Científicos de la Universidad de Minesota descubrieron que a la media hora de fumar, los niveles de ciertos cancerígenos en la sangre aumentan significativamente. Estas sustancias químicas producen daño genético y aumentan el riesgo de varios tipos de cancer en sólo días o semanas.
En Puerto Rico un 13% de los adultos fuma. En comparación, el promedio de personas que fuman en los Estados Unidos es de un 21%. Aunque el porciento de fumadores en la Isla es relativamente bajo, aún así miles de puertoriqueños mueren anualmente a causa del cigarrillo. Si usted suma el número de personas que mueren por SIDA, por usar drogas y alcohol, por accidentes de tránsito, suicidios y asesinatos, este total es menor que el número de personas que mueren a causa del fumar.
Cuando una persona fuma, unas sustancias químicas llamadas hidrocarbonos policíclicos aromáticos van de los pulmones al torrente sanguíneo. Se sabe que estas sustancias son cancerígenas, es decir, afectan nuestro material genético, produciendo mutaciones. Eventualmente, las células comienzan a funcionar incorrectamente y surgen enfermedades como el cáncer del pulmón. Uno de estos hidrocarbonos policíclicos aromáticos que causan cáncer se llama fenantreno.
El científico Stephen Hecht y sus colegas de la Universidad de Minesota lograron medir la concentración de fenantreno en la sangre en un grupo de doce voluntarios, antes, durante y después de fumarse un cigarrillo. Los resultados sugieren que el fenantreno entra a la sangre en menos de media hora luego de fumar. Una vez en la sangre, el fenantreno corre por todo el cuerpo, donde puede causar daño genético a nivel celular.
Este estudio es importante ya que demuestra cómo los cancerígenos presentes en el cigarrillo entran a la sangre y, de ahí, a todos los rincones del organismo. Esto explica cómo el fumar puede causar cáncer hasta en órganos que no están directamente expuestos al humo del cigarrillo.
Para más información, visítanos: www.cienciapr.org.