Diálogo reproduce a continuación un texto inédito del Padre de la Patria Puertorriqueña, Don Ramón Emeterio Betances, cuyo natalicio se conmemoró en el Teatro de la Universidad de Puerto Rico a principios de abril con el estreno del documental El Antillano. El documento es una copia digital depositada en los Archivos del historiador Félix Ojeda Reyes, reconocido estudioso de la obra de Betances, quien tuvo a bien concedernos el privilegio de transcribir este texto para nuestra publicación de manera exclusiva. El escrito se produjo antes de la “misteriosa” explosión, extraordinariamente violenta, del crucero acorazado “Maine” (15 de febrero de 1898) en el puerto de La Habana, y del deceso en París de Betances ocurrido el 16 de septiembre de 1898.
Para leer a Betances
Es necesario previo a la lectura de este escrito del doctor Ramón Emeterio Betances repasar algunos datos históricos. La carta está dirigida a Julio J. Henna (1848-1924), médico de profesión, amigo de Betances que presidió en Nueva York la Sección Puerto Rico del Partido Revolucionario Cubano. Lamentablemente muy anexionista. La mención del nuevo levantamiento en la primera oración de la misiva se refiere a la organización del golpe de armas dado en Yauco el 24 de marzo de 1898.
En el segundo párrafo del escrito Betances alude a la desgracia de Ríus (Mayor General Juan Ríus Rivera, 1848-1924, el militar puertorriqueño de más alto rango en el Ejército Liberador de Cuba), porque pensaba que tras haber sido herido de gravedad y capturado por tropas enemigas Ríus sería fusilado por los españoles. Sin embargo, la Casa Blanca, el Congreso y el Departamento de Estado de Estados Unidos intervinieron para que se respetara su vida y en cambio los españoles le condenaron a cadena perpetua. El 20 de septiembre de 1924 murió en Honduras el leal, el valiente y digno Juan Ríus Rivera.
Otras figuras importantes:
*El coronel Federico Bacallao Sánchez (1866-1956), cubano, impidió heroicamente que los españoles remataran a Ríus Rivera.
*Francisco Javier Cisneros (1836-1898), ingeniero muy próspero, especialista en la construcción de ferrocarriles. Fue amigo de Betances y estuvo vinculado a los proyectos independentistas de Cuba y Puerto Rico.
*Tomás Estrada Palma (1835-1908), participó en la fundación del Partido Revolucionario Cubano en 1892. Fue presidente de Cuba de 1902 al 1906, gobernó con honradez la República, pero con “absoluto servilismo” hacia los estadounidenses.
*Raimundo Cabrera (1852-1923), abogado, escritor, periodista y autonomista cubano, incorporado al movimiento independentista. Emigró a París en 1895 y conoce a Betances, por quien sintió un extraordinario respeto.
*Mayor General Máximo Gómez Báez (1836-1905), dominicano de nacimiento, pero cubano de devoción. Fue General en jefe del Ejército Libertador de Cuba, un verdadero genio militar, admirador de Betances.
*Mayor General Calixto García Iñiguez (1839-1898), combatiente de las tres guerras por la independencia de Cuba y amigo de Betances.
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Carta inédita del Dr. Betances a Julio J. Henna
Docteur Bétancès
6 bis, Rue de Châteaudun
De 4 A 6 H.
9 abril 97
Querido Julio; ayer recibí su telegrama anunciándome el nuevo levantamiento en Pto. Rico. Lo contesté. El telégrafo (Agencia Havas) ha desmentido categóricamente el suceso. Yo lo publiqué en Le Temps como Vd. verá. He deplorado y deploro hondamente la desgracia de Ríus. Aquí esperamos que no será fusilado. La conducta de Bacallao ha sido admirable. Con Cisneros, hasta sin comunicarnos, hemos estado siempre de acuerdo. Espero que ayudará y que el Sr. Delegado nos prestará valiosos socorros; pues se ve que Pto. Rico está listo y con ese refuerzo se salva Cuba. Creo, como Vd., que es un error de Cabrera el querer publicar un periódico más; digo error, como empresa financiera. Si es superior a los que existen ya se rehabilitará algo la prensa cubana.Ya le dije algo en mi telegrama para Estrada. Supongo que él entiende bien, como Maxo. Gómez y Calixto García que un socorro a Pto. Rico es una ayuda preciosa a Cuba. Las dos Antillas peleando a la vez volverían loca a España.
Aquí estamos muy inquietos con las dificultades cada día mayores que presenta la actitud del gno. americano, decididamente parece que ha muerto la conciencia humana. Aconséjele a los nuestros que se disimulen en N. York, para que no los vigilen la policía española y la americana. Estamos asistiendo a uno de los espectáculos más tristes de la humanidad. Ni eso ni esto es república. América es un imperio con un dictador. Francia una monarquía disfrazada. Ni Europa ni los Ests. Unidos quieren permitir que los pueblos pequeños hablen y la fuerza siempre sigue dominando al derecho.
Me alegraré —¡figúrese!— del triunfo de nuestro país; pero no pienso gozar de esa dicha. Con verlo de lejos quedaré satisfecho. Si las cosas siguen como van, estoy decidido a no esperar aquí más allá de junio o julio. Viejo, enfermo y pobre ¿dónde iré? No sé. Lo mejor sería, para mí, ni salir de aquí ni quedarme, sino acabar honorablemente en ese tiempo.
Un abrazo y suyo
Betances
Ultª. Hora. Las noticias de Pto. Rico aquí son sumamente triste (s).