Hacía años que no visitaba Crash Boat (La Playuela) en Aguadilla. Esta vez iba con la tarea de conversar con los miembros de la Asociación de Pescadores de La Villa del Ojo de Agua, lugar donde se hilvanan las tradiciones de la pesca y la Virgen del Carmen, la patrona de los pescadores, del mar y de los navegantes en Aguadilla.
Cuando llegué, el área se encontraba solitaria. Me acerqué a ver los pescados desplegados en la nevera y observé algunos letreros pegados en las paredes, muchos sobre información acerca de los peces, y una edición previa de Fuete y Verguilla (“La Ruta del Pescado”) que estaba cerca de un calendario de imágenes de la Iglesia Católica.
Como no llegó nadie, salí a caminar. Justamente, en la parte trasera de la entrada de la pescadería, me encontré con un símbolo de lo que buscaba: un altar con una estatua de la Virgen del Carmen resguardada en un nicho de un acrílico transparente y cobijada por un techito de dos aguas. A esta Virgen, no le faltaban las flores ni los escapularios (imágenes colgadas de su cuello). Mientras las yolas esperaban su turno para ir al mar, parecía como si la imagen de la Virgen se posicionara para velar por ellas y por la hilera de cubículos, donde los pescadores guardan sus herramientas de trabajo.
Cerca de los cubículos conocí a Axel y a su tío Blas, ambos pescadores. Axel y Blas me comentaron que “ya no es igual que antes… los pescadores que creen en la Virgen del Carmen son menos”. Según ellos, la merma de devotos se debe a que la gente practica ahora otras religiones, “hay menos católicos, ahora hay más pentecostales y de otras”. Sin embargo, ellos dos creen en la Virgen por tradición, ya que en su familia sus madres, abuelas, abuelos son o fueron creyentes. Por ejemplo, la abuela de Axel, “murió con el voto puesto” como parte de una promesa por la salud de la hija, la mamá de Axel. Blas, por su parte, resaltó que “es que esa es la Virgen de la gente de por aquí”, porque “la Virgen del Carmen es la Virgen de los pescadores… ella los protege para que siempre regresen,… y hay gente que le pide por milagros y otros le hacen promesas”. Al poco tiempo, llegaron otros pescadores que mientras comentaban sobre la pesca, decían que ellos no creen en ella, en la Virgen, aunque sí han visto las fiestas desde pequeños e incluso habían llegado a participar de ellas.
Alberto Badillo Blas nació hace 84 años en Playuela. Allí nadie lo conoce por su nombre, sino por su apodo Piloto, “ese nombre me lo puso mi mamá al igual que el apodo, Piloto. Aquí estaban los de la base (Ramey), que hablan enreda’o, en inglés, y yo como también hablo enreda’o se adaptó a que me dijeran así”. Añadió que ese apodo también se debe a un compueblano que hablaba también enreda’o, Juan Piloto.
Don Piloto, quien es devoto de la Virgen del Carmen, contó una anécdota de un milagro que ella le había concedido. Al igual que otros pescadores, que había entrevistado previamente, dijo que “son menos los que ahora creen porque han llegado otras religiones”. Pero para don Piloto su fe en la Virgen es inquebrantable. Hace muchos años, ella le salvó la vida. Un día salió a pescar como era su costumbre, pero lo que le sucedió no fue usual. “Pa’ aquellos tiempos donde no había motor y eso era a remo” un marlín, al saltar, le atravesó el cachete con la punta. “Mira olvídate tú, que eso empezó a botar sangre y ahí mismo empecé a pedirle a Dios y a la Virgen que me ayudaran a llegar a un hospital. Y en la misma yola llegué al otro la’o donde me bajé y fui al hospital. Eso fue un milagro, que llegara a ese hospital. Fue mucha la sangre que boté”, recordó.
Aseveró que, es la Virgen del Carmen quien allí, en la pescadería, vela por las yolas y las puertas de los cubículos de los pescadores, los bendice y los protege de la bravata. La bravata parece ser el personaje que representa lo opuesto a la patrona de los pescadores, los navegantes y del mar. La bravata según don Piloto es cuando, “el mar está malo, que está alborota’o”.
Me resultó interesante que en la búsqueda de los devotos del la Virgen del Carmen, encontré múltiples visiones y factores que inciden en esta tradición. Por otra parte, noté que solo algunos pescadores la salvaguardan. Sin embargo, ya sea por tradición, porque les contaron los abuelos y las abuelas, o porque ellos mismos han sido parte de un milagro o promesa, la devoción aún sigue viva. Tal y como escribió la compañera Fabiola Enríquez: “La Virgen del Carmen no está en los libros ni en los altares, sino en las historias personales de sus devotos”. En otras palabras, esta tradición existe y existirá en la medida en que la fe de sus creyentes siga viva. A lo que me atrevería añadir que la Virgen del Carmen existe porque es parte de la identidad local y la tradición oral en la cual se conoce la Virgen, aunque no necesariamente se crea en ella.
Don Piloto, quien lleva toda la vida allí en Crash Boat, fue anteriormente entrevistado en otro volumen de esta revista. La entrevista está bajo el título de “Mitos y sagas en el mar”, en el Volumen 6 Número 1 publicado en febrero de 2012.
Aprovecho para agradecer al personal y pescadores de la pescadería Villa del Ojo en Crash Boat por su disponibilidad y apoyo.
Publicado originalmente en la revista Fuete y Verguilla (Volumen 9, Número 1, febrero 2015,http://seagrantpr.org/v2/wpcontent/uploads/2015/10/fuete_y_verguilla_vol9num1.pdf) del Programa de Colegio Sea Grant y el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral del Recinto Universitario de Mayagüez de la Universidad de Puerto Rico.