En esta ocasión me he dejado llevar por un género que, sinceramente, no suelo tocar mucho, el ensayo. Pero es que no he podido resistirme a este Escritores delincuentes que nos propone José Ovejero. La verdad es que me había pasado desapercibida su publicación, pero en uno de esos habituales paseos por la librería me topé con él, y claro, con semejante título, no pude resistirme a echarle un vistazo. Y tras leer unas cuantas páginas allí mismo, no tuve ninguna duda en llevármelo inmediatamente a casa. Gran acierto por mi parte.
Y es que lo que José Ovejero nos propone no tiene desperdicio, ya que hace un gran repaso a la mayoría de escritores que han pasado una temporadita entre rejas, con independencia de la época o del delito cometido. Pero claro, la cosa se complica y el abanico es muy amplio, así que había que acotarlo de alguna manera, y la que el amigo José ha elegido ha sido la de tener en cuenta a aquellos escritores que han cometido un delito y que han pasado un largo período en la cárcel por ello, pero sobre todo, que esto haya tenido una influencia importante en su vida y su obra literaria.
De todas formas no hay que preocuparse, ya que también dedica algunos capítulos a los que se quedan fuera por los pelos, es decir, aquellos de los que no se probaron sus crímenes o cuya estancia en prisión fue mínima. Partiendo de aquí nos encontramos con un libro entretenidísimo y que desata inmediatamente nuestra curiosidad. Y es que resulta muy llamativo un pensamiento muy generalizado que seguro nos ha pasado alguna vez por la cabeza, ya que parece que un autor que sea capaz de escribir un gran libro o que nos haga sentir emociones a flor de piel, no puede ser el mismo que comete un delito y, es más, da la impresión de que no merece estar entre rejas. Esto que puede parecer un disparate, se repite una y otra vez en distintos casos, ya que los intelectuales de cada época solían tener dicho pensamiento y se movilizaban para liberarlos.
La verdad es que, como les decía, la lectura de ‘Escritores delincuentes’ se hace muy amena, por supuesto en gran parte gracias a la habilidad de Ovejero para contar las historias de cada uno de los escritores que aquí aparecen. Nombres como los de Chester Himes, Jack Kerouac o Anne Perry desfilan por esta páginas, y aunque reconozco que no conocía a alguno de los autores que por aquí aparecen, no es menos cierto que esto no impide en ningún momento que sigamos disfrutando de la lectura y que sintamos inmediatamente interés por leer alguna de las obras de los mismos.
Para mojarme un poquito, les diré los tres escritores que más me impactaron. Quizás el primer puesto se lo llevé la ya nombrada Anne Perry, porque esta autora de best sellers es, ni más ni menos, que una de las Criaturas celestiales que Peter Jackson trasladó al cine. Para quien no conozca la historia, sólo basta decir que mató junto a su amiga a la madre de ésta.
Igualmente impactante, otro habitual de la lista de los más vendidos, Sir Jeffrey Archer, del que encontré algún que otro libro en casa de mis padres. Si bien el bueno de Archer cometió otro tipo de delitos y es inevitable que sonriamos incluso ante las historias de semejante caradura.
Y para acabar, y de este no nos extraña casi nada, William Burroughs, el degenerado autor norteamericano que mató accidentalmente a su esposa cuando parece ser que jugaban a hacer de Guillermo Tell.
Pero ‘Escritores delincuentes’ es mucho más, no crean que estamos sólo ante la exposición de unos hechos que nos hace calmar nuestros instintos más morbosos, porque todo está debidamente razonado e intentando encontrar una explicación a lo que ocurre, ya sea buscando los lugares comunes de los autores o profundizando en la biografía de cada uno de ellos. Como podrán imaginar, en la gran mayoría existen abusos o maltratos de algún tipo durante la infancia, y muchos también parten de una situación de pobreza, aunque ya advierto que hay un poco de todo.
En cuanto a José Ovejero, decir que nació en Madrid en 1958 y que ha tocado todos los géneros dentro de la literatura es poco. Desde la poesía a los ensayos, pasando por supuesto por las novelas y los cuentos. Entre sus obras destacan títulos como La comedia salvaje, Cuentos para salvarnos a todos, China para hipocondríacos o Las vidas ajenas, con la que ganó el premio Primavera en el año 2005.
No me queda más remedio que recomendarles ‘Escritores delincuentes’, que es entretenimiento (y del bueno) asegurado. Ideal para regalar en estas fechas que se aproximan, porque seguro que no deja a nadie indiferente, y es que todos tenemos ese lado algo cotilla y curioso que nos hace querer bucear en las vidas ajenas, y si son de escritores ya ni les cuento. Así que si tienen la oportunidad no lo piensen mucho, que les digo que su capacidad de sorpresa se pondrá a prueba con estas historias.
Mailer consiguió que se publicase una selección en un volumen que obtuvo críticas hiperbólicas:
«Quizá uno de los libros más importantes de nuestra era», según Vogue. Mailer también le ayudó a obtener la libertad condicional. Tras salir de prisión Abbott fue recibido con entusiasmo en los círculos literarios neoyorquinos. Aquellos a los que Tom Wolfe había apodado radical chic estaban encantados con su mascota.
Seis semanas después de quedar en libertad, Jack Henry Abbott mató de una cuchillada a un camarero con el que tuvo una discusión.
Fuente Blog Papel en Blanco