables debido a problemas de erosión y zonas donde haya infraestructuras muy cerca del agua”, expresó Barreto. La experta hizo un llamado para instruir al gobierno y a la comunidad para que la situación se trabaje de manera colaborativa y coordinada.