Investigadores en la Universidad de Puerto Rico (UPR) buscan alternativas de energías renovables que, a diferencia del petróleo, no generen más daño al ambiente. Por esto elaboran, para la NASA Ames Research Center, investigaciones que establezcan mecanismos para purificar aguas usadas, extraer la amonia y convertirla en combustible que genere electricidad.
Investigaciones como éstas y otras tantas relacionadas con situaciones emergentes en el área de la salud han logrado que la UPR ocupe el lugar número 34, entre 607 instituciones, y el número 15 entre 489 como institución con mayor calidad de investigación en América y el Caribe. Estos datos se presentaron en el Ranking Iberoamericano Sir 2010, que evalúa las instituciones de educación superior en Iberoamérica.
El reconocimiento va acorde con un movimiento que adelanta el camino de las ciencias en Puerto Rico y que permitirá ir de la teoría a la práctica. Próximamente, las ciencias básicas y clínicas convergerán en el Edificio de Ciencias Moleculares. “Es la primera vez en la historia de la Universidad que hay un edificio dedicado 100 por ciento a la investigación para crear investigación interdisciplinaria”, explicó el doctor José A. Lasalde, vicepresidente de Investigación y Tecnología de la UPR. El fin es que entre los científicos de las diversas disciplinas lleven lo aprendido en el laboratorio directamente al paciente.
Por otro lado, estos investigadores pueden beneficiarse de la reciente Ley Núm. 214 que crea el Fideicomiso de Ciencia, Tecnología e Investigación de Puerto Rico. La Ley les permite desarrollar empresas de investigación en las que puedan trabajar con las patentes que ellos mismos generen. De esta manera, la Isla está ante un terreno fértil para que se haga investigación vanguardista con las condiciones de salud y otras situaciones que afectan a los puertorriqueños y es una oportunidad para que los científicos se queden en la Isla y desarrollen la economía del conocimiento.
“Una de las áreas que más se ha desarrollado en los últimos diez años es la nanotecnología. Tenemos propuestas con la NASA, el National Science Foundation, el Departamento de Defensa y el Departamento de Energía de Estados Unidos. Se han establecido grupos de investigación bien competitivos con índices altos de publicaciones que nos dan exposición internacional por el nivel de investigación y la infraestructura que se ha podido desarrollar”, estableció el doctor Carlos Cabrera, vicepresidente asociado en Tecnología de la UPR. Añadió que, en estos términos de estas investigaciones, se han adelantado estudios con las celdas de combustible, dispositivo que con una combinación de hidrógeno y oxígeno opera como una batería y puede hacer funcionar un motor eléctrico. Se trabaja en el área de las baterías de litio para desarrollar equipos con mayor carga, que sean recargables y se rehúsen para no contaminar el ambiente.
Además, se realiza investigación con las celdas fotovoltaicas, que convierten la energía del sol en electricidad y cuyo funcionamiento se ha demostrado a través de la Casa Solar expuesta por la Escuela de Arquitectura de la UPR. También, se labora con la biorefinería a través del uso de algas para producir combustible. “Ahora el Edificio de Ciencias Moleculares nos permitirá una infraestructura que nos lleva a otro nivel”, señaló.
Lasalde añadió que como oportunidad a largo plazo se espera trabajar en la comercialización de propiedades en el área de nanotecnología que incide en casi todas las investigaciones que se están realizando tanto en el área energías renovables como en la salud. Indicó que Puerto Rico está adelantado en las neurociencias con descubrimientos innovadores en estudios relacionados con el alcoholismo, la memoria y el miedo que se espera resulten en el desarrollo de nuevos medicamentos para tratar desórdenes mentales.
El doctor Walter Silva, vicepresidente asociado en Investigación de la UPR, estableció que hay estudios en el desarrollo de patentes de VIH y adelantos en neurosida y las enfermedades infecciosas. Recordó el momento que Puerto Rico se posicionó internacionalmente al prevenir la transmisión materno infantil del VIH con la administración de un agente antiviral. Esto conllevó a salvar miles de vidas, según explicó.
Silva enfatizó en que se sostenga el concepto original del Edificio de Ciencias Moleculares para que el desarrollo sustentado en la empresa de la investigación continúe: “Tenemos la capacidad y el talento. Se necesita apoyo para que se pueda florecer como pueblo. Administrar nuestra propia economía, resolver el problema de salud y aumentar la calidad de vida de nosotros como pueblo”, enfatizó.
Se espera que, en algunos años, estas investigaciones compartan la estructura. El edificio de Ciencias Moleculares, ubicado cerca del Jardín Botánico en Río Piedras, tendrá la peculiaridad que al contar con amplias ventanas de cristal, los transeúntes observarán desde la calle las investigaciones que allí se realizan. Según el doctor Lasalde, representa un paradigma nuevo con un aspecto sociológico donde se hace a la población partícipe del proceso de investigación en el País.