Le pregunto, por qué “Erizo” y me contesta: “Hay un poema de Neruda y otro de Cernuda, ambos terminan igual”. Se refieren al erizo como una metáfora del amor. Según Pablo Neruda, ambos son algo: “redondo, frágil, escondido; / Húmedo, secreto y hostil”. Según Cernuda el erizo nos desangra en el acto de querer. Busco más información y descubro que Arthur Shopenhauer había descrito la “parábola del erizo” en el S. XIX. Los erizos tienen frío, se acercan, pero las púas del otro los hieren.
Al alejarse de nuevo los vuelve a atacar el frío. Entonces se acercan poco a poco, hasta encontrar la distancia perfecta. La metáfora indica que en el amor, mayor cercanía nos expone a mayor dolor, pero la lejanía hace que muramos de frío.Elcuidadoquedemuestra— como corrobora esta anécdota—al escoger el nombre de su editorial lo pone en todo. Ángel Antonio es severo, consigo mismo y con los demás, pero eso no implica que en su porte, su gestualidad, su cara, su aura, se lea nada que no sea calma, alegría, optimismo. Es una combinación rara que denota madurez y que resulta atractiva. Además, Ángel Antonio es poeta. Es buen poeta, supongo que es porque esa personalidad tan centrada que describo lo ayuda a escribir desde la erudición, el cuidado, la calma, el oficio, la paz.
“¿Cómo surge Erizo?”
En 2011. Surgió sin pensarlo. Creé el sello para sacar mi libro titulado El tiempo de los escarabajos. Siempre había contemplado hacer una editorial y en ese contexto me empiezan a llegar libros. Me di cuenta de que la editorial ya estaba formada. Lo había hablado con Luis Negrón (autor con carrera en ascenso vertiginoso por su título Mundo Cruel), quien quería ver un sello que publicara temas de vanguardia y literatura joven. Así, Erizo se propuso publicar libros con propuestas coherentes. Que sean atrevidos. Son a veces libros que no se pueden identificar plenamente dentro de un género literario particular. Nos interesan los intersticios. La editorial quiere poner de moda de nuevo la poesía, aunquesedigaporahíquenose vende. Aunque sea cierto que no se vende, hay abundancia de recitales y hay mucha gente publicando. Yo apuesto a la poesía.
La página en la red electrónica de la editorial (http://erizoeditorial. com/) dice lo siguiente para describir el modo en que se la concibe: “Creamos y creemos en un espacio literario que se forma y se expresa desde la comodidad sobre lo que puede ser o parecer incómodo. Apostamos a las letras que desafían cualquier margen y que como las púas de un erizo se insertan en la piel para ser sentidas desde la epidermis hacia dentro.
Creemos en la fuerza de lo frágil y en lo frágil de la fuerza”.
Cuando le pido que expanda su reflexión sobre su apuesta a la poesía responde: “La poesía requiere un lector con cierta educación. Las librerías ponen los libros de poesía en las esquinas, por lo que no están accesibles a primera vista. Hay quien piensa que los poetas son los únicos que consumen poesía. No creo que sea cierto. He pensado dedicarme solo a la poesía, pero he recibido propuestas narrativas que valen la pena y no he podido decir que no”.
Lo que comenzó casi por azar ya tiene varios títulos en su catálogo, todos buenos, me atrevo a decir. Es interesante que publica poetas jóvenes locales, pero además rescata clásicos y publica obras de escritores de otras partes, como Biografía de un explorador, del español residente en Suiza, José Ovejero,quien acaba de ganar el premio Alfaguara de novela. También sobresale de su catálogo la Poesía reunida de Víctor Fragoso. Le pregunto por qué (esa es la mejor pregunta, saben los niños):
“Yo lo venía persiguiendo hacía tiempo. Contacté su familia, quienes tienen los derechos. En la Biblioteca de la UPR no había un libro de él. Me parece un personaje curioso. Manuel Ramos Otero lo publica en Nueva York en el 76, cuando tuvo su editorial llamada El libro viajero. Sacó solo tres libros. Uno de Etnairis (Rivera), uno de él y el de Víctor Fragoso.
Me parecía una figura dentro de la literatura homoerótica que tiene muchos paralelismos con Ramos Otero (ambos se exiliaron, mueren de SIDA, enseñaron literatura en Estados Unidos) pero Ramos Otero escribía con rabia y Fragoso era zen. La publicación de este libro es uno de los orgullos más grandes que me ha producido algo que yo haya hecho. Es un acto de justicia. Su literatura fue importante y tenía su homosexualidad asumida, como es más normal que sea ahora”.
Del proceso de editar un libro
“Con los otros trabajos ha sido interesante el sentarme con otros autores y asumir su trabajo como si fuera el mío. He, incluso, abandonado mi escritura por trabajar con ellos. Y mi tiempo de lectura se ha dedicado a leer solo manuscritos. Tengo 30 o 40 manuscritos. Algunos ya impresos; otros ya apalabrados. Tengo que darle tiempo a cada trabajo.Tengo trabajo como para un año”.
¿Vives del trabajo editorial?
“No solo de la editorial, sino que ayudo a gente a montar sus propios libros de autor. También hago trabajo gráfico. Lo que estoy haciendo exige un compromiso. Tengo horas de trabajo como todo el mundo. Me siento al escritorio a las 8 y me levanto a las 5. Al principio se confundía mi tiempolibre, mis relaciones, el ocio, con el trabajo. Yo hago todo: diseño, monto, hago la fotografía, la edición, las relaciones públicas”. Sobre la idea del gremio que circula entre distintos gestores de editoriales independientes dice: “Antes de pensar en exportar el libro habría que pensar cómo mejorar el mercado del libro aquí. En los alrededores de las universidades no hay librerías. Habría que potenciar ese mercado”.
Sobre el futuro de su editorial
“Apuesto a que siga su ritmo. El momento en que la tenga que cerrar pues la cierro sin problema. Hay cosas que me gustaría ver pasar. Quiero ayudar a que la gente que no ha sido atendida por la crítica porque no tienen un libro impreso, como Nicole Cecilia Delgado, por ejemplo, que vayan ganando respeto. Quisiera ser un mediador entre escritores autogestores y las instituciones. Yo pienso Erizo como una cooperativa, como una familia. Me veo más como un agente literario que como un editor. Prefiero dar a conocer la imagen del autor más que la obra misma. Lo que quiero decir es que un determinado autor va a seguir escribiendo más allá de lo que yo le publique. Entonces, que a partir de la colaboración conmigo que se le reconozca”.
La autora es profesora en el Departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras.