Una nueva especie amenaza la biodiversidad isleña. Se trata del pez gato africano Clarias gariepinus.
Este pez, que ha sido visto en la zona de Guayama pudiera impactar negativamente los ecosistemas de agua dulce de la Isla, según un artículo reciente publicado en la revista International Journal of Aquatic Science.
El texto, de la autoría del profesor Ruber Rodríguez Barreras y la alumna Camille Zapata Arroyo de la Universidad de Puerto Rico en Bayamón, expone que la especie considerada como una sumamente invasiva, pudo introducirse a la Isla por acuarios comerciales o piscicultores.
Cómo llegó y cuándo, aún es un misterio, según comentó a Diálogo el profesor Rodríguez del Departamento de Biología de la UPR en Bayamón.
Especificó que estos peces fueron encontrados en un canal de agua dulce en Guayama, donde se divisaron otros individuos de la misma especie.
El pez nativo de África, también se ha encontrado en algunos lugares de Asia, Israel, Siria y Turquía. Asimismo, ha sido introducido en América y el Caribe, especialmente a través de la industria de la acuicultura porque se le considera un importante proveedor de proteína. Sin embargo, su presencia ha ocasionado resultados negativos en los ecosistemas de agua dulce.
Se le considera como una de las especies más invasiva del mundo. Es un depredador que tiene la capacidad de arrasar con la biodiversidad acuática nativa, mayormente peces, anfibios y otros organismos invertebrados. También puede comer insectos y aves pequeñas.
Rodríguez lo describió como una especie voraz con una capacidad enorme de supervivencia. Puede incluso caminar por la orilla, fuera del agua, con sus aletas inferiores.
Indicó que aunque son agresivos entre sí, no se ha registrado que hayan atacado a los humanos.
Suelen ser de color gris oscuro, negro o marrón (los descubiertos acá son de color olivo). Tienen un aspecto similar a las anguilas, pero en su boca poseen cuatro pares de barbas. También tienen aletas pectorales donde portan fuertes espinas.
Rodríguez y Zapata identificaron dos individuos de tamaño mediano de este tipo de pez en Guayama. Uno medía 122.1 milímetros de largo por 20.2 milímetros de ancho y el otro 135.7 milímetros de largo por 24.4 milímetros de ancho.
Algunos individuos de esta especie pueden crecer hasta un máximo 5.5 pies.
Rodríguez teme que estos peces continúen esparciéndose por la Isla.
Indicó que en Cuba los introdujeron atraídos por su abundante proteína, pero su crianza se salió de control.
“Sería bueno que Recursos Naturales tomara acción cuanto antes. Si no toma las medidas de control adecuada, pudiera invadir los cuerpos de agua y convertirse en la gallina de palo de agua dulce”, dijo refiriéndose a las iguanas que se han convertido en un problema para la agricultura local.
Rodríguez y Zapata urgieron en el artículo a realizar más estudios a fin de saber cómo controlar la expansión del pez gato por el resto de la Isla y evaluar su impacto en las especies nativas.