La Habana amanece de blanco
Ahora, mientras le dirijo estas letras a mi ex alumna puertorriqueña del Centro de Estudios Martianos, son las siete y algo más de este día luminoso en Cuba, en que el sol brilló contento casi todo el tiempo, aunque al atardecer refrescó un poquito, sólo un “tín”, como nos gusta decir por acá.