El artista Quintín Rivera Toro tomó los muros de la Facultad de Humanidades, en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico para dirigirse a la comunidad universitaria en el conversatorio ‘‘Como gota de agua; la fuerza de la persistencia’’.
Allí, el artista dio paso a su ponencia inquiriendo a los presentes con una pregunta precisa: ¿eres artista del medio mixto?
Y es que, a diferencia de otros artistas, las obras de Rivera Toro -egresado de la concentración de comunicación audiovisual de Escuela de Comunicación (UPR)- son trabajadas en diferentes plataformas plásticas en las que no necesariamente se combinan, mas bien se complementan.
En efecto, sus piezas conforman un mapa en direcciones insospechadas pero dirigidas por el lenguaje estético que pudiera ayudar al observador a trazar la cronología de su trayectoria y hasta adivinar el medio que en el que empleará sus obras cada año.
Muestra de esto, es su instalación, “A Room Full of Doubt’’ (2010), fotocopias en papel donde se escribió la palabra ‘‘doubt’’. Esta propuesta fue ensamblada en el sótano de su residencia pero presentada en fotografía en otros espacios. Al mismo tiempo, ese año también trabajó otras piezas en diferentes medios como ‘‘Forgiveness’’ -catorce segundos borrados de la historia en los que Hitler se disculpa- o ‘‘Viva la resistance’’ en la que una impresión tamaño real del cuerpo de Rivera Toro cuelga intentando sostener su peso ante las vicisitudes.
Servirse de los diferentes medios plásticos es muy válido y en este caso el artista sitúa el eje de su obra no en el estilo pero si en el punto de identificación sobre lo que conoce. Más adelante, asume su postura para continuar con su reflexión y narra cómo los temas de cada pieza individual siempre hayan el punto de encuentro que suele coincidir con sus preocupaciones sociales. En el caso de Rivera Toro, su gran motor es “la injusticia’’. Mientras que, su estrategia de provocación es su punta de lanza para lograr desatar la cadena de reacciones.
Acto seguido, la discusión entre los presentes se avivó cuando se mostro la fotografía de un joven despojado del gabán y con una camisa que lee Chavista. Según el artista, esta pieza aparenta generar debates entre los que se sienten interpelados por el mensaje político. Aún más, la intencionalidad es casi otra pieza diseñada para extraer emociones y que se integra a la obra en su sostén plástico.
Por otra parte, Rivera Toro reconoció los esfuerzos del artista local en un período en el que tiene la necesidad de auto gestionarse. Precisamente, en la actualidad él expone en la galería del Museo y Centro de Estudios Humanísticos Dra. Josefina Camacho de la Nuez (MCEH) de la Universidad del Turabo en Gurabo. ‘‘El grupo de los cien’’, titula la pieza que alude a las mentes más prominentes de la Universidad de Puerto Rico. Esta propuesta, comenta sobre el estrangulamiento, insinúa un escenario de linchamientos y tragedias.
Constantemente, Quintín Rivera burla la verdad y logra la ambigüedad. Ese juego sugestivo y subjetivo de las posibilidades que sacude al espectador y que el artista aprovecha a su beneficio.