Las decisiones que tome la Junta Universitaria (JU) de la Universidad de Puerto Rico (UPR) no tendrán ninguna validez, aseguró la actual portavoz de la Administración Central de la Institución, Gladys Escalona.
Las expresiones de la portavoz surgen tras disputas en la que se debate si la JU –organismo compuesto por miembros de la comunidad universitaria de los once recintos y unidades– puede continuar labores a pesar de que la Universidad aún carece de Presidencia.
“Dadas las circunstancias tan extraordinarias en la que nos encontramos, no es bueno empezar a inventar. Lo mejor y lo que hace que nuestras acciones sean en beneficio institucional, es que nos atengamos a lo que dice el reglamento”, dijo Escalona.
Según la también vicepresidenta interina de Investigación e Innovación, el reglamento de la JU “es muy claro” y no está apto a interpretaciones: se necesita a un presidente para que el organismo esté operante.
Además, señaló que entre las funciones del puesto de presidente o presidenta de la UPR se encuentra la de convocar y presidir las reuniones de la JU.
“[La Junta Universitaria] puede convocar, pero si no puede presidir, no puede dar la reunión porque las dos condiciones tienen que darse”, sostuvo en amparo de una opinión legal de la Institución.
“Eso no está sujeto a interpretación, ese es el problema. No podemos interpretar lo que está escrito si dice que el presidente tiene que convocar y presidir la junta, pues eso es lo que tiene que hacer. Lo que tenemos que hacer es coger el reglamento y leerlo, y no poner palabras donde no están o no cambiar significados”, expresó.
Por su parte, la JU ha mantenido su postura y ha continuado reuniéndose puesto que entienden que por haber sido convocados antes de la renuncia de la expresidenta Nivia Fernández, poseen la facultad para operar ya que no han cesado las labores.
Acorde con la Ley de la Universidad de Puerto Rico, “las reuniones de la junta serán convocadas por su presidente motu proprio o a petición de una mayoría de los miembros que la integran. Una mayoría de los miembros de la junta constituirá el cuórum”.
Sin embargo, Escalona difiere de la JU. “La capacidad de reunirse por sí mismo, en ausencia del presidente de la Universidad que tiene entre sus funciones presidir la Junta Universitaria, pues no tiene fundamentos. El asunto no tiene un fundamento real. El fundamento de todo es cuál es la reglamentación que existe y mientras esa reglamentación sea la vigente es la que tenemos que cumplir”, aseguró.
Tampoco validó el hecho de que el cuerpo universitario autonombrara un presidente que dirija el organismo porque entiende que debe ser el presidente de la UPR quien debe delegar a la persona. En este caso, según Escalona, tenía que haber sido Fernández quien nombrara un presidente en la JU antes de renunciar.
Aunque reiteró que las decisiones que tome la JU no son válidas sin un presidente nombrado por la Junta de Gobierno, “siempre nos podemos reunir e intercambiar información, lo que pasa es que no podemos tomar decisiones a menos que esas decisiones estén cobijadas bajo la reglamentación vigente”.
La Universidad tiene hasta el 30 de junio para presentar su plan de presupuesto, pero carece de sus cuerpos regentes para cumplir con el mandato. La Junta de Gobierno está inoperante por falta de cuórum y por ende no se ha podido nombrar a un presidente o presidenta.
Ante el Senado de Puerto Rico se encuentran dos designaciones por parte del gobernador Ricardo Rosselló Nevares a la Junta de Gobierno. Hasta el momento se desconoce cuándo serán nombrados por la Cámara alta que recesa labores ordinarias la semana entrante.
Ante esta situación de limbo en la que se encuentra el sistema universitario, Escalona tronó contra el gobierno de turno. “Para mí no es explicable. Hubiese deseado una mayor diligencia en ayudar a que los procesos universitarios se normalizaran y desafortunadamente no ha ocurrido”, señaló.
De nombrarse al profesor Walter Alomar Jiménez y a la abogada Zoraida Buxó Santiago –los dos designados– mañana en el Senado, Escalona estima que en 48 horas o menos se haya completado el proceso correspondiente para certificar el presupuesto.
El plan de presupuesto –cuando se constituya la Junta de Gobierno– deberá ser enviado a la Junta Universitaria para que radique un informe y se le presente al presidente o presidenta con los debidos señalamientos. Será el o la presidente quien lo presente a la Junta de Gobierno para su aprobación final.
Cuando Diálogo le preguntó a Escalona si aceptaría el puesto de presidenta interina de la UPR, no dudó en decir que sí. “Hacemos el trabajo que haya que hacer”, contestó quien lleva más de 40 años trabajando en la Universidad.
Encaminados a salir de la probatoria
Otro escollo en el que se encuentra la UPR, es la probatoria de la acreditación de ocho de sus once recintos y unidades del sistema por la inestabilidad financiera tras los recortes presupuestarios que se prevén para la Institución, así como su falta de gobernanza y paralización de labores académicas.
Es por esta razón que el grupo de directores de las oficinas de Administración Central, se encuentra dirigiendo mucho de sus esfuerzos hacia los informes que deben presentar ante la Middle States Commission on Higher Education el próximo 1 de septiembre.
Es por esto que el jueves de la semana que viene dos vicepresidentes de la agencia acreditadora, que tienen entre sus tareas la encomienda de la UPR, convocaron una conferencia vía telefónica para ultimar los detalles y requerimientos de los informes que serán medulares en la evaluación de las probatorias.
En la reunión participarán alrededor de 40 miembros de la comunidad, entre ellos: los once rectores, decanos de asuntos académicos y agentes facilitadores de trabajar con la agencia acreditadora; la vicepresidenta de Asuntos Académicos y personal de la Oficina de Gerencia y Presupuesto (OGP) y de Finanzas.
Para presentar un mensaje coherente y coordinado de los asuntos correspondientes al sistema universitario, la vicepresidenta de Asuntos Académicos reunirá a los once agentes facilitadores este próximo martes 27.
“Creo que va a ser exitoso ese esfuerzo”, comentó esperanzada Escalona.
La UPR se apresta a un recorte de $162 millones para su presupuesto del año fiscal entrante. Estos recortes irán de forma escalonada hasta alcanzar $512 millones menos en el 2026.
Sin embargo, la vicepresidenta de Investigación e Innovación resaltó, en estos tiempos de crisis fiscal, el valor científico, de conocimiento y movilización social que genera la Universidad.
“La UPR tiene un rol en esta sociedad, y en el mundo, que los universitarios [comunidad universitaria] lo llevamos a cabo bien. Lo hemos hecho, lo estamos haciendo y lo seguiremos haciendo”, remató.