«Y si vivos se los llevaron, vivos los queremos.
Para Ayotzinapa, para Ayotzinapa.»
El 20 de noviembre de 2014 el cineasta puertorriqueño Tito Román Rivera, se encontró en México con una bandera puertorriqueña. Habían pasado dos meses de la desaparición de 43 estudiantes en Iguala, Guerrero, en medio de una marcha de reclamo, y esa imagen lo reconectó con fibras de solidaridad latinoamericana que sirvieron como punto de partida para la gestación del documental #AyotzinapaEnMí.
A casi dos años de aquel día, y tras haberse presentado ante algunos padres de los desaparecidos, alumnos sobrevivientes de la masacre de Iguala y público general mexicano, el filme se exhibirá por primera vez en Puerto Rico este miércoles, 26 de octubre, en la plaza interna del Cuartel de Ballajá, en Viejo San Juan.
“Este proyecto documental de 80 minutos de duración busca entender qué fue lo que verdaderamente sucedió con los jóvenes de Ayotzinapa, y más allá de estas desapariciones qué está sucediendo en México que se ha convertido en un estado violador de los derechos humanos”, explicó el equipo de producción del proyecto.
Al andamiaje del filme lo sostienen múltiples voces, esfuerzos y colaboraciones latinoamericanas. La narrativa del proyecto, por ejemplo, queda hilvanada por la voz del poeta puertorriqueño y periodista Hermes Ayala, así como por canciones compuestas por Bayrex Jiménez, extecladista de Cultura Profética, y por soportes musicales entonados en la voz de Abner Morales. Fungió como colaborador, además, el fotoperiodista mexicano Bernardo Torres, y la edición final del filme tomó lugar en Costa Rica.
“Si tienes una situación en la cual los comunicadores de México están bajo ataque, hace falta que los comunicadores de otros países denuncien la situación”, puntualizó el creativo y gestor principal de la iniciativa fílmica que, por un donativo sugerido de $10, se mostrará en suelo local durante las próximas horas.
“Creemos en que hay que apoyar este tipo de trabajo, que sabemos que se hace a pulmón, por su deseo de contar una historia que es necesaria y que el público tiene que conocer”, afirmó María López Vilella, directora del Museo Las Américas, institución que, a la par con la Fundación Nacional para la Cultura Popular, Caserío Films, Producciones Zapatero y Libros AC, entre otros, fungen como entes de apoyo para el proyecto.
México y Puerto Rico: puentes de resistencia
En 1997, cuando Román Rivera cursaba su undécimo grado de escuela superior, sus compañeros de estudio cruzaban desde Texas hasta México cada fin de semana para ver a sus familiares. Desde entonces, este gestor cultural comenzó a entender las complejidades de las zonas fronterizas y las dificultades que definen la vida —o la muerte— de quienes les habitan.
Para Román Rivera, “Puerto Rico también es una zona fronteriza”, y son más de uno los vínculos que unen al suelo mexicano con el boricua. El primer enlace yace sobre la certeza de que cada ciudadano en cada contexto tiene sus luchas, formas de resistencia que gesta y redefine a diario para sobrevivir. Por otro lado, el fotoperiodista escogió el 26 de octubre como fecha para el pase del documental para homenajear a la vida del puertorriqueño Antonio Valero de Bernabé, quien luchó por la independencia de México en el siglo 19.
“Los puentes latinoamericanos se fortalecen con proyectos artísticos como este, que nos invitan a reflexionar superando las barreras impuestas por los poderes hegemónicos internacionales. Después de todo, vivimos en un solo planeta y somos ciudadanos del mundo”, aseguró el equipo.
En Ayotzinapa todavía faltan 43 tortugas
«No dejen de buscarme. No dejen de buscarme.»
Ayotzinapa significa “tortuguitas en el río”. Por eso, en cada pared, portón y rincón de las escuelas en Guerrero, México, hay tortugas dibujadas en la superficie, como prueba de la presencia y herencia indígena del estado mexicano. Allí quedan, trazadas, presentes, a diferencia de los 43 de sus estudiantes mexicanos que, desde hace dos años, ya no están.
En 26 de septiembre de 2014 los alumnos entraron a una guagua en ruta a la Ciudad de México para unirse a la marcha en conmemoración a la matanza de aproximadamente 300 estudiantes ocurrida el 2 de octubre de 1968 en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco. Pero, a dos años desde que abordaran aquel bus, el paradero de más de cuatro decenas de alumnos aún queda incógnita. De un joven, aparecieron sus restos, pero del resto, nada.
Faltan 43 tortugas, se reitera a diario en pasquines, marcos vacíos, plazas y distintos escenarios públicos.
#AyotzinapaEnMí
Con la creación de un documental que proyecte el enmarque, las voces y las luchas de quienes, día a día, llevan dichas ausencias en la espalda, Román Rivera se une a los múltiples esfuerzos internacionales que en solidaridad han trabajado para mantener abierto el diálogo sobre el paradero de los desaparecidos, tras múltiples intentos del Estado mexicano por cerrar el caso.
El filme explora, desde distintas voces locales, múltiples dimensiones de la desaparición de los jóvenes, su enmarque socioeconómico, sus vínculos con el narcotráfico y el Estado, las consignas de los familiares y sus luchas.
Según explicó Román Rivera, se encuentra en conversaciones con Caribbean Cinemas Puerto Rico, y anticipa la próxima llegada del filme a las salas de cine del país. Por lo pronto, allí quedará proyectado el filme el próximo miércoles, en estreno local, y en solidaridad latinoamericana.