Debido a la alta incidencia de contaminación en los pozos de agua, la Agencia de Protección Ambiental (EPA por sus siglas en inglés) añadió el sistema de agua pública de Cabo Rojo y el sistema público de agua Hormigas, en Caguas, a su Lista de Prioridad Nacional del Superfondo – iniciativa federal que invierte en la limpieza de lugares de desperdicios tóxicos que atentan contra la salud pública.
“Con las designaciones del Superfondo, EPA podrá atender los contaminantes tóxicos que retan la calidad de agua de los pozos que suplían agua a las comunidades de Cabo Rojo y Hormigas”, aseguró Judith Enck, administradora regional de la Agencia.
Por su parte, Evelyn Sepeda, directora del Comité Caborrojeños Pro Salud y Ambiente, Inc., organización comunitaria sin fines de lucro que busca la conservación de recursos naturales, explicó que el Comité está trabajando con la EPA para encontrar la fuente de la contaminación.
“Desde hace tiempo han hecho investigaciones para encontrar la posible causa de este problema”, señaló la líder comunitaria mientras explicó que la Agencia Federal aún no ha encontrado el origen de los contaminantes.
No obstante, las toxinas predominantes en la muestra del pozo – tetracloroetano y tricloroetano, apuntan a que se podría tratar de una contaminación a causa de negocios de lavandería tipo “dry cleaning” o aquellas industrias que manejen pinturas, barnices, agentes de limpieza y demás solventes, advierte Sepeda.
“El hecho de que estemos viendo las consecuencias hoy día no quiere decir que la contaminación sea inmediata, esto se puede tardar mucho años”, sentenció la directora del Comité. Las investigaciones de la EPA, junto a la información que las comunidades proveen de negocios o prácticas de manejo de desperdicios aportan a la identificación del problema y facilita el desarrollo de una solución, añadió.
Las muestras de los pozos de Cabo Rojo y Caguas denotaron la presencia de contaminantes que podrían resultar perjudiciales para salud, incluyendo daños al hígado y aumento al riesgo de cáncer. Mediante un comunicado, EPA aseguró que se llevarán a cabo investigaciones exhaustivas para auscultar el origen de la contaminación.
“El agua potable es esencial para la protección de la salud pública y constituye una prioridad para la EPA”, señaló por su parte Enck.
“No disponemos adecuadamente de ciertos químicos. Una de las cosas que buscamos desarrollar es la faceta educativa, propuesta que va dirigida a concientizar las comunidades de lo que está sucediendo, las posibles fuentes de la contaminación que los afecta y qué medidas se pueden adoptar para evitarla”, sentenció Sepeda.
Mediante el Superfondo, EPA tiene los recursos para continuar las investigaciones y manejar la limpieza de los pozos.