Varios estudiantes del Recinto de Ciencias Médicas (RCM) de la Universidad de Puerto Rico tuvieron, recientemente, la oportunidad de participar en un proyecto educativo en la Península de Cantera en San Juan. Los futuros profesionales de la salud visitaron esta comunidad durante varias semanas para ofrecer orientación a la población, a la misma vez que recolectaban los datos necesarios para crear planes de acción para mejorar la salud de ese sector.
Los diecinueve jóvenes de cuarto año de medicina trabajaron en este proyecto comunitario como parte del curso de Salud Pública (MCUA 7427) ofrecido por la profesora Aurinés Torres Sánchez, quien se encargó de que sus estudiantes se expusieran e interactuaran directamente con una situación real de una población vulnerable. El proyecto trae una perspectiva panorámica de la salud de esta comunidad y como mejorarla. Para esto, los estudiantes del curso se dividieron en varios grupos, cada uno de ellos atendiendo distintos aspectos de la salud de los residentes de Cantera.
Los grupos realizaron presentaciones individuales de sus respectivos temas compartiendo datos estadísticos, leyes aplicables para distintas situaciones de salud y experiencias personales. Entre los temas de salud se encontraban la dependencia de sustancias, la violencia entre parejas, la educación sexual en jóvenes y la salud de los envejecientes.
Mediante encuestas y experiencia empírica plantearon posibles soluciones para resolver las presentes necesidades de salud a las que se enfrentan los residentes de esta comunidad. “Yo entiendo que la comunidad es bien abierta a recibir todo lo que sea beneficioso para ellos”, expresó la representante de Cantera Emmy Ayuso, quien estuvo presente en la presentación.
El grupo que trabajó con la dependencia de sustancias mencionó la importancia de conocimiento psicológico y lo difícil que puede ser que un paciente acepte su condición. Por otra parte, los estudiantes que trabajaron con envejecientes informaron que dos de los factores de más riesgo que enfrenta esta población es que sus familiares los dejan solos o residen en viviendas inadecuadas para su condición etaria.
Otro de los grupos, que se enfocó en la educación sexual de los jóvenes de intermedia, visitó una escuela de la comunidad. Una de las deficiencias que encontraron los estudiantes en esta área de la salud fue que, por razones religiosas o culturales, los jóvenes de esta institución no contaban con educación sexual básica. Para esto, los estudiantes de RCM conformaron un módulo educativo con información anatómica y realizaron talleres educativos en los que se orientaba a los chicos acerca de la prevención de Enfermedades de Transmisión Sexual (ETS).
“A los chicos de la escuela les gustó mucho la visita de los estudiantes. Me encanta el proyecto y me gustaría que se aplicara en la comunidad, en especial dentro de la escuela. Yo desconocía que no se contaba con un maestro de salud, así que planifiqué diferentes talleres en la institución para los próximos meses, los cuales prepararé con el apoyo de los estudiantes del RCM”, expresó Ayuso.
En la presentación del proyecto, además de todos los estudiantes del curso y la profesora Torres Sánchez, se contaba con la presencia del decano de la Escuela Graduada de Salud Pública, el doctor Ralph Rivera Gutiérrez, quien expresó la necesidad que hay de este tipo de proyectos de salud en los que se trabaja para mejorar la calidad de vida de una comunidad.
El doctor Rivera Gutiérrez hizo alusión a la importancia que hay en mejorar la preparación médica y aclaró que la medicina no se debería enfocar en remediar daños en la salud, sino en prevenirlos y para esto trajo a colación la condición médica en Cuba.
“(En Puerto Rico) Hay que trabajar el modelo cubano. Los resultados de salud que hay en Cuba son mejores que los nuestros a pesar de que nosotros gastamos aproximadamente 10 veces más per cápita en el área de salud que ellos. El problema es que nosotros lo dedicamos a enfermedad y ellos a salud pública y prevención”, comentó el doctor.
Por otra parte, Milagros López, estudiante del curso de Salud Publica del RCM, trajo a colación una de las barreras en el servicio de salud primario: “Entiendo que tenemos que volver al concepto de un médico integral. Estamos bien fragmentados en términos de nuestro entrenamiento y visualizamos las cosas desde la especialidad. Quizás se debería forzar a que nuestra facultad y todo nuestro proceso educativo se obligue hacer el ejercicio de hablar de medicina primaria dentro de cada sistema, sería una buena innovación en nuestra preparación medica”, comentó la estudiante de Ciencias Médicas.
López enfatizó que no solo los psiquiatras o especialistas deben trabajar con el problema de adicción, sino que los médicos primarios también deberían manejarlo.