En diferentes lugares del mundo, específicamente en Europa, se comenzó a utilizar la idea de las alergias electromagnéticas para referirse a las reacciones que experimenta el cuerpo por la exposición a campos electromagnéticos.
Los campos electromagnéticos se componen por ondas de campos eléctricos, que son los conductores que transportan corriente, y por ondas de campos magnéticos, que es cuando esa corriente o las cargas eléctricas están en movimiento. Cuando un aparato está enchufado aunque esté apagado tiene un campo eléctrico, cuando el aparato está encendido tiene un campo magnético porque fluye la corriente. Es decir, que las alergias electromagnéticas sería una condición que provoca síntomas adversos cuando se está en presencia de ambos campos.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que los “campos eléctricos tienen su origen en diferencias de voltaje: entre más elevado sea el voltaje, más fuerte será el campo que resulta, y campos magnéticos tienen su origen en los corrientes eléctricos: un corriente más fuerte resulta en un campo más fuerte”.
Según la OMS, los efectos que tienen los campos electromagnéticos en el organismo dependen de su frecuencia y energía. Estos se dividen en tres tipos específicos; uno de presencia extremadamente baja (FEB),que son la red de suministro eléctrico;otro de frecuencia intermedia (FI), como aparatos electrónicos, eléctricos y cables de electricidad; y el último de radiofrecuencia (RF), que son los dispositivos inalámbricos como celulares, teléfonos inalámbricos, antenas de telefonía móvil, microondas y torres de transmisión y difusión.
A estas alergias también se le conoce como hipersensibilidad electromagnética, electrosensibilidad y hasta Síndrome de las Microondas y los síntomas que generan son variados. Puede que la persona experimente desde migrañas, problemas de hipertensión, incremento en el ritmo cardiáco, irritabilidad, alteración del humor y hasta vómitos, ansiedad, entre otros.
Por tal razón, ser eléctricamente sensible es experimentar estos síntomas cuando se está cerca de aparatos eléctricos y que los síntomas cesen, o no se experimenten, cuando no se está expuesto directamente a campos electromagnéticos.
Sin embargo, no existe un informe oficial que demuestre que realmente una persona pueda experimentar estos síntomas por causa de exposición electromagnética. Es decir, no es una patología reconocida clínicamente por lo que no está incluido en la clasificación internacional de enfermedades de la OMS.
Al ser un síndrome no reconocido científicamente o clínicamente, hay falta de diagnóstico y no hay un tratamiento. Sin embargo, se recomienda reducir la exposición a fuentes de radiación electromagnética como también mejorar la dieta diaria consumiendo muchas frutas y vegetales, así como alimentos ricos en melatonina, hormona que regula el sistema inmunológico y hormonal, que puedan ayudar a prevenir efectos nocivos de las radiofrecuencias.
En Suecia se aceptó la electrosensibilidad como causa de baja laboral porque las personas experimentaban invalidez física, esto es, es una situación de incapacidad permanente. En España el 23 de mayo de 2011 se concedió por primera vez la “incapacidad laboral permanente y absoluta” a una mujer por padecer de hipersensibilidad electromagnética. En diferentes países se ha adoptado límites de exposición electromagnética como principio de precaución a condiciones relacionadas con ellas.
La OMS creó el Proyecto CEM (Campos Electromagnéticos) para evaluar todas las pruebas científicas y la información existente sobre el efecto de los campos electromagnéticos en la salud de las personas y el medio ambiente, ya que existía una gran preocupación e interés público sobre el tema y a la misma vez mucho desconocimiento y falta de pruebas científicas. El proyecto se llevó a cabo en la sede de la organización en Ginebra, Suiza, y fue financiado por los países miembros de la OMS.
Este comenzó en el año 1996 y figuraba terminar para el año 2007, pero todavía no han divulgado información final aunque existen diferentes investigaciones epidemiológicas que aseguran una relación entre los campos electromagnéticos y el cáncer. El propósito del Proyecto CEM es poder identificar si los campos electromagnéticos tienen posibles efectos negativos en la salud y así poder ayudar a las autoridades de cada país a tomar medidas preventivas y protectoras para la sociedad.
Por consiguiente, este es un tema el que la ciencia todavía no ha elaborado un resultado final definitivo. Pero aun así, le invitamos a leer toda la información existente sobre el Proyecto CEM de la Organización Mundial de la Salud, que pueden conseguir en su página oficial en internet bajo la clasificación de Programas y proyectos. También, pueden leer un reportaje que Diálogo publicó con relación al tema titulado Las torres de transmisión de telefonía celular y la salud.