Los hallazgos de un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cornell en Nueva York desmienten el argumento de que el gas natural es “más limpio” que los combustibles fósiles, uno de los más utilizados por el gobierno de Puerto Rico en su defensa del proyecto del gasoducto Vía Verde.
El estudio, cuya versión final se presentará a fines de esta semana, encontró que el esquisto (“shale gas” en inglés) recuperado por el proceso de fracturación hidráulica de alto volumen (conocido como “fracking” en inglés) producirá más gases de invernadero que la quema de carbón durante las próximas dos décadas.
Los investigadores de Cornell dejan claro que la percepción generalizada de que el gas es la alternativa más limpia entre los combustibles fósiles es un mito porque cuando se incorporan las emisiones de metano en la ecuación, el esquisto tiene mayor impacto climático que el carbón o el petróleo.
El gas natural está compuesto mayormente por metano, y el estudio estima que entre el 3.79% y el 7.9% del metano del esquisto escapa a la atmósfera durante el proceso de “fracking”. El metano produce el “efecto invernadero” – que atrapa el calor dentro de la atmósfera – y tiene un efecto mayor en el calentamiento global que el carbón, según el informe.
“La huella del gas invernadero del esquisto es mayor que para el gas convencional o el petróleo en cualquier momento en el horizonte, pero en particular durante un periodo de 20 años. En comparación con el carbón, la huella del esquisto es al menos 20% mayor y quizás el doble en el horizonte de 20 años”, reza el documento.
La administración Obama le ha dado el visto bueno al proceso de “fracking” – lo que ya ha generado protestas masivas en Nueva York y Pennsylvania – y el propio Presidente ha dicho que gracias a esta práctica, los Estados Unidos contará con grandes reservas de combustible en el futuro. Algunos expertos ambientales ya han dado la voz de alerta sobre este proceso debido al peligro de que químicos peligrosos y radiación utilizada en el proceso llegue a los cuerpos de agua.
“Si la meta es reducir el calentamiento global, la gran huella del gas esquisto mina la lógica de su uso como un combustible transitorio durante las próximas décadas. No pretendemos que nuestro estudio se use para justificar la continuidad del uso del petróleo o el carbón, sino que queremos demostrar que sustituir estos combustibles fósiles por el esquisto podría no tener el efecto de mitigar el cambio climático”, rezan las conclusiones del estudio.
Los investigadores urgieron a las autoridades y a las empresas de gas natural y “fracking” a realizar estudios más abarcadores sobre las emisiones de metano en sus procesos de producción, distribución y almacenamiento de esquisto.
Vea el informe preliminar del estudio de Cornell
*Lea el artículo original en Mi Puerto Rico Verde.com