Por Emmanuel A. Estrada López y Adriana De Jesús Salamán
Se suponía que el pasado viernes, los miembros del Comité para la Revisión del Método y Condiciones para establecer los Cargos de Matrícula, designado por la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y mejor conocido como el CAFI II, tuvieran en sus manos el informe final que entregarían, ese mismo día, a la Junta de Gobierno de la UPR.
Lo que ha sucedido, sin embargo, es que solo la secretaría ejecutiva de la Junta, así como el profesor Edgard Resto Rodríguez, presidente del comité, han visto o tenido acceso al informe final, en un entramado de secretividad que excluyó a los demás profesores, estudiantes y no docentes que componen ambos organismos.
Esto ha llevado a la intensificación, durante los pasados días, de rumores sobre posibles cambios en el costo de la matrícula para estudiantes subgraduados de la UPR, lo que se sumaría al impacto en el costo de estudio (que incluye hospedaje, transportación y alimentación) que implicaría un impuesto al valor agregado (IVA) de 16%, de aprobarse la reforma fiscal que se discute en la Legislatura.
El informe del CAFI II, además, se somete en momentos en que el presidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos, aún no ha presentado el Plan para la Reestructuración Fiscal de la institución que le encomendó la propia Junta de Gobierno.
Hoy, el doctor Jorge Sánchez, presidente de la Junta de Gobierno de la UPR, confirmó a Diálogo en entrevista telefónica que recién recibía personalmente -a eso de las 2:15 p.m.- el informe final que Resto Rodríguez entregó a las 4:00 p.m. del pasado viernes. Sánchez indicó que leerá el documento esta noche.
Además, señaló que el informe -que aún no se ha hecho público- se distribuirá hoy, lunes, entre los miembros de la Junta de Gobierno, y que desde mañana, martes, empezará a distribuirse a todas las partes interesadas.
No obstante, un borrador del informe final -sin las recomendaciones del comité- así como un Informe de Progreso que presentó el CAFI II al Comité de Asuntos Financieros de la Junta el pasado 12 de febrero, y que sí incluye las recomendaciones del comité, se hicieron públicos mediante filtración. De hecho, algunos sectores opinan que se trata de una propuesta similar a la matrícula ajustada a los ingresos.
Lo que dice el Informe de Progreso
En el Informe de Progreso del CAFI II se propone reconfigurar o redistribuir la subvención institucional actual que otorga la UPR a todos los estudiantes de nuevo ingreso -que ronda en un 89% y se distribuye independientemente del trasfondo socioeconómico del estudiante- por una nueva subvención institucional de un 68%-70% que se otorgaría a todos los estudiantes por igual.
“El cambio de un subsidio automático del 89% como lo tenemos en la actualidad a un por ciento menor es necesario para poder redistribuir los recursos universitarios de manera más precisa a los estudiantes que más necesitan de la inversión del Estado”, establece el documento.
La diferencia entre la subvención actual y la subvención propuesta se utilizaría entonces para nutrir los fondos del propuesto Programa de Estudio, Investigación e Internado (PEII), que beneficiaría “gradualmente” y según su necesidad económica a los estudiantes que participen en él. Además, se propone expandir los fondos de Asistencia Económica, cuyos criterios de elegibilidad se alterarán, delimitándose y jerarquizándose a siete, con el fin de determinar cuánta ayuda recibirá el alumno.
Lo anterior resume parte de lo que incluiría el propuesto modelo de cargos de matrícula para la UPR, denominado Sistema Multivariable de Redistribución de Subvención y Asistencia Económica (ReSAE).
Según el Informe de Progreso, el ReSAE “pretende que la aportación de los ingresos de cargos directos de matrícula del colectivo estudiantil sea equivalente al actual. El Estado subvencionará o invertirá por igual en todos los estudiantes admitidos a la UPR, en lo que se refiere a costos directos de instrucción. Sin embargo, el nivel de beneficios de Asistencia Económica dependerá de la capacidad socioeconómica del estudiantes y su núcleo familiar”.
Los cuatro niveles socioeconómicos y el cargo fijo a la matrícula
Según el documento, cada año, el estudiante que solicite admisión a la UPR llenará un instrumento de medición o cuestionario para conocer su perfil socioeconómico, lo que permitirá a la Universidad determinar la cantidad de ayuda económica que necesita el alumno, así como para establecer de un cargo fijo semestral por nivel socioeconómico.
De esa clase entrante, un 33% de los estudiantes con mayor necesidad económica constituirán el Nivel I; otro 33% con una relativa necesidad económica serán el Nivel II; el Nivel III lo conformará un 24% de los estudiantes; y el Nivel IV, un 10%.
La manera en cómo se determinará el cargo fijo y la ayuda económica no se ha precisado del todo, aunque en principio, un estudiante del Nivel I tendría un cargo de 18%, mientras que otro del segundo nivel tendría un cargo de 23%. El tercer y cuarto nivel tendrían un cargo de 28% y 32% respectivamente. Estos gastos se podrían pagar con ayudas federales, como la Beca Pell, así como estatales, institucionales (como la Matrícula de Honor), o a costo propio.
Primer estipendio: Programa de Estudio, Investigación e Internado
Según se desprende del documento, también se crearía el PEII, que es un programa que propone “ofrecer una experiencia académica en áreas de investigación, apoyo al tercer sector, voluntariado profesional, ayudantía de cátedra e internados profesionales en las diferentes áreas de estudio y quehacer universitarios, en los que podrán participar todos los estudiantes a nivel subgraduado sin importar su nivel socioeconómico”.
Con esta propuesta, se busca que el estudiante cumpla entre nueve a doce horas semanales bajo el PEII, lo que le permitiría permanecer más tiempo en el campus y recibir un estipendio por su participación, al tiempo que desarrolla aptitudes académicas, técnicas de investigación o diligencia comunitaria.
Bajo el PEII, un estudiante del Nivel I recibiría un estipendio en su costo de matrícula de un 16%, mientras que un estudiante del Nivel II recibiría un 12%. Los estudiantes de los niveles III y IV recibirían un estipendio de 10%.
“Muchos estudiantes hoy día se van a trabajar fuera de la universidad unas 12 a 20 horas. Eso tiene cosas positivas y cosas negativas. El estudiante se gana dinero para sus gastos, pero está menos tiempo en la universidad. Tiene menos tiempo de estudio, tiene menos tiempo de participar en los programas de servicio comunitario que ofrece la universidad, menos tiempo de realizar investigación con profesores de su área y especialidad. Por ejemplo, el que es bien bueno en matemáticas no tiene tiempo para ser un auxiliar de instrucción para darle tutorías a otros. Sería bueno que reciban un estipendio por eso”, explicó Resto Rodríguez a Diálogo.
Resto Rodríguez señaló que actualmente existen modelos de estipendio similares al que se propone con el PEII, aunque son nombrados de otra forma, como por ejemplo, la exención de matrícula por deportes o música. La idea con el PEII es expandirlo a todos los estudiantes, y no que se quede en un grupo exclusivo o pequeño.
Segundo estipendio: el Fondo Automático de Becas
Por otro lado, el ReSAE también implicaría la creación de un Fondo Automático de Becas (FAB) para estudiantes de los cuatro niveles, condicionado a siete criterios de elegibilidad según al perfil socioeconómico del estudiante, que se complementarían con el cargo fijo en la matrícula para determinar la ayuda económica disponible.
Dichos criterios se ordenan en el siguiente orden de importancia: el ingreso económico familiar, la escuela de procedencia, el lugar de residencia familiar, el tamaño del núcleo familiar, los activos familiares, la situación laboral de los miembros de la familia y la educación de los padres o encargados.
Así pues, un estudiante del Nivel I recibiría un 14% en ayudas económicas institucionales, mientras que uno del Nivel II recibiría un 9%. Un estudiante del tercer nivel recibiría un 4%. El estudiante del Nivel IV no recibiría ninguna ayuda.
¿Cuánto pagaría el estudiante?
- El Informe de Progreso del CAFI II establece que un estudiante del Nivel I solo tendría que pagar el 2% del costo total de su matrícula. Por ejemplo, al 100% de esta, se le restaría el 68% de subvención institucional, lo que dejaría un 32% restante, que se cubriría con el 16% de estipendio del PEII y el 14% de FAB. El 18% del cargo directo a su costo de matrícula, al igual que el 2% residual, puede ser pagado por la Beca Pell u otras ayudas federales, estatales u institucionales.
- En el caso del Nivel II, el costo de matrícula para ese estudiante sería de un 11%, ya que en su caso, aparte de la subvención del 68% de su matrícula, el PEII y el FAB le cubren el 12% y 9%, respectivamente. El cargo directo que tendría que pagar, junto al 11%, sería de 23%.
- Mientras, que para el Nivel III, el estudiante pagaría un 18%, pues aparte de la subvención institucional del 68%, el PEII y el FAB solo le cubriría un 10% y un 4%. El cargo directo adicional que tendría que pagar sería de 28%.
- Finalmente, en el Nivel IV, el estudiante pagará un 22%, pues solo le aplicaría, aparte a la subvención institucional, el 10% de estipendio del PEII. El cargo directo adicional que tendría que pagar sería de 32%.
Según Resto Rodríguez, entre otras recomendaciones del CAFI II se encuentran la adopción de una mayor responsabilidad fiscal por parte de la administración universitaria, el establecimiento de una política de eficiencia administrativa dirigida a mejorar la salud fiscal de la universidad y la continuación de trabajos para garantizar el acceso de estudiantes a la UPR.
Asimismo, el comité invita a informar al País la relevancia e importancia de la universidad al pueblo, ya que “eso es algo que no se conoce muy bien y no se valora”.
“La Universidad tiene que ser como quiera más eficiente, vigilar que se mantengan los egresos y producir más investigaciones y dar más servicios cobrando. (El Recinto de) Ciencias Médicas recibe una gran cantidad de millones cobrando por servicios, así que lo que estamos proponiendo son cosas que sí existen, pero que no se han visto con ese nombre”, agregó el profesor de Ciencias Físicas en el Recinto de Río Piedras.
Según Resto Rodríguez, de acogerse e implementarse las recomendaciones del informe, este entraría en vigor en agosto del 2016, ya que este año sería muy pronto para que el comité pueda organizar toda la recopilación de información restante.
En manos de la Junta de Gobierno el informe final
El presidente de la junta de Gobierno indicó que “el interés al recibir esa propuesta es enviarlo al Comité de Asuntos Financieros de la Junta para que lo vea en detalle, y vea qué significa esa reducción en la subvención actual”.
“La idea es que el jueves de la semana que viene, los miembros del Comité de Asuntos Financieros deben haberlo leído. Después que el Comité de Asuntos Financieros lo analice esta semana, empezaremos a ir en detalle por cada propuesta para ver qué posibilidades hay de implementar cada una de estas o si hay que modificar lo que sometió el comité (CAFI II)” puntualizó Sánchez.
Además, manifestó que esperarán a que Walker Ramos someta el Plan de Reestructuración Fiscal de la institución antes de considerar finalmente las recomendaciones del CAFI II.
“El presidente estudiará el informe final simultáneamente a como lo hará la Junta. El presidente hará su análisis, nosotros haremos nuestro análisis, y él vendrá con sus recomendaciones. Él conoce la situación fiscal actual de la Universidad y lo que podría suceder para el año que viene”, apuntó Sánchez.