Tucson– Una encuesta de la cadena CBS mostró que la mayoría de los estadounidenses no cree que la retórica política encendida sea un factor que llevara a Jared Lee Loughner, de 22 años a disparar contra un grupo de manifestantes políticos de Arizona el pasado fin de semana.
El sondeo mostró que el 57 por ciento de los encuestados creía que el tono político duro no tenía nada que ver con los disparos que dejaron a seis muertos, entre ellos un juez federal, y otros 14 heridos, mientras que el 32 por ciento sostiene que sí.
La primera opinión era más fuerte entre los republicanos, que en un 69 por ciento de los casos creían que la retórica dura no está relacionada con el ataque.
Aunque no está claro cuál fue la razón de la agresión, políticos y analistas han señalado que un clima en el que el lenguaje agresivo y la polarización ideológica comunes podría haber contribuido.
El ex presidente Bill Clinton dijo a BBC News que es erróneo sugerir que alguien está instando a la violencia, pero advirtió que los funcionarios públicos deberían tener cuidado con sus palabras.
"No podemos ignorar el hecho de que, especialmente con internet, hay una enorme caja de resonancia ahí fuera, y cualquier cosa que dice cualquiera de nosotros cae tanto sobre el cuerdo como sobre el trastornado, y simplemente tenemos que ser conscientes de ello", dijo.
Por su parte la gobernadora republicana de Arizona, Jan Brewer, dijo en un discurso en Tucson que "no hay forma de medir lo que toda Arizona perdió en ese momento".
“En un minuto, él se llevó a seis seres queridos, y nuestra sensación de bienestar", agregó.
Entre tanto, se informó que la congresista Gabrielle Giffords, una de las víctimas del ataque, se encuentra en condición crítica, pero la mujer respiraba por sí sola días después de que una bala le atravesó el cerebro.
Giffords, una popular demócrata de 40 años, está en estado crítico en un hospital de Tucson, pero "está aguantando", respondiendo a órdenes sencillas y respirando sin ayuda de ventilación, dio a conocer el doctor Michael Lemole, jefe de neurocirugía en el Centro Médico Universitario de Tucson.
"No tendría por qué tener tan buen aspecto. Estamos esperanzados", indicó el doctor sobre la recuperación de la legisladora.
"Es semana tras semana, mes tras mes", señaló. "Va a llevar su recuperación a su propio ritmo", agregó.
Padres devastados
La familia de Loughner expresó su dolor por los "atroces eventos" del sábado a través de su primera declaración pública en donde solicitaron privacidad en medio de un "momento muy difícil".
"No hay palabras que puedan expresar cómo nos sentimos. Quisiéramos que las hubieran, para que pudiéramos hacerlos sentir mejor", indicó el comunicado, atribuido a la "familia Loughner".
Sin embargo la divisa de ocho oraciones no mencionó en ningún momento el nombre de Loughner.
"No entendemos por qué esto ocurrió. Puede que no haga ninguna diferencia, pero quisiéramos poder cambiar los atroces eventos del sábado", indicó el comunicado de la familia a lo que añade que los padres del joven acusado se encuentran “profundamente preocupados por las víctimas y sus familias. Estamos muy apenados por su pérdida".
El comunicado fue enviado a través de dos hombres jóvenes que salieron del hogar del acusado en un barrio de clase media de Tucson y como respuesta a una multitud de miembros de la prensa que esperaban afuera.
Mientras esto ocurría Wayne Smith, vecino de los padres del acusado, Amy y Randy Loughner, dijo a News Channel Three de Phoenix que "Amy y Randy no son su hijo, y la gente necesita entender eso. Están devastados. ¿No lo estarían ustedes si fuera su hijo?".
Por su parte, el presidente Barack Obama tiene previsto viajar durante el día de hoy a Arizona para asistir a un servicio fúnebre por las víctimas, entre los que se encuentran una niña de 9 años.
Entre tanto, en Washington, la Cámara de Representantes prevé llevar a cabo una votación para condenar el ataque que casi provocó la muerte de uno de sus miembros y agitó el debate sobre la acalorada retórica surgida en las últimas campañas electorales estadounidenses.
Loughner se encuentra detenido a la espera de una audiencia preliminar el 24 de enero de 2011 por cinco cargos federales, incluyendo el intento de asesinato de Giffords.