Esta crónica es parte de una serie producto del viaje a Cuba realizado por estudiantes del curso de Cine Latinoamericano de la Escuela de Comunicación del Recinto de Río Piedras, de la Universidad de Puerto Rico.
Por: Yaneris Soto Muñiz
El receso académico de Semana Santa en la Universidad de Puerto Rico fue uno muy enriquecedor para 24 estudiantes de Comunicación Audiovisual de la Escuela de Comunicación del Recinto, quienes viajaron a la isla hermana, Cuba, para participar de una serie de talleres que resultarían en la producción de un cortometraje.
Estos 24 estudiantes, la mayoría de la concentración de Cine, compartieron durante 11 días una experiencia completa que incluía convivir con otros 16 estudiantes de Relaciones Públicas, Publicidad y Periodismo. Durante los primeros cinco días del viaje los participantes estuvieron recibiendo talleres de la historia y convergencia del nuevo cine latinoamericano en la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano, precisamente. Además, disfrutaron de una experiencia cultural por las calles de La Habana.
Durante esa semana, los estudiantes de Comunicación Audiovisual estuvieron hospedándose en la Escuela Internacional de Cine y Televisión (EICTV) en San Antonio de los Baños, en el municipio de Artemisa, a una hora de viaje en autobús de La Habana.
Ya en la EICTV los alumnos puertorriqueños recibieron un taller teórico-práctico de producción y realización, a cargo de las profesoras Marta Orozco y Camelia Farfán. En este micro taller los estudiantes aprendieron las técnicas y procesos a seguir en las etapas de Desarrollo, Pre-Producción, Producción y Post-Producción de un proyecto cinematográfico. Los participantes se dividieron en cuatro grupos de seis personas para desarrollar y producir un cortometraje de un máximo de tres minutos.
Los grupos debían escoger una idea para desarrollarla en un guión. El día de rodaje estaría dividido por horas, en las cuales cuatro de ellas estarían dedicadas a filmación y otras cuatro a post-producción. En la asesoría de guión de los grupos participaron Xenia Rivery, Nurielis Duarte y Joaquín Octavio González, todos de la EICTV. Los 24 jóvenes tuvieron la oportunidad de interactuar con otros estudiantes internacionales que se encuentran tomando tomando talleres y con los del curso regular, en especial los de primer año, quienes fueron autorizados a colaborar con los estudiantes puertorriqueños en lo que fuera necesario.
Para los puertorriqueños, el llegar a la isla vecina y poder vivir la experiencia del cine desde una escuela internacional fue única y ninguno de los cineastas en ciernes había tenido una experiencia similar anteriormente. Para Sol Rodríguez, de la UPR, su ”impresión de Cuba en general se basa en dos cosas: cultura y agricultura, y la Escuela es un vivo ejemplo de esto. Localizada en un sector mayormente agrícola y con una vista hermosísima del campo la Escuela forma a futuros profesionales en el campo cultural de Cuba y todo el mundo’’, afirmó.
Algunos de los aspectos que más gustaron a los estudiantes de audiovisual fue el compartir con estudiantes internacionales. Este fue el caso de Bryan Reyes y Shalomir Gierbolini, quienes se llevaron gratos momentos con los estudiantes de cine de la Escuela.
”Fue una tremenda experiencia, nos recibieron con brazos abiertos el personal docente y los estudiantes. Conocimos personas de diferentes partes del mundo que estaban allí con un mismo propósito: aprender y hacer cine. Desde levantar actores a las 7:00 a.m. después de un día de ‘jangueo’, hasta aprender a coger el “boom” por un sonidista que veía el sonido como algo sagrado”, contó Gierbolini.
Por su parte, Reyes relató que lo más que le impresionó “fue el nivel de educación y el entusiasmo que tenían sobre el cine, tanto los profesores como los estudiantes. El intercambio intelectual y cultural fue muy abundante”.
“Conocí personas muy interesantes con ideales muy bien forzados que hicieron que me sintiera orgulloso de lo que estaba estudiando. Me llenó de orgullo el logro colectivo de los cuatro grupos y cómo representamos el talento que hay en la isla’’, añadió Reyes.
Ciertamente, el haber filmado un cortometraje en tan prestigiosa escuela es algo que los estudiantes de audiovisual añadirán como experiencia académica importante en el campo del cine. Para Rodríguez, ”fue una gran oportunidad poder aprender de los profesores y estudiantes que nos ayudaron, sobre cómo se hace cine en el mundo real y todo lo que implica: más roles y mucho más papeleo del que te enseñan en la Escuela (de Comunicación del Recinto), que al final facilita el proceso. Fue mucho lo que aprendimos en solo tres días”.
De igual forma, Gierbolini explicó que ”fueron 3 días intensos, de desarrollar el guión, una propuesta, establecer un plan de rodaje, grabar y finalmente editar y presentar, pero valió la pena. Al final todos los grupos lograron el objetivo y regresamos con cuatro cortometrajes en la maleta. Solo queda decir ‘hasta la próxima Cuba y gracias a la EICTV’’’, finalizó.
La Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños fue creada en el 1986 por la Fundación del Nuevo Cine Latinoamericano. Anualmente recibe profesores de todo el mundo que imparten diversos cursos y talleres en la Escuela, la cual tiene una visión humanista y utópica. En su fundación se concibió como un centro para desarrollar el talento creativo de estudiantes de América Latina, Africa y Asia. Desde entonces se distingue por ser un espacio de diversidad cultural y alcance multinacional, por lo cual la describen como ”La Escuela de Todos los Mundos”.