La entrevista que se presenta a continuación fue realizada a Alfonsina Storni, una poeta, escritora, periodista y dramaturga argentina. Nació en Suiza en el 1892 y falleció en Argentina en el 1938. Alfonsina fue reconocida en toda América por su talento. Viajé hasta el 1925 para encontrarme con la afamada poeta. Nos encontramos por primera vez en Mar del Plata, una de las mejores playas de Argentina. Nos citamos alrededor de las cinco de la tarde porque a esa hora el ambiente estaba a buena temperatura, estaba cerca de la caída del sol y también era inspirador.
Quedé asombrada con la playa, Alfonsina y yo nos sentamos cerca de la orilla desde donde podíamos apreciar la vista, escuchar el sonido de las olas y sentir el agua tibia bañar nuestros pies. Seleccioné este lugar porque el mar fue uno de los temas principales de sus poemas, tanto así que parecía ser un presentimiento de su destino final. Al momento de la entrevista, Alfonsina se veía saludable. ¡Y pensar que unos años más tarde, en el 1935, sería diagnosticada con cáncer! El objetivo de esta entrevista fue conocer sobre su vida y sus obras literarias.
Alondra Díaz : Buenas tardes Alfonsina, es para mí un placer poder conocerle y que haya permitido que le realice esta entrevista. Admiro mucho su trabajo literario por la sencillez y naturalidad que refleja su obra. El objetivo de esta plática es conocer un poco sobre su vida y su obra literaria. Usted es una mujer muy importante en Argentina como en toda América. Esta entrevista se publicará en el UHS-Te Informa y en Diálogo. Me gustaría comenzar preguntándole: ¿cómo fue su niñez y cuándo comenzó a escribir?
Alfonsina Storni : ¡Gracias! Me agrada que pienses así de mí y que yo sea entrevistada, al igual que la entrevista vaya a ser publicada. Para contestar tu pregunta, yo viví mi infancia aquí en Argentina, ya que llegué a los cuatro años de edad. Desde niña disfrutaba de la lectura, del teatro y de la música clásica, gracias a mi madre. Creo que ella se dio cuenta de mis talentos y mis gustos desde temprano en mi infancia. Como ella era maestra, me dirigió por ese lado. Vivimos en San Juan y luego, más tarde, en Rosario, donde enfrentamos muchos problemas económicos. En este tiempo tenía alrededor de doce años y fue cuando comencé a escribir. Luego que mi padre falleció, yo me trasladé a Coronda a estudiar. Me convertí en maestra, pero tuve experiencias difíciles de aceptación y valoración entre los varones que asistían a la Escuela de Coronda. En ese momento, dedicarse a la poesía y a la literatura era para los varones.
Alondra Díaz: Alfonsina, ya que me está contando un poco de su niñez, ¿pudiera compartir alguna anécdota?
Alfonsina Storni: ¡Pues claro! Como te mencioné, desde pequeña me apasionaba la lectura, el teatro y la música clásica. Una tarde, anunciaron en toda la ciudad que en la plaza se iba a llevar a cabo una obra de teatro y que iba a haber música. En ese momento tenía ocho años. Yo me puse tan feliz al escuchar la noticia que quise ir. Le pregunté a mi mamá, pero como ella era maestra, tenía mucho trabajo que hacer y no me dejó asistir a la obra. Esa noche se escuchaban los ruidos de la música y las personas hasta mi casa. Estaba sentada en la ventana de mi cuarto con muchas ganas de ir a la plaza para disfrutar de la música y la obra. No lo pensé dos veces, solo me puse unos zapatos y me escapé. Recuerdo que una vecina me llevó de vuelta a mi casa y mis padres estaban tan asustados que me castigaron.
Alondra Díaz: Definitivamente, puedo entender su amor profundo por el arte. Alfonsina, ya que anteriormente usted mencionó la difícil experiencia de la aceptación entre el grupo de varones, recuerdo que, en su primer libro de versos, La inquietud del rosal, publicó el poema “La loba”. Este poema parece mostrar cuál era el rol de la mujer y su relación con el hombre. ¿Pudiera hablarme más sobre esto?
A.S. : En esa época fui parte del grupo de mujeres que luchaba por la igualdad en una sociedad dominada por el hombre. Ese poema que mencionas, al igual que otros, es un reflejo de mi propia vida. Trabajé y luché para ganarme la vida y poder escribir poesía. En mi obra no solamente hablo de mí misma, sino de otras mujeres que padecíamos de la incomprensión, la opresión y la soledad.
Alondra, te puedo compartir algunos versos de La loba, que dicen:
Yo soy como la loba. Ando sola y me río
del rebaño. El sustento me lo gano y es mío
donde quiera que sea, que yo tengo una mano
que sabe trabajar y un cerebro que es sano.
Alondra Díaz: En ese mismo poema menciona a su hijo, siendo usted madre soltera. Ese verso dice: Yo tengo un hijo fruto del amor, de amor sin ley. Yo la considero una mujer admirable, muy valiente y que no sintió vergüenza ante esta situación. ¿Cómo se siente usted realmente?
Alfonsina Storni: Mi querida Alondra, el verso final del poema “La que comprende”, dice:
En los ojos la carga de una enorme tristeza,
En el seno la carga del hijo por nacer,
Al pie del blanco Cristo que esta sangrando, reza:
-Señor, el hijo mío que no nazca mujer.
Te puedo decir que aunque luché y sigo luchando sin parar, en muchas ocasiones me invaden los sentimientos de amargura, de inquietud y de pesar. Lo puedes ver en mi poesía.
Alondra Díaz : Definitivamente, su trabajo literario muestra características autobiográficas. Sus versos muestran sus vivencias, sus luchas, sus temores, sus pensamientos y unos sentimientos muy tristes. Por otro lado, su poesía también muestra el tema del amor y del mar, dejando ver un alma tenue y delicada. ¿Por qué existe esta diferencia en su obra?
Alfonsina Storni: Querida Alondra, mi vida no ha sido fácil. Yo he tenido que aguantar muchas dificultades para ayudar a mi familia a sobrevivir y me ha tocado vivir en una sociedad donde la mujer no es libre y no tiene los mismos derechos que los hombres. He trabajado fuertemente para lograr mi libertad. Es cierto que mi obra refleja sentimientos de soledad y amargura, porque así me he sentido en diferentes momentos de mi vida, pero me considero una persona sensible, romántica y que me entrego completamente al amor. Es por esto que ambos temas están expresados en mis poemas.
Alondra Díaz: Es muy hermoso leer los versos de su poema “La casa” en el que deja ver su capacidad para entregarse totalmente al amor.
¡Cómo me acuerdo de la noche aquella
en que entré sostenida por tu brazo!
Moría casi bajo el doble abrazo
de tu mirada y de la noche bella.
¡Moría casi! Me llevaste tierno
por largas escaleras silenciosas
y ni tuve conciencia de las cosas
Era un cuerpo cansado y sin gobierno!
Como le había comentado, el mar es un tema muy predominante en sus poemas. ¿Qué significa para usted el mar y por qué es tan recurrente en su obra?
Alfonsina Storni: Bueno, el mar es parte de la naturaleza. El mar o la orilla del mar es un lugar inspirador. Para poder escribir un poema tengo que estar inspirada o si no, de ninguna manera saldrán rimas o no se entenderá el poema. El mar es una gran porción de agua en la cual viven múltiples seres vivos. El mar es grande, fuerte y bello en sus formas únicas. Para mí el mar es infinito, no tiene fronteras, significa paz y libertad.
Alondra Díaz: Igualmente, usted se debe sentir feliz de haber luchado por los derechos de la mujer y lograr lo que usted quería, lo cual era escribir poesía. Usted es un buen ejemplo porque inspira a otras personas a luchar por lo que quieren, como lo ha hecho, eso la hace muy importante. Le agradezco mucho por su tiempo, fue muy interesante conocer de su vida y su obra literaria. ¿Hay algo que le gustaría mencionar antes de cerrar la entrevista?
Alfonsina Storni: Fue un placer poder ser entrevistada, poderme expresar y hablar sobre mi vida y mi poesía. Quiero finalizar con un verso de un poema que dice:
¿Para qué amo, me pregunto, si no es para hacer algo grande, nuevo desconocido?
En mis primeros libros, la inspiración principal fue el amor. Soy una persona muy romántica y con un corazón amoroso. Para mí el amor es la naturaleza del ser humano, es lo más puro, nosotros nacimos para amar.
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La autora es estudiante de Octavo Grado en la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico (UHS). Este trabajo se realizó como parte de un taller sobre entrevistas ficcionalizadas que ofreció el Dr. Mario Roche para el curso de español que dictó el pasado semestre la maestra Gabriela Calzada Rodríguez, bajo la supervisión de la doctora Cynthia Morales Boscio.