¿Es posible comer saludable en Puerto Rico?

“De algo uno se tiene que morir”, con esta frase se zumba a la boca un pedazo de pizza con un refresco. Le sale más económico que comprar una ensalada y una botella de agua, además,  no tiene tiempo para cocinar en su casa. Así se excusa diariamente, hasta que su salud comienza a decaer, sube algunas libras y el aire le falta al subir las escaleras. Cuando intenta cambiar su estilo de vida, se siente abrumado con los precios y no sabe qué elegir, así que vuelve a comprar la pizza con refresco.

Según la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglás en inglés) en su reporte del 2012, el índice de precios sobre los alimentos aumentó un 6%. Ante esta situación, el consumidor ha optado por elegir comida procesada, que por lo general es más económica, en algunas instancias, sin tomar en consideración los efectos nocivos a la salud por la cantidad de preservativos que tienen estos alimentos.

La obesidad y el sobrepeso se reconocen como un problema de salud pública tanto en Puerto Rico como en otras partes del mundo. Según las estadísticas de la Organización Mundial de Salud (OMS), dos de cada tres adultos está sobrepeso y uno de cada tres está obeso en Estados Unidos. Con un panorama de aumentos continuos en los precios de los alimentos, ¿es posible comer saludable?

Para la nutricionista Liza Díaz, llevar un estilo de vida sano en Puerto Rico es fácil, la clave es buscar alternativas de ofertas. “No tienes que comprar todo fresco, todo orgánico. Hay alimentos saludables que son costo efectivos que duran tiempo en la nevera. Si se te dañan los vegetales, pues mejor cómpralos congelados. Es cuestión de orientarse”, aseguró.

Necesaria la orientación para un nuevo estilo de vida

La fundadora de la eco-empresa El Departamento de la Comida,Tara Rodríguez, aseguró que la comida saludable no es cara, sino que el consumidor no está debidamente orientado para elegir las mejores ofertas.

“Es accesible alimentarse saludable pero muchas personas no saben ni dónde empezar. Ahora con las nuevas tendencias que salen, hay muchos rotos en la nutrición. Esta moda de Herbalife no es necesariamente saludable. Existe el interés (de mejorar la calidad de vida), pero no una debida orientación”, afirmó Rodríguez.

Rodríguez aconsejó al consumidor a buscar alternativas para ahorrar dinero y comer saludable, desde cocinar en la casa hasta sembrar. Al igual que Díaz, la agroempresaria instó que los alimentos locales son de mejor calidad. Asimismo, exhortó invertir en productos puertorriqueños para aportar al crecimiento de la economía del País.

Aunque parecería que la cultura de comprar en las “placitas” o los mercados agrícolas ha desaparecido, Rodríguez aseguró que aún existen personas que prefieren comprar local porque así conocen sobre el producto y pueden entablar conversaciones con el agricultor. Actualmente, cada pueblo tiene su mercado agrícola y existen algunos establecimientos como El Departamento de la Comida que promueven el desarrollo de alimentos saludables.

“Cuando experimentas un cambio, no quieres volver para atrás. Las papitas fritas no te va a causar daño hoy, pero mañana sí por la cantidad de preservativos que luego te vuelven adicto. Es hora de romper la adicción y la base para lograrlo es la educación”, expresó Díaz.

La nutricionista recibe a diario pacientes diabéticos que se muestran apáticos al cambio, pero aseguró que una vez se orientan, descubren que se ahorra más comprando comida saludable. Díaz constó con el ejemplo de un paciente diabético que tenía una puntuación de 400 en los niveles de azúcar y en cuatro meses bajó a 100, lo normal para una persona con su condición.

Opciones para el consumidor

A la hora de comprar comida, la nutricionista aseguró que se puede comenzar el cambio comprando frutas y vegetales congelados que por lo general son más económicos. Aunque los alimentos orgánicos son más “limpios” y conservan mejor sus nutrientes, Díaz comentó que es un proceso que se desarrolla “poco a poco”.

“He tenido pacientes que les da miedo comprar alimentos más saludables porque creen que van a gastar más. Después que experimentan el cambio se dan cuenta que realmente se ahorra más. Esto es un cambio físico y mental. He tenido pacientes que de comprar congelado de momento comienzan a comprar todo orgánico”, explicó Díaz.

Por su parte, Rodríguez aconsejó a “sacar tiempo para cocinar”. Según la agroempresaria, es más saludable cocinar en la casa que comprar alimentos en restaurantes de comida rápida. Aunque parezca que la comida chatarra es más económica, la realidad es que al comprar estos productos diariamente se gasta más de lo que podría invertirse en comida saludable.

“Es un ahorro significativo. [Al hacer el cambio] se gastará un poco más al principio, pero a largo plazo ahorras visitas a los hospitales y te evitas medicamentos con efectos secundarios perjudiciales para la salud. Lo importante es tomar las decisiones, cada cual a su paso”, concluyó Rodríguez.

Este artículo es el primero de una serie especial sobre el acceso a una alimentación saludable en Puerto Rico. El segundo artículo hará un recuento de los mercados agrícolas en el País.

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SOBRE EL AUTOR

Janice Mejías