La organización sin fines de lucro Cumbre Social comenzó este verano una campaña educativa en cuatro comunidades de San Juan para relacionar a la ciudadanía con la herramienta de democracia deliberativa conocida como presupuesto participativo
Los presupuestos participativos permiten a los residentes de un lugar participar directamente en la toma de decisiones fiscales de su gobierno. Bajo este modelo, los residentes (y no así los gobernantes) identifican sus necesidades y le asignan, en conjunto con el gobierno, una cantidad de fondos para atenderlas. Este modelo ha sido implantado en alrededor de 1,500 ciudades del mundo.
El barrio Caimito, el Residencial Luis Llorens Torres, las comunidades aledañas al Caño Martín Peña y Venus Gardens fueron los cuatro sectores seleccionados. La coordinadora general de Cumbre Social, Eva Prados, informó que desde principios de este año se han efectuado reuniones en éstas comunidades y que en estos momentos los delegados se encuentran preparándose para la exposición de sus propuestas.
En total, unos 98,000 residentes de San Juan se beneficiarán de este proyecto.
Esta iniciativa surge de parte de la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, luego de presenciar el trabajo de la portavoz del Consejo Municipal de Nueva York, Melissa Mark-Viverito, con este tipo de proyecto. Utilizando su modelo, el Municipio contrató a Cumbre Social para llevarles los talleres a las comunidades y prepararlos para llevar a cabo el proyecto.
“Vemos, en este ejercicio, la realidad de ir construyendo una nueva cultura política, en el sentido de que se desarrollen nuevos mecanismos de deliberación y participación colectiva”, expresó Nilsa Medina Piña, coordinadora de las tareas del presupuesto participativo en la Oficina de Alianzas y Participación Ciudadana en el Municipio de San Juan.
El Municipio de San Juan ha separado un presupuesto de $250,000 a cada comunidad, excepto a las comunidades del Caño Martín Peña, a quienes le asignaron $500,000. En cada comunidad se confeccionará un proyecto de los presentados en las exposiciones, que será elegido mediante votación de los residentes.
Estos fondos deben ser utilizados para mejoras en estructuras u otras necesidades permanentes, como por ejemplo, parques y canchas. El reto es que las mejoras se puedan realizar dentro del presupuesto asignado.
El proceso, según documenta la página web de Cumbre Social, consta de cinco pasos: hacer asambleas comunitarias para discutir ideas, crear comités y delegados para la comunidad, la exposición de proyectos, las votaciones por la comunidad y, finalmente, la implementación y monitoreo de éstos.
Prados destacó que en las reuniones que han celebrado ha habido un público muy diverso. Indicó que incluso jóvenes desde 14 años han participado en las primeras asambleas.
Matilde Plá, una de las delegadas de la comunidad de Venus Gardens, describió su experiencia en esta iniciativa como una positiva. Igualmente se expresaron María Cruz, delegada del Caño Martín Peña, Ana María Guzmán, delegada de Llorens Torres, y Edwin Otero, delegado de Caimito, quien resaltó el hecho de que antes no se incluía a la comunidad en este tipo de decisiones. Cruz añadió que se le ha dado la oportunidad para conocer otras personas y ver diversos puntos de vista y necesidades de otras partes de su comunidad.
Entre las propuestas se encuentra el ensanchamiento del puente del sector Canejas, Caimito, que los residentes quieren que se expanda para un acceso más seguro de los vehículos y los peatones. Una de las propuestas de las comunidades del Caño Martín Peña es la creación de un centro comunal en Barrio Obrero-Marina. En el Residencial Luis Llorens Torres se ha propuesto la rehabilitación de sus parques y canchas. Finalmente, en Venus Gardens se propone destapar y mantener el sistema pluvial en la Avenida Venus y la Calle Acuario. Una lista completa de las propuestas se puede encontrar en la página web de Cumbre Social.