Una multitud de estudiantes caminaban de prisa. Algunos escuchaban música, otros se reencontraban con sus amigos. Esperanza y temor reflejaban los rostros y las voces. Eran los gallitos y jerezanas que hoy iniciaron el segundo semestre académico en el Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico.
‘‘Creo que va a ser un año candente’’, exclamó uno de los empleados que prefirió no identificarse.
Ante la posibilidad de cambios y ajustes fiscales que afecten tanto a la institución como a Puerto Rico, los estudiantes y los empleados expresaron sentirse esperanzados, pero a la expectativa.
‘‘Estoy preocupado ante el panorama, pero tengo mucha fe también… Tengo fe en los estudiantes’’, manifestó Luis Pérez Santana, estudiante de Humanidades.
Hoy todo fluía con normalidad, pero habría que esperar las reacciones que tomen los alumnos ante las iniciativas que se propongan, dijo el bibliotecario de la José M. Lázaro, Edwin Torres Torres.
‘‘Yo confío en que transcurra el semestre sin mayores contratiempos…pero sí estamos a la expectativa de que probablemente vendrán cambios, obviamente no favorables’’, agregó Torres Torres.
Los estudiantes internacionales representan otra de las voces. Daniela Vargas Robles, de Venezuela, mostró preocupación de que ante cambios fiscales disminuya la cantidad de alumnos internacionales y la calidad de la educación en el primer centro docente del país.
Por su parte, la rectora interina, María de los Ángeles Castro Arroyo, en una comunicación escrita exhortó a la comunidad universitaria a dar lo mejor de cada cual para garantizarle al pueblo puertorriqueño un futuro digno y esperanzador.