Hacer cine le ha puesto el cuero duro a Ángel Manuel Soto. Su mirada lo refleja, así como su manera informal y sumamente espontánea de hablar, donde deja ver que -además de satisfacciones- su obra cinematográfica le ha traído retroalimentaciones agresivas.
Al menos ese fue uno de los resultados del estreno de su primer trabajo, 22 Weeks, corto que narra la historia de una joven que decide abortar, y las repercusiones que esto provocó.
Pero las repercusiones no se quedaron en el lente. Al contrario, según el joven cineasta, su propuesta desató una oleada de “correos electrónicos de odio y amenazas” que –según cuenta- le ayudaron a entender que “definitivamente entre la gente (la temática del aborto) es un tema pasional”.
En efecto, trabajar este tipo de temas repudiados por ciertos sectores puede crear etiquetas; sin embargo, Ángel no se dejó encasillar.
Y, de esta manera, continuó utilizando su línea narrativa predilecta en sus próximos proyectos: el exacerbar la complejidad de las relaciones interpersonales.
Mientras explica en qué consiste su teoría, Ángel habla, pero lo hace distraído como si por un instante todo a su alrededor desapareciera, quedándose sólo consigo mismo en la habitación. Traza su propuesta en un papel como para que no se pierda ninguna pista de lo que dice. Dibuja una sombrilla, la mira… no es perfecta, pero sirve para explicar el significado de su lenguaje cinematográfico.
“La relación humana es la sombrilla. El tema de la humanidad del hombre es universal, de ahí salen mil formas de plasmarlo”, explica el director, mientras añade que lo visual es el efecto más tangible para expresarse.
Esencia de una carta
Ángel cuenta con tres cortometrajes de su autoría, entre estos el más reciente, La carta, que fue rodado, precisamente, en la Wesleyan Academy, donde realizó sus estudios de escuela superior. También, filmó escenas en el residencial Bairoa en Caguas, donde se crió.
“La carta, es esencia, es la historia de un niño ‘ligando’ la relación entre una compañera de clases y el padre de la nena”, explicaba Ángel antes de ser interrumpido por una llamada. Era su papá. “Estoy hablando de ti en una entrevista pa’; les estoy diciendo que amo a mi viejo”, le dijo entre risas y afectuosamente.
Precisamente, la buena relación que mantiene con su padre fue -según el cineasta- una de las inspiraciones para rodar La carta; que formó parte de la selección de Micros 2010 en la categoría de amor.
Cine sin academia
Desde que tiene memoria, Ángel quiso hacer cine. Según recuerda, la primera experiencia cinematográfica que lo cautivó fue Indiana Jones de Steven Spielberg, (1989).
Asimismo, narra que en esa época en la que se adentraba al mundo del cine “solía ver los making of de las películas antes que el mismo filme”. Aún más, confiesa que estas producciones le gustaban en ocasiones más que la película.
Mientras cursaba estudios superiores en la Wesleyan Academy, convenció a una profesora a que le permitiera entregar cortometrajes en vez de ensayos. El cineasta de 28 años explicó que el medio audiovisual le permitía explicar mejor hasta materias escolares. “Los vi hace poco [los ensayos audiovisuales] y se nota la progresión”, comentó sonrojado ante la memoria del atrevimiento.
Más adelante, debido a la gran carga económica que conllevaría estudiar cine fuera de Puerto Rico, Ángel explica que no pudo tener estudios universitarios en cinematografía, así que optó por hacer un bachillerato en Publicidad en la Universidad del Sagrado Corazón en Santurce.
Sin embargo, el joven acepta que quiere estudiar cine en un futuro; ya que entiende “que tener la educación es un respeto al arte; para romper las reglas hay que conocerlas”.
Para no perder de perspectiva su deseo por hacer cine, Ángel se educó de manera autodidacta, leyendo y “metiendo la mano en la estufa”.
Relata que llegaba a sets de filmación sin invitación para aprender sobre la producción de cine. “Me miraban raro, ‘este tipo de presenta‘o haciendo preguntas’, pero tenía que aprender cogiendo calle, fue lo mejor”, destaca.
Al terminar sus estudios en Publicidad, se mudó a Estados Unidos, donde trabajó en producciones publicitarias. Fue entonces que conoció a Eduardo Verástegui, Alejandro Monteverde y Leo Severino, de la casa productora METANOIA FILMS, quienes instaron a Ángel a que trasladara la historia verídica que resultó ser 22 Weeks a la pantalla, y más aún, que rodara la película en análogo.
Acostumbrado al equipo digital, el cineasta describe que la transición a fílmico fue literalmente “de blanco al negro”. “Filmar en análogo es una experiencia orgánica, es un proceso elaborado y artesanal, en el cual te haces uno con la cámara”.
En el proceso, pudo conseguir el auspicio de Kodak para sufragar la mitad de la cinta fílmica y la ayuda de centros de relevado en Estados Unidos. “Filmar en análogo me dio una nueva forma de conceptualizar. Definitivamente, mi vida se define entre antes y después de 22 Weeks”, reflexionó.
Pero el elaborar una pieza cinematográfica no recae exclusivamente en la tecnología de filmación. Ángel subraya la importancia de una narrativa bien contada, más allá de la estética a presentarse. Los factores determinantes a la hora de dirigir son muchos, pero insiste en la sutileza de cómo se cuenta la historia y de que la ejecución del guión sea un ejercicio grupal.
Al mismo tiempo, el joven cineasta sostuvo que las dinámicas entre director y actor son esenciales para su técnica.
“Ser director va más allá de conceptualizar tomas o tiros; es un ejercicio de dirección actoral”. Por lo que Ángel destaca que la voz del personaje es primordial.
Ya al final, saliendo de su mundo y de vuelta a la realidad, Ángel respira y concluye diciendo que “le encanta el drama” y que disfruta mucho trastocar “la fibra humana”.
La finalidad del cine es ambigua; es un arte y un negocio; aspectos que Ángel domina con destreza. Pero también, en el plano humano que tanto analiza, el cine se hizo para entretener a la audiencia. Ángel lo propone como una metáfora mordaz: “La realidad es como una peste a mierda; el cine, el jabón que te la quita”.
Trayectoria
2009 22 Weeks (Director, guionista)
2009 NEFARIOUS, documental sobre la trata humana (Director del segmento de Tailandia y Cambodia)
2010 22 Weeks: Ganador 31st Angel Awards en Los Ángeles
2010 22 Weeks: Ganador Best Storytelling en Redemptive International Film Festival
2010 22 Weeks: Ganador del 30th Telly Award en Los Ángeles
2010 22 Weeks: Ganador Best Film (National) – 2nd FICC&AG
2010 22 Weeks: Best Film (International)- 2nd FICC&AG
2010 22 Weeks: People's Choice – 2nd FICC&AG
2010 Ráfaga (Editor)
2010 En la privacidad de mi hogar (Director, guionista)
2010 22 Weeks: Selección Short Film Corner Cannes 2010
2010 22 Weeks: Selección Oficial Cinears 2010
2010 22 Weeks: Ganadora Mejor película extranjera Cinears 2010
2010 22 Weeks: Lo mejor de Cinefiesta 2010
2011 La carta (Director, guionista)
2010 La carta: Parte de la selección de Micros 2010
2011 En la privacidad de mi hogar: Selección oficial Miami International Film Festival
2011 La carta: Selección Oficial Rincón International Film Festival
Nota del Editor: Esta es la cuarta de cuatro entrevistas a los panelistas que formarán parte del conversatorio "Sin Permiso: muestra de cortos de jóvenes cineastas de Puerto Rico", que Diálogo llevará a cabo como parte de las actividades en conmemoración de los 25 años del periódico. La actividad será el jueves 31 de marzo de 2011, desde las 6:30pm en la Plaza Blanche Kellogg en Ciudadela, Santurce. Vea el evento https://www.facebook.com/event.php?eid=173775252674733&ref=ts