Un grupo de estudiantes irrumpió esta noche en la reunión de la Junta de Gobierno de la Universidad de Puerto Rico (UPR) para rechazar el plan fiscal que discutía dicho cuerpo –que contempla un recorte presupuestario de $241 millones para el 2021 hasta el 2026– y solicitar una reunión en los próximos días con el Comité Negociador del estudiantado, algo que la propia junta rechazó hacer a inicios del cónclave.
La ocupación del pleno de la Junta de Gobierno dio por concluida la reunión, por lo que se dejó en remojo la discusión y aprobación del plan fiscal, que deberá estar en manos de la Junta de Control Fiscal (JCF) el domingo para ser certificado. Se esperaba que el documento recibiera el visto bueno por parte del máximo foro rector de la UPR, cuyo recorte de $241 millones para el 2021 contrasta con los $450 millones propuestos por el ente federal para ese mismo año.
Como parte de la intervención –que duró unos 45 minutos– el estudiantado forzó a la presidenta interina, Nivia Fernández, y a los demás miembros de la Junta de Gobierno a firmar un documento con los reclamos que, entienden, no han podido dialogar con la administración universitaria.
Estos son la oposición al plan fiscal que preparó la UPR en colaboración con la Autoridad de Agencia Fiscal y Asesoría Financiera (Aafaf) a petición de la JCF; cero recortes al presupuesto universitario; ningún tipo de sanción para los estudiantes en protesta; y favorecer la auditoría ciudadana de la deuda.
Con las firmas consignadas “para récord público” de Fernández –a quien también se le solicitó la renuncia– y los miembros de la junta, el grupo de estudiantes dejó en manos de ese órgano la coordinación de la reunión con el Comité Negociador en los próximos días pues, a su juicio, es la administración universitaria quien tiene que demostrar su apertura a la comunicación.
“Nivia, esto es lo que te pasa y lo que te va a seguir pasando si no atiendes los reclamos de los estudiantes. ¿Qué te creías, que no íbamos a entrar? ¿Vas a firmar el presupuesto? ¿Vas a firmar el plan fiscal sin atender nuestros reclamos?”, le increpó la estudiante Verónica Figueroa a la presidenta interina, que no habló durante toda la manifestación y quien lucía afectada.
“La única razón por la cual esto está sucediendo es porque este cuerpo no ha atendido las exigencias estudiantiles por años ya. La razón por la cual el estudiantado está entrando de esta manera aquí fue porque estábamos desde más de tres horas allá afuera exigiendo que el Comité Negociador entrase a dialogar las exigencias estudiantiles y las propuestas y ustedes nos dieron de codo. Y no solamente eso. El Comité Negociador quedó trancado en una esquina, en un salón oscuro, por más de una hora por culpa de esta situación” de rechazo al diálogo, expuso el estudiante Francisco Santiago.
Tras la manifestación, Fernández se limitó a decir que acogía la responsabilidad que conlleva su cargo. “Seguiremos trabajando y buscando otros medios de diálogo. No tengo más declaraciones”, sumó. Minutos después fue escoltada por la Policía para salir del edificio.
Por su parte, el presidente de la Junta de Gobierno, Carlos Pérez, expresó que “nosotros estamos tratando de hacer nuestro trabajo con la verdad y la realidad de Puerto Rico” y los estudiantes “no quieren que trabajemos de esa manera”.
Mientras, Pedro Rodríguez, representante estudiantil subgraduado ante la junta, señaló que apoya los reclamos del sector que representa, pero no justifica la situación que ocurrió.
En el limbo plan fiscal de la UPR
La intervención estudiantil tuvo como efecto que la reunión de la Junta de Gobierno concluyera, por lo que todavía la UPR no cuenta con un plan fiscal aprobado que pueda presentar a la JCF el próximo domingo.
Para el próximo año fiscal que inicia el 1 de julio, la UPR dejará de recibir del Estado $149 millones. Para contrarrestar ese ajuste, la administración universitaria identificó ahorros operacionales ascendentes a $91.5 millones y nuevos ingresos que suman $57.5 millones. Estos ingresos se lograrían, por ejemplo, mediante acuerdos interagenciales, servicios de tutorías brindados al Departamento de Educación, y los ingresos por el aumento de la matrícula.
De acuerdo con el plan elaborado por la administración de la institución, lo que dejará de recibir las arcas universitarias aumentará gradualmente –$180 millones para el 2019 y $210 millones para el 2020– hasta el 2021, cuando se fijaría en $241millones. Este último número se mantendría hasta el 2026.
En cuanto a la matrícula, se establecería un costo base de $120 por crédito. Dependiendo de la necesidad económica del estudiante, la UPR estaría subvencionado entre un 100% ($64) y un 10% ($6) por crédito. Es decir, el alumno que reciba la totalidad de la subvención pagaría $56 –el costo actual– por crédito. Para el estudiante que no reciba la subvención, una matrícula de 15 créditos le costaría $1,800 semestrales, a diferencia de los $840 que le cuesta actualmente.
El plan contempla, asimismo, la creación de cuatro hubs o epicentros donde recintos absorberían unidades para consolidar en un solo lugar la estructura financiera, presupuestaria y de recursos humanos.
Así, al Recinto de Río Piedras se integrarían las unidades de Bayamón y Carolina; al Recinto Universitario de Mayagüez, las unidades de Aguadilla, Arecibo y Utuado; y al campus de Cayey, las unidades de Humacao y Ponce. El Recinto de Ciencias Médicas operaría solo.
Al momento, es incierto el futuro del plan fiscal de la UPR. Además de que no ha sido aprobado por la Junta de Gobierno, el hecho de que el recorte de $241 millones sea menor al propuesto por la JCF pone en entredicho que el ente federal lo apruebe. Justamente los $450 millones menos en la aportación estatal al presupuesto universitario propuesto por la JCF fue uno de los catalíticos de la huelga indefinida sistémica que se da en siete de once unidades de la UPR.
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