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Cuando se habla de “cyberbullying” muchas personas se limitan a dar referencias de Estados Unidos, como si fuera un problema “de allá”. El perfil de GossipGirlPR en redes sociales como Facebook, Twitter y Ask, junto con el suicidio que se le adjudica, ha puesto ante nuestros ojos una triste realidad: el cyberbullying es un problema real en Puerto Rico.
¿Qué es cyberbullying?
Empecemos por definir el concepto. Un proyecto de la autoría de la expresidenta de la Cámara, Jennifer González Colón, enmendó el 21 de junio de 2012 la Ley Orgánica del Departamento de Educación de Puerto Rico “para prohibir el acoso cibernético y definir el término acoso escolar cibernético”.
En el proyecto, se definió el cyberbullying como “un acto o patrón de incidentes donde media la transmisión de cualquier tipo de comunicación electrónica, oral, escrita, visual o textual, con el propósito de acosar, intimidar, hostigar y afligir a un estudiante o grupo de estudiantes”. Es importante aclarar que el cyberbullying no involucra a adultos como una de las partes (víctima o agresor). El vocablo se limita a menores de 18 años, pues el acoso entre adultos tiene otros términos y consecuencias.
En Puerto Rico, el único estudio sobre el bullying y cyberbullying que se ha realizado está a cargo de la organización Parenting Resources, por las psicólogas Maribel González y Joy Lynn Suárez Kindy. Las encuestas realizadas a 2,600 menores aproximadamente, de escuelas públicas y privadas, demuestran que un cinco por ciento de los encuestados ha estado involucrado en problemas de cyberbullying. Esta cifra representa una tercera parte del bullying en términos generales, conocido como bullying de patio, pues este asciende al 15 por ciento del estudiantado.
El cyberbullying no es penalizado por la Policía
La agente Maldonado de la División de Crímenes Cibernéticos, puntualizó que el Código Penal no identifica al cyberbullying como un delito, aunque sí se trabaja con crímenes en la red. Ante preguntas más específicas, insistió en que no podía dar más información sin la autorización de algún oficial de prensa.
“Hasta los 18 años, cualquier delito que se cometa por parte de un menor, no es un delito, es una falta. Por tanto, al no ser delito tipo 1, la división de estadísticas no va a tener ningún delito correspondiente a eso, porque no es delito. Los menores no cometen delitos; los menores cometen faltas, según el Código Penal de Puerto Rico”, aclaró Karen Torres, oficial de prensa de la Policía.
Torres añadió que es el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) quien atiende estos casos, pues al ser delitos cometidos a través de un medio de comunicación pasan automáticamente a la jurisdicción federal.
La doctora González parece desear limitaciones más específicas para este tipo de crimen, pues dijo: “Puerto Rico no tiene ninguna ley para cyberbullying ni para bullying tampoco, más allá de la que exige el Departamento de Educación a las escuelas, que deben tener políticas y protocolos que evidencien que están trabajando el problema, sin especificar cómo. No criminaliza para nada, ninguno de los dos tipos de conductas".
Otras dificultades
Un problema que se le suma al cyberbullying es la indiferencia que presentan muchos maestros y padres ante el asunto. Muchas veces, se justifican las agresiones como “cosas de muchachos”.
Sin embargo, González insistió en que “estamos hablando de abuso, de maltrato. Eso no es algo normal que debe pasar todo el mundo, sobrevivir todo el mundo como etapa del desarrollo. Estamos hablando de otra cosa”.
Por otro lado, el Internet no es parte del mundo en que crecieron los padres de adolescentes. Maribel González acepta que “para nosotros (los padres) todavía el mundo real y el mundo virtual son dos diferentes. Para los jóvenes hoy día, el mundo es uno solo".
“Hay padres que se les hace difícil la supervisión porque no entienden bien. Nos tenemos que educar mucho, porque no necesariamente entendemos la capacidad que tienen los jóvenes de hacer tantas cosas en Internet, buenas o malas”, afirmó.
Diferencias entre bullying y cyberbullying
El hecho de que el cyberbullying se practique en Internet amplía las oportunidades de afectar a alguien. Además de que se puede emitir un mensaje en cualquier momento del día y desde cualquier punto geográfico, el ataque puede ser visto por muchas más personas en menos tiempo.
“No es como el comentario que se hace en la escuela que lo escucharon los cinco que estaban ahí y después se lo dicen a otros cinco. Estamos hablando de que, literalmente, al otro día pueden haber 10 mil personas enteradas del comentario en la foto que postearon mía”, dijo González.
Además, en el bullying “tradicional”, el sexo no es un factor determinante; afecta tanto a niños como a niñas. “En cuanto al cyberbullying, sí. Hay más niñas que llevan a cabo cyberbullying que los varones. Mi teoría es que esto se debe a que las niñas se envuelven más en lo que son las redes sociales que los varones. [He creado esta teoría a base de] lo que escucho cuando voy a las escuelas, lo que me dicen los muchachos”, explicó la psicóloga.
Consecuencias del cyberbullying
“Aunque el cyberbullying representa una tercera parte del bullying, en consecuencias emocionales, usualmente, son peor, porque es de tipo viral; se multiplica casi al instante”, lamentó Maribel González.
Respecto al suicidio, la experta lanzó una recomendación a los periodistas: “Los reporteros deben tener cuidado de hablar mucho de suicidio cuando se habla de bullying, porque se puede caer en que estudiantes adolescentes comiencen a copiar conductas. Aunque hay evidencia de Estados Unidos que nos dice que está más en alto riesgo un estudiante víctima de cyberbullying o bullying de tener pensamientos suicidas que otros, no hay una relación causa y efecto. Básicamente, una víctima de bullying o cyberbullying puede empezar a presentar síntomas de depresión y ansiedad y si ese estudiante no tiene la ayuda o la red de apoyo necesaria, esa depresión puede llevarlo a tener pensamientos suicidas".
Precisamente por ese motivo, no incluyen en sus cuestionarios preguntas sobre el suicidio. No quieren “que nadie se quede pensando en eso”.
El perfil del agresor
“Los agresores, usualmente, son estudiantes que les gusta tener poder. Usualmente tienen poca introspección, en cuanto a que no se dan cuenta que están haciendo sufrir a otra persona innecesariamente, sino que puede razonarlo de otra manera”, dijo González.
Por otro lado, estudios en Estados Unidos han revelado que los acosadores pueden estar de dos a tres veces más propensos a entrar en conductas antisociales que otros estudiantes, al pasar los años; se puede volver un patrón de conducta.
Recomendaciones
En cuanto a los menores, la primera recomendación de la especialista es la educación. “La mayoría de los casos, yo creo que se podrían prevenir o resolver si los jóvenes entendieran las consecuencias de sus actos”.
Respecto a los padres, les recomienda educación y mucha supervisión. Además, “mantenerse en comunicación con los hijos, hablar del tema desde pequeños”. Aclara que castigarlos no es siempre la mejor solución, porque puede provocar que se afecte negativamente la confianza del menor.
La profesional enfatizó en que “igual como no se dejaría un niño solo a la medianoche a los 13 años, pues tampoco debemos hacerlo en la computadora”.
Pero, si necesitan un oasis, estudios en Estados Unidos han demostrado que, la mayoría del tiempo, los jóvenes que utilizan Internet, lo hacen para cosas positivas.