Han pasado ya 500 años de la muerte de William Shakespeare y todavía se busca representar sus obras. Esta vez se hizo en un parque y -como muy bien su nombre indica- de noche y en verano. Sueño de Una Noche de Verano se presentó todos los sábados y domingos en el parque Luis Muñoz Marín, desde el 30 de julio hasta el pasado fin de semana del 6 y 7 de agosto.
Bajo una mezcolanza de talento local con actores y actrices como Junior Álvarez, Marisé ‘Tata” Álvarez, Yamil Collazo, Yaraní del Valle, Luis Gonzaga, Yamaris Latorre, Gabriel Leyva, Israel Lugo, Félix Monclova, Mikephillippe Oliveros, Isel Rodríguez, Jessica Rodríguez, Gabriela Saker y Veraalba Santa se llevó a escena este proyecto, a pesar de los todos los contratiempos electrónicos y climáticos con los que se encontraron en sus presentaciones.
Teatro en el Parque, nombre con el que se ha bautizado esta agrupación, pretende darle vida y un toque teatral al recién reinaugurado parque Luis Muñoz Marín, presentando obras gratuitas a lo largo del año.
Sueño de Una Noche de Verano fue su conejillo de indias, y a pesar de ciertos percances que quizás no estaban en sus manos, la obra triunfó en entretener a los suertudos que, entre cientos de personas que se dieron cita allí los fines de semana, lograron ocupar un asiento esa noche.
La obra empieza cuando va cayendo la noche y con ella, allá en el fondo del parque, en un espacio conocido como el Play field, se va acomodando el público y a su vez los personajes, que fingen estar en el más profundo sueño. La obra debe comenzar al atardecer para que en realidad sea el sueño de una noche en verano.
Esta puesta en escena, de una de las obras más reconocidas del dramaturgo británico, narra varias historias de amor que se compaginan entre sí en un bosque mágico. En primera instancia está la boda de Teseo e Hipólita. En el transcurso de esta boda tienen lugar los enredos amorosos de sus personajes principales.
Primeramente, tenemos a Hermia, quién está por casarse con Demetrio, pero ella está verdaderamente enamorada de Lisandro, quien también le corresponde y deciden escaparse al bosque. Hermia decide confesárselo a su amiga Helena, que se lo cuenta a Demetrio pues ella está perdidamente enamorada de él. Demetrio entra al bosque para buscar a su prometida y Helena lo sigue, buscando su amor.
A su vez, los reyes de las hadas tienen una pelea, por lo que Oberón, el rey de las hadas le pide una especie de flor mágica a Puck -espíritu que lo ayuda- con la que puede hacer que quien esté bajo sus efectos se enamore de la primera persona que vea. En una confusión, Oberón le echa la flor mágica a Lisandro, quien ve a Helena. Luego al ver su error, Oberón trata de corregirla echándole la poción a Demetrio, quien también ve a Helena y crean una discusión.
En otro plano, la reina de las hadas -Titania- se enamora de un hombre con cabeza de burro, que originalmente fue al bosque con un grupo de teatreros a ensayar una obra para la boda de Teseo e Hipólita. Finalmente, luego de tanto lío amoroso, Oberón logra corregir su error y cada persona termina casándose con la pareja deseada.
El elenco tan variado, el uso del espacio y las herramientas para crear el escenario le dan un toque refrescante a este trabajo de Shakespeare, pero a su vez crea un trabajo un poco complicado de manejar.
Al utilizar objetos como sillas, camas inflables, lámparas y objetos del día a día, y un vestuario que no es ni muy moderno ni muy antiguo, y un diálogo más fiel a su época, logran darle un balance entre lo antiguo y lo moderno. Esto da gran dinamismo a la obra y fue bastante refrescante, pero, a la hora del diálogo, no se sentía igual de fluido. Muchos de los actores lograban decir sus líneas con gran naturalidad, mientras que otros sonaban un poco forzados. Aun así, la dinámica entre Helena (Jessica Rodríguez) y Hermia (Yamaris Latorre) es una digna de destacar, creando una buena química en escena.
Si hay algo en lo que sí se destacó el elenco, fue en el buen uso del espacio. Los actores y actrices jugaron con todo lo que tenían dentro y fuera del playfield haciendo del parque su escenario.
Al darse esta obra en un espacio abierto y no acondicionado para hacer teatro, los fallos técnicos y el mal tiempo no faltaron. En sus primeras funciones tuvieron problema con el sonido, haciendo perder el hilo de la obra, y los aguaceros de este mes hicieron que se cancelaran algunas funciones (por lo que se espera que prontamente abran otras). Aun así, la aceptación del público fue grande.
Ahora solo queda ver cuándo serán las nuevas funciones y con qué más nos puede sorprender Teatro en el Parque.