Nota de la editora: Primera de dos partes de un reportaje especial que resume el impacto del prejuicio racial con los negros en la música estadounidense. El análisis se hace a raíz de los sucesos recientes en Ferguson, Missouri y recapitula los disturbios en California en los noventa, además de pasar revista sobre otros incidentes históricos con las comunidades puertorriqueñas y mexicanas.
La muerte violenta del joven negro de 18 años Michael Brown a manos de un agente policial blanco en la comunidad de Ferguson, Missouri fue casi ignorada por los medios tradicionales hasta que comenzaron a registrarse disturbios durante las protestas sobre el manejo de la escena del crimen y el silencio oficial en torno a la misma. La rápida respuesta de una Policía peligrosamente militarizada y la imposición de un toque de queda para obligar a los que protestaban a quedarse en sus casas fueron capturadas en primicia gracias a medios emergentes y ciudadanos con acceso a los medios sociales.
Una vez se comenzó a cubrir a mayor escala lo que ha sucedido en Ferguson, la prensa tradicional sufrió en carne propia el abuso policial en varias instancias, las más prominente el arresto no oficial y caprichoso de dos periodistas (uno negro y otro blanco) en un establecimiento de comida rápida mientras recargaban sus equipos de trabajo (celular y computadora). Estos sucesos han ayudado a poner en evidencia una realidad que ya muchos y muchas sabían: que la "América post racial" es solamente un eslogan y que el poder policiaco continúa abusando a la menor provocación.
La tragedia es que nada de esto es nuevo. Si indagamos en las manifestaciones de la música popular estadounidense vamos a encontrar una plétora de ejemplos que van narrando consistentemente la presencia de este abuso policial. Aquí compartimos un puñado que destila los precedentes que explican las tensiones que desembocan en esta nueva tragedia.
Dead Kennedys – Police Truck
Tonight's the night that we got the truck
We're going downtown, gonna beat up drunks
Your turn to drive, I'll bring the beer
It's the late, late shift, no one to fear
And ride, ride, how we ride
And ride, low ride
La banda californiana de punk Dead Kennedys incluye esta canción como el lado B de su sencillo Holiday in Cambodia en mayo de 1980. La canción narra una noche de abusos de parte de dos policías que beben cerveza y deciden caerle a palos a los borrachos y obligar a prostitutas a hacerle favores sexuales. La canción se inspira en varios incidentes donde policías de Los Ángeles, California, cometieron actos similares. Su vocalista Jello Biafra y compañía deciden usar un ritmo que evoca el surf rock del idílico Estados Unidos de los cincuenta para sarcásticamente meterse en la cabeza de estos policías abusadores que ven todo como un gran juego, borrachos de poder. Al final de la canción también existe una sentencia a la estructura entera de la Policía cuando implica que sus jefes saben que estos policías son problemáticos y confían en ellos ciegamente:
The left newspapers might whine a bit
But the guys at the station, they don't give a shit
Dispatch calls, "Are you doing something wicked?"
"No siree, Jack, we're just givin' tickets!"
KRS-ONE – Sound of Da Police
Lawrence Krisna Parker(KRS-ONE) comenzó su carrera como solista en 1993 e incluye esta canción, que ya es legendaria, como el segundo sencillo de su álbum debut, Return of the Boom Bap. En Sound of da Police, KRS-ONE usa su experiencia y la de sus amigos criados en el Bronx para en una canción capturar su visión de La Policía.
I know this for a fact, you don't like how I act
You claim I'm sellin' crack but you be doin' that
I'd rather say "see ya" cause I would never be ya
Be an officer, you wicked overseer
Ya hotshot, wanna get props and be a savior
Hay un claro distanciamiento del ciudadano representado por KRS-ONE y la policía, un distanciamiento como protesta ante los abusos sufridos en el pasado y el discrimen implícito en la manera en que el poder policiaco se manifesta en los barrios pobres y predominantemente negros. El comentario de "you claim I'm sellin' crack but you be doin' that" es una referencia a que en esos momentos se había destapado que el gobierno de Ronald Reagan había permitido que la Agencia Central de Inteligencia (CIA) ayudara al tráfico de cocaína hacia Estados Unidos (durante la investigación del que se conoce ahora como el "escándalo Irán-Contra"). El abuso del poder comienza a tomar connotaciones raciales en la medida en que los despliegues del mismo se sentían más cerca de comunidades como la suya. En uno de los momentos más geniales y políticos del hip-hop, el liricista lanza una línea directa entre el overseer (el capataz de las plantaciones que castigaba a los esclavos) y el policía contemporáneo:
Take the word "overseer," like a sample
Repeat it very quickly in a crude voice sample
Overseer, overseer, overseer, overseer
Officer, officer, officer, officer
Yeah, officer from overseer
You need a little clarity, check the similarity
The overseer rode around the plantation
The officer is off, patrolling all the nation
The overseer could stop you what you're doing
The officer will pull you over just when he's pursuing
The overseer had the right to get ill
And if you fought back, the overseer had the right to kill
The officer has the right to arrest
And if you fight back they put a hole in your chest
La constante repetición de hechos, donde la más mínima resistencia de parte de un hombre negro resulta en uno (o más) tiros en el pecho, es realmente impresionante y nos lleva a las próximas canciones…
Le Tigre – Bang! Bang! y Bruce Springsteen – American Skin
En el 2001 el mismo cuerpo policiaco que critica KRS-ONE (la policía de Nueva York) se encontró con un emigrante de la República de Guinea que tenía características parecidas a un sospechoso de crímenes sexuales. Los oficiales eran de una división especial que no usaban uniformes y se acercaron a Amadou Diallo, quien estaba parado en una esquina en la acera frente a su edificio. Diallo reaccionó asustado y entró al pasillo de su edificio, lo que movió a los policías a sacar su armas y pedirle que se detuviera. El primer instinto de Diallo fue sacar su cartera para demostrar su identificación. Los Policías interpretaron esto como que Diallo sacaba un arma y procedieron a dispararle 41 veces. De esos 41 tiros 19 impactaron sus cuerpo ocasionando su muerte.
Luego de varias investigaciones, los cuatro oficiales fueron a juicio y un jurado de raza mixta los encontró inocentes. Sin embargo, varios años más tarde, la División a la que pertenecían fue desmantelada. Esta muerte movilizó a las ciudadanos debido a que los oficiales dispararon más de cuarenta veces a un sujeto que resultó no estar armado.
El grupo Le Tigre, liderado por Kathleen Hanna, grabó una canción en su álbum debut que cristaliza las críticas más fuertes a lo que se sentía como un abuso increíble.
Murder is murder
Why're they confused?
Another man dead
I read it in the news
Who gave them the fucking right
To run around like they own the night?
Este verso nos recuerda precisamente la caracterización de los policías abusadores que pintaba Dead Kennedys en Police Truck. Hanna entonces condena el ataque como racista, implicando que los oficiales, que eran todos blancos, sufrían de lo que algunos estudiosos culturales han llamado el "miedo al hombre negro".
There is no fucking way
this is not about race
Who's gonna call 9-1-1
When they can't tell a wallet
from a motherfucking gun?
La interpretación es que la disposición a vaciar sus pistolas ante los movimientos de un negro se debío precisamente a que estos policías los movía el miedo de sus prejuicios, que son fomentados por una sociedad que criminaliza cuerpos y colores de piel.
Por su parte, Bruce Springsteen también reaccionó a esta muerte escribiendo una canción mientras estaba en la gira de reunión con su banda. Usando una lírica más poética que las de Hanna, Springsteen representa varias voces, entre ellas la de lo que podemos llamar “una madre negra universal”, que ante el historial nefasto del abuso policíaco hacia los negros le instruye a su hijo cómo debe bregar con la Policía si alguna vez se la encuentra en la calle:
"On these streets, Charles
You've got to understand the rules
If an officer stops you, promise me you'll always be polite
And that you'll never ever run away
Promise Mama you'll keep your hands in sight"
Springsteen puntualiza la tragedia racial, nunca mencionando el color de la piel de sus protagonistas, y en su lugar utilizando el término “American” en sustitución de “Black”:
It ain't no secret (it ain't no secret)
No secret my friend
You can get killed just for living in
You can get killed just for living in
You can get killed just for living in your American skin
Una decisión peligrosa (la invisibilización del color de piel se puede interpretar como negativa) pero poderosa. Su decisión funciona por la repetición del coro que usa los silencios y la frase "no es un secreto" constantemente. Este juego de decir las cosas sin decirlas juega con la usual negación tajante de las personas blancas que son confrontadas con el racismo subconsciente. Al Springsteen repetir, "you can get killed just for living in" uno espera muchas cosas, entre ellas la posibilidad que el verso termine con "in your black skin." Claro que no es un secreto que ser negro te puede matar en América (Estados Unidos), pero su sustitución casi a última hora puntualiza la gran ironía, que quizás no hay nada más americano que ser negro…así que vivir en la piel negra es vivir en la piel americana y al no hacer la distinción, está confrontando a quienes pretenden ignorar esa realidad al usar la separación de color como parte de una construcción de "lo americano", donde lo negro es extranjero.
Ya que hoy conocemos más (pero todavía no todo) de lo que pasó con Michael Brown, es interesante ver cómo estas canciones retratan puntualmente las actitudes que están a flor de piel. Según la mayoría de los testigos oculares que han hablado con algunos medios, Brown habría seguido al menos uno de los consejos que está en la canción de Springsteen: mantener sus manos en alto para evitar que lo mataran. El hecho de que no funcionó es precisamente uno de los que más ha indignado a la comunidad de la cual formaba parte. Y es ese quizás uno de los signos más poderosos de las manifestaciones públicas: el eslogan de "Hands Up, Don't Shoot".
Light Brigading / Flickr Commons