El acierto –o el desastre– de las reformas educativas recae en cómo se trata a los maestros, apuntó el presidente de la asociación profesional Puerto Rico Teachers of English to Speakers of Other Languages (Prtesol), Aníbal Muñoz Claudio.
Las declaraciones del también profesor universitario se dan en medio del efusivo debate en torno a la Ley de Reforma Educativa de Puerto Rico, que abrirá la puerta a escuelas charters, vales educativos y un aumento salarial a los docentes.
Aunque Muñoz Claudio enfatizó que la ley es una decisión administrativa y que no tomarán posturas en torno al tema, sostuvo que su asociación profesional defenderá siempre los derechos adquiridos de los maestros y maestras.
“Cuando observo, el éxito o el fracaso de las escuelas charters se deriva de cómo han tratado al maestro. El maestro es parte de la ecuación educativa. El estudiante es el resultado de la ecuación. Cuando veo que se trabaja con ese maestro –si está motivado, si está bien apoyado– el resultado va a ser positivo. Los países de avanzada en el mundo han decidido poner su enfoque en el maestro, que es el que ejecuta la misión. Si ese maestro ejecuta bien la misión, sea en escuela pública, charter o el nombre que sea, ese centro educativo va a funcionar bien”, argumentó.
Sin embargo, según la reforma educativa que espera por la firma del gobernador Ricardo Rosselló Nevares, las intenciones son “reformular el sistema educativo en función del estudiante como centro y eje principal de la educación”.
“Nosotros estamos basados en una misión que es educar, desarrollar seres humanos. ¿Y quién es el que ejecuta esa misión? El maestro. El receptor es el estudiante. Por ende, entendemos que entre más capacitado, motivado, cuidado, dirigido está ese maestro, mejor va a ser el producto”, añadió el vicepresidente de Prtesol, Efraín Soto Santiago.
Durante su segundo mensaje de Estado, Rosselló Nevares prometió que les dará a los maestros del Departamento de Educación (DE) un aumento salarial de $1,500 al año, lo que equivale a un alza de unos 72 centavos la hora.
“Entendemos que para que haya una transformación educativa tiene que nacer del corazón y el espíritu de cada educador puertorriqueño. Mantener esa chispa, esa motivación y entusiasmo en momentos que puede ser de gran reto para el magisterio puertorriqueño. Siempre van a haber retos, pero siempre va a haber la necesidad de un buen maestro”, destacó.
Y mantener esa llama encendida en cada maestro es lo que ha intentado hacer Prtesol con los docentes de inglés en Puerto Rico a lo largo de casi 50 años. Es una asociación para el desarrollo profesional de los maestros de escuelas públicas y privadas. Busca que haya maestros ejemplares en la enseñanza del inglés que estén a la vanguardia con las últimas tendencias.
“Una meta grande que Prtesol ha cumplido es que ha impactado la comunidad en cuanto a desarrollo profesional y le ha ofrecido un foro a los maestros para que se expresen, se desarrollen y alcancen muchas metas, que a veces sus propias instituciones no tienen el tiempo o los recursos para proveerle. Lograr superarnos en la profesión es uno de los logros que tenemos. Es lo que se lleva el maestro al salón de clases –más allá de las estrategias de enseñanza– formas innovadoras, conocimiento teórico”, explicó el profesor.
Según Muñoz Claudio, las horas de exposición al inglés de un estudiante que culmina su cuarto año solo se reduce a 90 días, tras restarle los meses de vacaciones, intentar calcular el tiempo promedio de un niño que intenta participar en un salón con 29 estudiantes más, y suponiendo una situación ideal donde ni el maestro ni el alumno falte.
“El sistema de enseñanza de inglés, tiene mucho que aportar y tiene espacio para crecer, pero hay decisiones administrativas que está tomando el DE –el de ahora y el de antes– que se alejan un poco. Falta mucha exposición… El maestro de inglés está haciendo milagros”, apuntó.
Es por esto que la organización, que cuenta con una matrícula que ronda las 500 personas, desea insertarse en la discusión educativa para generar políticas públicas en vías de mejorar la enseñanza de inglés.
“Nosotros tenemos muchos educadores que son autores de literatura puertorriqueña en inglés. Quisiéramos intentar que la política de la enseñanza de lectura de inglés en Puerto Rico dé un espacio a muchos autores puertorriqueños para que sea una literatura contextualizada”, ejemplificó.
Por su parte, Soto Santiago opinó que “debe haber más escuelas de inmersión, donde creemos un ciudadano global”.
Además, desean que se creen reformas educativas que consideren más al maestro, su trabajo y su importancia para la sociedad.
“Hoy más que nunca hace falta que el magisterio mantenga su relevancia, sea resiliente, sea receptivo a los cambios. Queremos luchar, pero con ideas, fortaleciendo al magisterio, que nosotros pensamos es el protagonista de todo este proceso educativo… El maestro es esencial, la educación es esencial en la evolución de nuestro país”, añadió el vicepresidente.
Es por esto que, para su convención anual, este año Prtesol eligió el tema “Relevant and Resilient: ESL Educators Impacting their Communitties”, que se celebrará del 2-3 de noviembre.
Inglés no es negar tu cultura
Puede que alguien piense que el hecho de aprender el inglés le va a restar a su identidad puertorriqueña. Sin embargo, el presidente de Prtesol debate ese argumento, pues entiende que “cada idioma que tú adquieres es un valor agregado que te enriquece”.
“Uno de los postulados que sostenemos es la defensa y protección de nuestra identidad, de nuestro lenguaje vernáculo. No pretendemos enseñar inglés a dispensas o sacrificios de nuestra lengua española. Protegemos nuestra identidad, creemos que somos puertorriqueños y debemos preservar nuestra cultura y lo que somos, pero también tenemos que equipar al puertorriqueño para que pueda desarrollar las destrezas comunicativas para poder compartir y competir a nivel global dentro de una economía internacional”, abundó el vicepresidente.
Es por esto que desean que se aumenten las horas de enseñanza de inglés, que pudiera ser con una hora de laboratorio.
“A través de la historia los vaivenes políticos, lamentablemente, han arrestado la enseñanza del inglés… Cuando los puertorriqueños entiendan que el inglés ya ha trascendido y que lo invite a que sea algo cultural, entonces vamos a tener un sentido de empoderamiento. Si nos empoderamos del inglés, la mentalidad del estudiante cambiaría sin ningún vicio político o de otra índole, sino que es una aceptación”, dijo Muñoz Claudio.
Según los educadores, el maestro debería enseñar que el inglés es parte inherente de Puerto Rico y que, tal vez, sea tan cultural como el español. “Esas políticas se van apoyando cuando el estudiante vea que su literatura es contextualizada y que puede leer algo en inglés sobre Puerto Rico”, puntualizó el presidente.