Por los pasados doce años, cada inicio de diciembre, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) se distingue por los olores, sabores y creaciones gastronómicas que tienen como denominador la originalidad, la materia prima puertorriqueña y el talento colegial.
Esta ocasión no fue diferente durante la celebración de la duodécima edición de la Competencia estudiantil de desarrollo de productos nuevos en la que estudiantes subgraduados y graduados del Colegio de Ciencias Agrícolas (CCA) hicieron un despliegue único de su creatividad y de lo aprendido en sus cursos de Ciencia y Tecnología de Alimentos (CITA).
El tradicional reto colegial marcó el primer día de este mes y tuvo lugar en el Mezzanine del Complejo de Canchas de Tenis, Pedro “Golo” Laracuente, donde 70 alumnos se lanzaron al desafío con 18 propuestas de los cursos de Tecnología de carnes frescas; Lácteos y sus productos; Procesamiento de frutas y hortalizas; y Procesamiento de alimentos.
“El objetivo principal es que el estudiante utilice sus destrezas creativas y de innovación para desarrollar los productos. Además, el otro propósito es que trabajen en grupo y que pongan en práctica los conocimientos que adquieren en las clases que han tomado en el programa o en áreas de disciplinas similares”, explicó la doctora Leyda Ponce de León, coordinadora del Programa de Ciencia y Tecnología de Alimentos.
La también catedrática del Departamento de Ciencia Animal del CCA subrayó que en su experiencia como profesora del curso de Lácteos, por los pasados doce años, ha visto la transformación positiva que tienen sus discípulos, pues pasan por un ciclo completo, que inicia desde la teoría y conceptualización, hasta el resultado final con los requisitos aprobados para introducirse en el mercado.
“No es tan solo elaborarlo, es modificarlo y crear lo innovador. Eso hace que tengas que empezar nuevas ideas, descartar, probar si funciona y si no es lo esperado, intentar otra vez. Es un proceso que toma todo el semestre. Este año tuvimos la suerte de tener instructores bien dedicados que trabajaron fuertemente con los estudiantes. El día de hoy es la combinación de todo ese esfuerzo y es realmente emocionante ver sus creaciones, muchas de ellas son fantásticas, exquisitas y realmente se puede notar el compromiso de los competidores”, aseguró la doctora Ponce de León.
Una mantequilla de café, gomitas de frutas naturales, yogurt congelado con leche de cabra y sabor a mojito caribeño, muffin de zanahoria, espinaca, brócoli y un patty de carne de cerdo molida con un glaseado de piña, fueron solo algunas de las novedosas ofertas que mostraron los colegiales en esta edición, que se distinguió por ofertas nutritivas con empaques vistosos y alusivos a personajes de caricaturas orientadas al público infantil.
Valerie Avilés, Claudia Valle y Carolyn Castillo fueron tres de las exponentes del curso de la leche y sus productos, quienes elaboraron el Caspack, una especie de capa a base de la proteína caseína, con sabor a vainilla y canela, con la que se puede cubrir el alimento de preferencia, pretzels, frutas deshidratadas o nueces, como las almendras que seleccionaron para esta presentación.
“Esta proteína se encuentra únicamente en la leche y nuestra visión es poder proveerle al consumidor la oportunidad de ingerir sus meriendas favoritas, pero con un valor nutricional añadido, ya que está comprobado que la caseína contiene muchísimos beneficios tanto en el desarrollo y la fortaleza de los músculos, como para la salud de las encías y hasta ayuda para la pérdida de peso”, relató Valerie, quien está en su quinto año de Ciencia Animal, al tiempo que enfatizó en su versatilidad, pues no existe nada parecido en el mercado.
Otras dos propuestas de lácteos las conformaron el GuavaMoo, un queso blanco del país mezclado con casquitos de guayaba y jugo de toronja recién exprimido; y la Vaquita Tipsy, mantecado confeccionado con un flan de los licores de almendra y café.
Sylvia Noriega Luciano, en tercer año de Ciencia Animal, explicó, en nombre de su grupo, el origen del queso, cuya inspiración, con solo 80 calorías, rica en calcio, potasio, nutrientes y sin azúcar añadida, les llegó de las tradiciones boricuas.
“Este producto es innovador porque nosotros consideramos a las familias que hacen fiestas y actividades en Puerto Rico que mezclan la guayaba con el queso. Para darle un toque exótico, le añadimos la toronja rosada”, detalló.
Por su lado, Marcel Fuentes Rivera fue el portavoz de la Vaquita Tipsy, cuyo grupo estuvo conformado también por Andrea Pérez y Gabriela Silva. Según el alumno de Microbiología, su decisión fue colectiva y basada en las preferencias de sus pares.
“Tuvimos una conversación y pensamos en un mantecado que fuera bien llamativo para toda la comunidad, pero especialmente para nosotros, los jóvenes, que nos gustan los dulces, la bebida, el café; queríamos mezclar todo, entonces surgió la idea del mantecado de flan de Amaretto con un toque de Kahlúa. Su cremosidad y los ingredientes utilizados hacen que sea una experiencia exquisita para el paladar”, destacó.
Como es costumbre, la competencia contó con un jurado integrado por expertos de la industria y docentes del recinto, quienes evaluaron las creaciones y formularon preguntas a los participantes. Una de las evaluadoras que regresó este año, fue la doctora Mari Luz Zapata Ramos, catedrática del Colegio de Administración de Empresas (ADEM), cuyos estudiantes han competido en ediciones anteriores.
“Ya he probado unos cuantos productos y están todos exquisitos. Me encanta ver a los estudiantes en esto. Yo me involucro también con el emprendimiento y me gusta que se unan diferentes facultades a trabajar, que echen para adelante a Puerto Rico. Muchos están enfocados en ingredientes de la isla y eso es algo que me ha llamado la atención de todas estas propuestas”, precisó la profesora, al tiempo que enfatizó en el fuerte ecosistema empresarial que se ha desarrollado en el RUM como el UPRM E-Ship Network, y el Centro de Negocios y Desarrollo Económico (CNDE) de ADEM para apoyar a los jóvenes emprendedores en sus ideas de negocios.