Eduardo Lalo, sanjuanero multifacético, se desempeña como escritor, fotógrafo, poeta, artista plástico y defensor activo en pro de la excarcelación del preso político puertorriqueño Oscar López. También imparte sus conocimientos como profesor en los departamentos de Humanidades y de Literatura Comparada en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
Entre sus obras se encuentra Simone, La inutilidad y Los pies de San Juan, así como trabajos de contenido filosófico como Los países invisibles y donde.
Recientemente contribuyó a la reescritura de la historia de la literatura puertorriqueña al ser galardonado con el prestigioso premio Rómulo Gallegos.
Reproducimos a continuación parte de nuestra conversación con este talentoso escritor.
Milan Kundera en La insoportable levedad del ser dice que todos necesitamos de la mirada de otro, ya sea de la amada, ya sea de los agentes policiacos. ¿Cómo se articula este aspecto con lo que usted plantea en su obra Los países Invisibles sobre el terrorismo? ¿Acaso es el terrorismo la culminación de esa búsqueda de visibilidad?
El terrorismo es llamar a la visibilidad. Un grupo que se siente que no ha sido visto con justicia, comete actos que son construidos para los medios de comunicación de masas, para que se repitan las imágenes una y otra vez y así ponerle palabras que casi siempre son un gentilicio a un territorio, religión, una causa, raza, un proyecto político. Pero el terrorismo no es la única vía de visivilización. Esa es una búsqueda nefasta, atroz. Hay otras búsquedas. La cultura es también un proyecto de visivilización de sociedades maltratadas, ninguneadas, observadas desde una posición asimétrica. El conquistado redefine la historia a través de sus textos. Escribir es reescribir la historia. Hablar de las “contribuciones culturales” de la conquista española, pueden derrumbar la idea de la conquista española. Resulta un discurso delirante, hablar de una contribución luego de un genocidio. Quizá eso es lo que busca el terrorismo, lo que pasa es que la escritura del terrorismo es en los cuerpos muertos, atravesados por una violencia que inmediatamente los borra. Con la explosión, no queda texto, mientras que con la cultura nos queda el texto, que es una posibilidad hacia el futuro.
Lucio Ordine en La utilidad de lo inútil cita a Ovidio: “por más que te esmeres en encontrar qué puedo hacer, no habrá nada mas útil que estas artes que no tienen ninguna utilidad”. …“gracias a ellas consigo olvidarme de mi desgracia”.
Términos como utilidad e inutilidad en gran medida son vocablos con un gran vacío conceptual, porque siempre tienen un anclaje: útil ¿en relación a qué?, inútil ¿en relación a qué? En una sociedad tan marcada por el mercado, dedicarse a la poesía, o al arte, puede parecer la cosa más inútil. Lo que ocurre es que no se entiende qué es lo que hay en juego. En mi novelaLa inutilidad, hay un epígrafe de Imre Kertesz que dice “la inutilidad de la lucidez”. Hay momentos en que ya sea el artista, el escritor, o incluso el chamán, busca un estado alterado de conciencia. Ese estado es lo que usualmente nosotros llamamos, de una manera muy poco precisa, lucidez, y en ese estado de lucidez las categorías de lo útil, lo inútil de la vida y la muerte no operan, desaparecen y la realidad irrumpe por lo que es.
Parafraseando a Laclau; ese actor invisible llamado “Pueblo” emerge como protagonista cuando se unifica alrededor de un objetivo en común, ¿podrá la demanda de la excarcelación de Oscar López constituirse en ese objetivo común que nos unifique como pueblo o acaso como ciudadanos estamos tan privatizados que la causa de Oscar se disolverá ante fines más ‘útiles’ tal como los que nos dicta el gobierno, o la filiación partidista… o Walmart?
Oscar López representa mucho más que un preso que lleva 32 años en Estados Unidos. El tiempo que él ha estado preso coincide con la progresiva ruindad de la sociedad puertorriqueña y lo que arropa hoy tanto el encarcelamiento de Oscar López como al pueblo puertorriqueño es lo mismo, es la gran mentira. La mentira del progreso, de la justicia, Oscar López está en la cárcel por defender el derecho que le ha sido arrebatado a los puertorriqueños, el de gobernarse. Y eso es algo por lo cual todos los puertorriqueños, desde un anexionista a alguien que busque algún tipo de estado soberano asociado, tenemos que luchar. En la medida en que podamos adquirir poder y libertad para Oscar López, también los adquiriremos para nosotros, y esa debe ser la fuerza que lleve una acción política. Lo que pasa es que la clase política, casi de manera completa, ha renunciado a eso. Ven la acción política como una profesión personal, no como un espacio de acción ciudadana… Por eso somos una sociedad en ruinas. La ruina implica el abandono. Hemos sido abandonados por las propias instituciones que nos construyen. Los políticos ya nos han abandonado, los jueces ya nos han abandonado, y parte de la población está en el proceso de abandonarnos por medio de la emigración. Esa es la definición de una sociedad en ruinas: una sociedad que se abandona.
¿Y qué de algunos académicos que emigran hacia el prestigio de un más allá, llámese cultura universal (europea), como modo de invisibilizar la ruina? ¿No es eso una especie de abandono?
Habría que ver los casos individuales. Yo diría que es imposible pensar filosóficamente si no se parte del lugar que uno pisa. No es un ombliguismo de la nación, uno pisa un lugar, sea el que sea, aquí o en otra parte.
En su novela Simone el personaje Máximo Noreña afirma, desde el interior de las ruinas del teatro Paradise, que San Juan siempre era el resultado de un escritor y que son los escritores los que inventan las ciudades. ¿A qué tipo de ciudad debe aspirar la invención de un escritor?
En ese personaje hay planteado algo básico y es que son los artistas, es decir, tanto artistas gráficos como músicos, arquitectos, escritores los que hacen las simbolizaciones que median en la construcción de las imágenes del espacio urbano. En San Juan yo espero que estemos construyendo una ciudad literaria, una ciudad que se convierta en una condición, no en un espacio socio-político nada mas. Una condición universal, una condición universalizable.