Hace aproximadamente un mes, más de la mitad de las unidades académicas que integran el sistema de la Universidad de Puerto Rico (UPR) no cumplieron con el protocolo para evaluar a los candidatos que aspiran a ocupar la Presidencia, según establece el Reglamento General de la institución. Una de esas unidades fue la UPR en Humacao (UPRH), donde en la mañana de ayer el Comité de Consulta celebró el “Foro de los candidatos a la presidencia”, que contó con la participación de los cinco candidatos que aspiran ocupar esa posición.
Tal y como había señalado a Diálogo hace unas semanas el rector de UPRH, José Encarnación González, una vez finalizara la huelga indefinida, Humacao procedería a atender todo lo relacionado con la vacante de la presidencia a la UPR.
Martha Quiñones, Arturo Avilés, Miguel Muñoz, Carlos Colón de Armas y la saliente presidenta interina, Nivia Fernandez, se presentaron ante la comunidad universitaria de la unidad humacaeña para exponer parte de sus planes de trabajo. Cada uno de los deponentes contó con un máximo de diez minutos para hacer una breve presentación de sus propuestas e, igual, contaron con varios turnos de preguntas en los que estudiantes, docentes y no docentes realizaron interacciones de un minuto con los deponentes.
La primera en tomar turno en el podio fue la saliente presidenta interina, Nivia Fernánadez, quien recibió duras críticas por parte del estudiantado de la UPR en Humacao. Fernández se limitó a plantear la importancia de las alianzas multisectoriales en la universidad y a manifestar que el primer centro docente borincano tiene que desarrollar un plan fiscal alineado a las necesidades del País, las cuales —entiende— están enmarcadas en el desarrollo social de Puerto Rico.
“Es importante alinear las áreas esenciales y posicionarnos sobre ellas. Hay que tomar en cuenta el perfil demográfico de nuestra matrícula estuadiantil […] Yo no vengo a reinventar una rueda, vengo a trabajar dentro de una estructura que ya está”, dijo la pasada presidenta, quien abandonó su puesto a raíz de la presión que generó en los tribunales la reciente huelga universitaria.
De acuerdo a Fernández, hay que poner en marcha un plan estratégico sistémico y una agenda de desarrollo sostenible que permita trabajar de la mano con los municipios que se benefician de la Universidad. Para ello, destacó, es fundamental que la UPR repase su misión.
En cambio, para el expresidente de la UPR, Miguel Muñoz, la universidad del Estado es una empresa donde los estudiantes deben ser interpretados como clientes y la educación como un producto. En esa línea, su visión —aseguró— responde a la crisis y a la importancia de emular el modelo de educación superior de los Estados Unidos, a pesar de que estados como Nueva York han redefinido su filosofía educacional ante el fracaso de un modelo empresarista.
“El estudiante es un cliente nuestro y en esa dirección es que hay que dirigirnos”, afirmó.
“Yo le voy a decir cosas que ustedes no quieren escuchar. Pero es el momento que la UPR y el pueblo de Puerto Rico tenga los pies en la tierra y que reconozcan la situación real por la que atraviesa el País. Si yo viniera aquí y no les digo que hay que hacer ajustes [en la universidad] les faltaría el respeto y a la inteligencia de ustedes”, declaró Muñoz, quien arrancó varias carcajadas en el público al asegurar que su misión está fundamentada en principios humanos y democráticos.
“Si yo viniera a decirles a ustedes que yo no creo que es necesario aumentar la matrícula, yo les tengo que decir que tenemos que sentarnos y considerar un aumento de matrícula. Tenemos que ser claros en eso. Si queremos defender a la Universidad como debe ser, tenemos que ser claros con la situación del País […] Tenemos que ver la Universidad como un proyecto de desarrollo económico y como un puente empresarial hacia el sector privado”, añadió, a la vez que destacó que hay que aspirar, igual, a una universidad virtual y a distancia, por lo que indicó que habrá que eliminar cursos con baja participación.
Mientras, el exrector de la UPR en Bayamón, Arturo Avilés señaló que —al igual que Muñoz— persigue una visión humanista y de respeto. En esa línea, resaltó la importancia de que la Administración Central UPR vea oportunidad de desarrollo en las “unidades pequeñas” del sistema. Ante eso, expresó que en su plataforma la aspiración principal con estas instituciones es trabajar para lograr la puesta en marcha de programas de maestría para dar más poder a estos centros académicos.
De acuerdo con Avilés la revisión curricular en la UPR es una necesidad imperiosa. Igualmente, subrayó que es momento de interpretar el deporte universitario de manera distinta. Para él, es necesario impactar los programas deportivos “para lograr que a la larga generen movilidad económica para beneficio de la institución”.
Entretanto, el doctor Carlos Colón de Armas aspira a una universidad que brille por su rigor analítico y crítico. Según sostuvo, persigue una transformación institucional a 10 años en la que el aumento de matrícula no sea una prioridad absoluta, pues “si uno aumenta la matrícula está fortaleciendo el pago de la deuda”.
“La UPR necesita más ingresos. No podemos buscar soluciones para el problema de la UPR en modelos que están fracasando, no me parece razonable. La solución está en hacer del fondo dotal algo real. Tenemos un fondo dotal que nadie sabe cómo donar a ese fondo. Es importante hacer de ese fondo una herramienta accesible que sirva de inyección financiera para la Universidad”, puntualizó el profesor de finanzas de la Escuela Graduada de Administración de Empresas del Recinto de Río Piedras, quien entiende que dicho fondo debe ser una prioridad universitaria, dado que le corresponde a esta generación transformar la realidad de la UPR.
Finalmente, quien más simpatía levantó entre los presentes fue la doctora Martha Quiñones, quien entiende que urge ver la Universidad desde una perspectiva de gobernanza diferente.
“Hay que devolverle la UPR al pueblo de Puerto Rico por medio de la autonomía fiscal, académica y administrativa. Tenemos que empezar a elegir a nuestros rectores, decanos, etcétera. El problema de la UPR es su administración central, presidencia, que consume todos los poderes”, aseguró la profesora de la UPR en Arecibo, al tiempo que manifestó su endoso a los acuerdos estudiantiles, alcanzados durante la huelga.
Del mismo modo, Quiñones reconoció la importancia de todos los programas académicos y planteó la defensa de los docentes sin plaza de la institución. Además, aprovechó para destacar que es necesario enlazar el proyecto universitario y las comunidades. A su modo de ver hay una necesidad muy grande de fomentar una economía solidaria para generar capital que contribuya al País. Y en ese sentido, dijo también que hace falta sindicalizar a los docentes e impulsar la auditoría de la deuda.
“Para combatir la corrupción que hay en la UPR hace falta una persona cuyo jefe sea la comunidad universitaria”, sentenció.
Reaccionan los estudiantes
Parte de los estudiantes que dijeron presente en el foro aprovecharon para repudiar las candidaturas de Avilés, Muñoz y Fernández. Durante la actividad hubo múltiples pancartas con mensajes alusivos a estos candidatos. Diálogo aprovechó para hablar con algunos de los universitarios humacaeños.
“Creo que además de Martha Quiñones ninguno de los otros [candidatos] muestra un interés genuino por impulsar los deseos de la comunidad universitaria. Para mí es una falta de respeto que Miguel Muñoz y Nivia Fernández estén aspirando a la presidencia nuevamente. O sea, ellos dos han demostrado que su fin es adelantar la intervención política y, peor aún, pensar la universidad como si fuera un Walmart o algo así”, comentó la estudiante de tercer año, Verónica Rodríguez.
“Es bien loco que gente que estuvo dispuesta a caerle a palos a los estudiantes se pongan a decir cosas para ganar apoyo, cuando sabemos que vienen con una agenda escondida. Esta gente no puede sentarse en una oficina de la Administración Central”, sostuvo por su parte Joseph Negrón, estudiante de segundo año.