Nota editorial: Diálogo publica en orden alfabético un resumen de las entrevistas que hizo la Junta Universitaria el pasado 25 de abril a los siete aspirantes a presidir la Universidad de Puerto Rico.
Parece ser que la Certificación 90 del año académico 1996-1997, que establece un tope salarial de $105,000 anuales para el presidente de la Universidad de Puerto Rico (UPR), seguirá siendo “letra muerta”, porque si bien Anny Morrobel Sosa –una de las aspirantes a liderar el sistema universitario– reconoce la crisis fiscal por la que atraviesa el centro docente, de resultar electa no estaría dispuesta a trabajar por el sueldo establecido.
“Ese va a ser parte del reto y hay que ver lo que proponga la Junta de Gobierno, pero estoy casi segura de que ningún otro candidato de los que están evaluando ahora ha trabajado en este puesto con ese salario”, respondió la exvicepresidenta de Asuntos Académicos en la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY) en una entrevista ante la Junta Universitaria el 25 de abril.
Asimismo, aseguró que los salarios de los docentes de la UPR no son competentes “en lo absoluto” y, por lo tanto, hay que reevaluarlos.
“Es difícil porque la crisis fiscal que tiene la universidad no permite reclutar y mantener buenos profesores. Sería algo que tendríamos que evaluar porque al fin y al cabo el futuro del país depende de la educación y de la formación de los nuevos líderes de la isla”, expresó la doctora Morrobel Sosa.
A la académica igualmente se le cuestionó si respetaría las recomendaciones de los recintos y unidades a la hora de seleccionar quiénes ocuparían las rectorías y otros puestos administrativos. Ante esta pregunta, la aspirante dijo que “todos tenemos la capacidad para ejecutar cualquier decisión que sea a favor de la universidad y de la comunidad universitaria”. Mencionó que para eso se requiere tener una constante conversación con todos los miembros de la universidad.
Una de las propuestas en las que coinciden los dos planes fiscales –el que certificó la Junta de Control Fiscal y el que presentó la administración universitaria– es la consolidación de unidades a los recintos. En este aspecto, de acuerdo con su experiencia, señaló que siempre ha trabajado para facilitar la transición de los estudiantes de un campus a otro, aunque no especificó cómo.
No obstante, Morrobel Sosa indicó que las tasas de retención y graduación no son criterios suficientes para determinar si un programa se debe mover a otra unidad o cerrar. “Se necesita mucho más que eso. Cualquier recorte debe tomar en consideración el impacto humano”, agregó.
Como parte de estas consolidaciones, el representante claustral de la UPR en Utuado Javier Álvarez sostuvo que la seguridad de empleo es una de las mayores preocupaciones entre los trabajadores del campus utuadeño, que se propone funcione como una sede de investigación agrícola y se eliminen los programas académicos.
La doctora explicó que en la Universidad de la Ciudad de Nueva York se realizaron unas evaluaciones a los programas académicos para determinar cuáles tenían deficiencias. En ese caso se eliminaron diez programas porque no contaban con los ingresos necesarios. Sin embargo, ninguno de los empleados perdió su trabajo porque fueron trasladados a otras áreas.
Finalmente, Morrobel Sosa dejó claro en varias ocasiones que se enfocaría en impulsar las áreas de investigación y patentes que puedan aumentar la cantidad de fondos externos que ingresan a la UPR.
Para ello, articuló, lo importante es qué se hace para establecer un entorno que ayude a realizar todo tipo de investigación tanto con los estudiantes como con los profesores.
Es por esta razón que fomentará los talleres de investigación y desarrollará áreas multidisciplinarias para que estudiantes y profesores puedan resolver los retos más fundamentales a nivel local y global.
Morrobel Sosa se graduó de la UPR con un bachillerato en física y matemáticas. También completó una maestría en química en la Universidad Estatal de Nueva York (SUNY). Luego, terminó su doctorado en química en la Universidad del Sur de California, para trabajar como investigadora asociada senior en la Universidad Estatal de San José.
Del 2007 al 2012 fue decana del Departamento de Ciencia de la Universidad de Texas-El Paso, luego de una etapa como decana de la Escuela de Ciencia y Tecnología de la Universidad del Sur de Georgia (2003-2006). Además, trabajó como rectora y vicepresidente senior de Asuntos Académicos de CUNY, entre 2012 y 2016.
La presidencia de la UPR ha estado ocupada interinamente desde julio de 2016, cuando la Junta de Gobierno destituyó al entonces presidente Uroyoán Walker Ramos en medio de las irregularidades por la concesión de becas presidenciales. El proceso de búsqueda y consulta lleva más de un año y medio, y se atrasó por el paso de los ciclones Irma y María en septiembre.
Se espera que el Comité Especial de Búsqueda y Consulta evalúe las recomendaciones de los senados académicos y rinda un informe ante la Junta de Gobierno el 30 de mayo, fecha en la que, presumiblemente, pudiera escogerse el nuevo presidente en propiedad.
Vea la entrevista completa en el siguiente video:
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