Los capos son hombres que se dedican al tráfico de drogas. Como muchas figuras con poder, algunos son odiados, mientras que otros son queridos y protegidos. El narcotraficante mexicano, conocido como El Chapo no es la excepción. Este texto intenta recoger algunas de las percepciones que tiene la gente sobre este hombre, quien por sus hazañas se ha convertido en toda una leyenda.
Su nombre completo es Joaquín Guzmán Loera. Nació el 4 de abril de 1957 en Las Tunas, municipio de Badiraguato en Sinaloa. Hasta hace unos meses estuvo al mando del Cartel de Sinaloa, una de las grandes organizaciones de narcotráfico en el mundo.
Guzmán fue capturado el 9 de junio de 1993 en Guatemala. Al día siguiente fue deportado a México y trasladado al penal de Almoloya en Juárez. Enfrentaba cargos por lavado de dinero y narcotráfico. En noviembre de 1995 gracias a un fallo judicial fue enviado al penal de Puente Grande, del que se escapó. Pero antes de fugarse de la cárcel El Chapo había saltado a la fama por la balacera del 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto de Guadalajara. En esta balacera los Arellano Félix en su intento por aniquilarlo lo confundieron con el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo. Estando en la cárcel continuaba siendo considerado una amenaza ya que desde ahí seguía dirigiendo su cartel de drogas.
Según El Cartel de Sinaloa, un libro que narra la historia del narcotráfico en México, escrito por Diego Enrique Osorno, cuando el Chapo fue reubicado en el penal de Puente Grande se le practicó un examen psiquiátrico en el cual se concluyó que sus funciones mentales se encontraban dentro de los parámetros normales. El examen demostró que Guzmán es un hombre peligroso que conoce la trascendencia moral y social de sus actos. En estas entrevistas, El Chapo rechazó ser un narcotraficante, se describió como agricultor y dijo que le gustaba el alcohol pero no la droga.
Luego de estar ocho años en prisión -de los veinte que debía cumplir- Guzmán logró fugarse gracias al sistema de corrupción que había en la cárcel, según documenta Osorno. Luego de la fuga los investigadores policiacos preguntaban y nadie sabía nada. Todos (en las agencias gubernamentales) se echaban la culpa unos a otros, para no asumir responsabilidades.
Su imaginario mediático
El Chapo estuvo prófugo de la justicia durante 20 años. El 22 de febrero de 2014, los principales medios de comunicación del mundo informaron de su captura. En una revisión de varias notas en periódicos digitales de diferentes países se encontró que los medios presentaron al Chapo como una figura de terror.
Algunas de las frases que predominaron a la hora de referirse a Guzmán fueron: “el capo de la droga más buscado”, “uno de los narcos más buscado del mundo”, “enemigo público número uno” y “el criminal más buscado del mundo”.
En estas notas el sensacionalismo no se hizo esperar, un medio describió al Chapo como el “más buscado del planeta”. Asimismo, otro lo comparó con Osama Bin Laden: “El capo legendario ha sido calificado como el Osama Bin Laden de Mexico”, decía la nota.
Los tonos despectivos también estuvieron presentes: “Guzmán se transformó de un capo mexicano de medio pelo al narcotraficante más poderoso del mundo”. La frase “de medio pelo” es totalmente innecesaria a la hora de cubrir un evento como éste, el dicho hace referencia a algo que se considera de baja calidad.
Una vez más, a un año de su arresto, El Chapo capta la atención de los medios de comunicación. El pasado sábado, 11 de julio, logró escapar de la cárcel por segunda vez. En esta ocasión, además de la cobertura periodística, los “memes” no se han hecho esperar. A continuación, compartimos algunos de los más sobresalientes en las redes sociales.
Su gente habla
Entre las personas más cercanas al Chapo se encuentra Zulema Hernández, quien fue una de sus novias. Hernández fue sentenciada por robo a mano armada y estaba detenida en Puente Grande cuando fue entrevistada por Julio Scherer. En la entrevista compartió una de las cartas que le envió su amado en el 2000, un año antes de fugarse. A continuación la misiva transcrita textualmente:
Hola mi vida Zulema, cariño he estado pensando en ti a cada momento y quiero imaginar que estás feliz y alegre porque ya se va a efectuar tu traslado, por eso amor al escribirte esta carta lo hago también con un gran entusiasmo y con mucho gusto, por ti, porque allá en el otro penal vas a estar mucho mejor que aquí, por lo de tener mayor espacio, más movimiento y tiempo para los días en que te visita tu familia. Cuando se ama a alguien, como te quiero yo corazón, se es feliz cuando hay una buena noticia para esa persona que se adora, aunque yo me voy a quedar unos días más me emociona tu traslado, por tu persona del momento, pero enseguida por toda tu situación legal, pues fíjate que es importante que ahora que ya se vaya a resolver lo de tu libertad no estés en un centro de máxima seguridad, eso a veces influye mucho. Tú sabes bien como nos tienen catalogados a los internos de Cefereso, por eso en todos sentidos es importantísimo el traslado y este va hacer el primer paso del objetivo principal que es conseguir a como dé lugar tu libertad y lo vamos a lograr ya verás que muy pronto tendremos la dicha de estar ambos en la calle y juntos qué es lo más bonito de todo.
Amor no vayas intranquila y angustiada por el cambio, ya el abogado tiene las instrucciones de que en cuanto te cambien, de inmediato te va a visitar para ver qué cosas necesites y darte los recursos para que te acomodes y no te falte nada, sólo piensa que peor que aquí no es, entonces todo es favorable.
Preciosa así antes de que te trasladen nos podemos ver quiero darte un dulce beso y estrecharte en mis brazos para conservar ese recuerdo cada que piense en ti y con ello poder aguantar tu ausencia en lo que Dios nos permite volver a reunirnos en otras condiciones y el otro que no sea este difícil lugar.
Si leemos la carta sin ninguna referencia de quién la envía podríamos pensar que es un hombre enamorado y hasta creyente. Sin embargo, Zulema lo describe como un hombre que no tendría ningún reparo en matarla si ella lo traiciona: “el que traiciona se muere”, menciona.
De igual forma se entrevistó a uno de sus compañero de la cárcel, Bertoldo Martínez Cruz, quien a diferencia de Zulema, describió al Chapo como una buena persona.
“Él era alguien humanitario porque cuando llegábamos golpeados él protestó para que no nos trataran así. Conocí a otro Joaquín no al que describen en la televisión que le llevaban vino, mujeres, droga, eso es mentira, eso es imposible como también que se haya fugado y menos entre la basura”, expresó Martínez.
Estos testimonios demuestran que entre sus conocidos, El Chapo puede ser un asesino y a la vez un buen hombre. Sin lugar a dudas, su figura ha sido una que ha marcado la historia del narcotráfico en México, razón por la cual resulta interesante estudiar y escribir sobre el fenómeno en el que se ha convertido.