Mientras el Coro de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Cayey teme que sus integrantes pierdan las exenciones de matrícula, el decano de Asuntos Estudiantiles de la unidad, Eleric Rivera, aseguró que seguirán vigentes.
La disputa surge luego de que la Administración Universitaria de la unidad aprobara la Certificación 13 2017-2018 que elimina los cursos de coro y banda. Estas clases eran requisito para los estudiantes que quisieran pertenecer a las agrupaciones.
Como parte de sus reclamos, el Coro realizó ayer una manifestación durante la asamblea general de estudiantes en la que entonaron el himno de la UPR y, seguido, sus integrantes se taparon las bocas con cinta adhesiva.
A tales efectos, las toritas y toritos aprobaron una moción para exigirle a la administración universitaria salvaguardar las exenciones de matrícula y solicitarle a la Junta Administrativa derogar la certificación en conflicto.
“Todo esto es una medida para eliminar la clase, eliminar los profesores y como están por contrato nos quedamos sin nadie. Como hay certificaciones que dicen que si no se tiene profesor o entrenador no pueden dar exenciones, pues nos las quitarán. Yo sé que hay gente que no puede pagar la universidad. Es irresponsable y triste, el coro se ha destacado internacionalmente”, resaltó a Diálogo el integrante Víctor López Díaz.
Sin embargo, el decano de Asuntos Estudiantiles le aseguró a este medio que “los grupos de coro y banda van a seguir funcionando como hasta hoy. Esos grupos son parte esencial de lo que es la vida universitaria”.
De acuerdo con Rivera –proponente de la enmienda para la eliminación de los cursos– la decisión está basada en la Certificación 50 de la Junta de Gobierno del sistema universitario que establece que los estudiantes no pueden recibir doble compensación por labores en la universidad. En otras palabras, había que decidir entre la clase o la exención.
“Esos cursos lo que establecían eran unas horas de ensayo. Estábamos teniendo estudiantes que tenían problemas porque querían coger otras clases en esas horas y no podían. Esta enmienda lo que hace es garantizarle al estudiante una compensación de manera equitativa y que no se le esté dando doble”, explicó el decano.
Como ejemplo, Rivera mencionó que los atletas que reciben exenciones de matrícula no tienen que matricularse en un curso para ser merecedores del beneficio.
En cuanto a los directores de coro y banda, el funcionario apuntó que, de no tener una plaza en la universidad para acoger descargas académicas, recibirán su compensación monetaria a base de contratos.
Rechazan el plan fiscal revisado
En otros temas, los estudiantes de la UPR en Cayey rechazaron en asamblea el plan fiscal aprobado ayer por la Junta de Gobierno y que deberá ser entregado hoy a la Junta de Control Fiscal.
Previo a la aprobación del documento, el representante estudiantil graduado ante el ente rector, Gilberto Domínguez, explicó que se evaluaron dos borradores simultáneamente: uno con los números ofrecidos por la Autoridad de Asesoría Financiera y Agencia Fiscal (Aafaf) y otro sometido por el presidente interino Darrel Hillman.
Ambos borradores, apuntó, contenían aumentos en los costos por crédito, así como un sistema de conglomerados que consolidarían trabajos administrativos y especializarían la oferta académica de los recintos y unidades del sistema.
Asimismo, aprobaron una moción para retirarle la confianza a la Junta de Gobierno y exigirle la renuncia a los miembros del ente rector nombrados por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares: el presidente del cuerpo Walter Alomar, Zoraida Buxó, Antonio Monroig, Luis Berríos Amadeo, Eric Pérez y Alejandro Camporreale.
Los toritos y toritas apostaron por el plan fiscal SoS 2.0 presentado por el colectivo Protestamos.
La asamblea se dio horas antes de que fuera aprobado el plan fiscal que regirá las finanzas del sistema por los próximos cinco años. Al momento, se desconocen las medidas de ahorro contenidas en el plan fiscal.
Entre la vorágine de información que ha sido circulada en los últimos meses estaba la posible implementación de un sistema trimestral y cuatrimestral a nivel sistémico. Ante esto, los estudiantes también se opusieron.
“Pasamos las de Caín para pagar un semestre, cómo vamos a pagar tres”, expresó Noeli Oquendo en su turno en contra del sistema trimestral.
Aprobaron, además, una moción para expresarse en contra de la reforma educativa que espera la firma del gobernador, luego de ser aprobada en los pasados días por la Legislatura, a pesar de los reclamos de diversos grupos de la comunidad escolar.
Aunque antes de finalizar la asamblea se presentó una moción para que el presidente del Consejo General de Estudiantes, Héctor Barreto, renunciara a su cargo, no fue secundada.