Con la solemnidad que caracteriza las graduaciones, se celebró este pasado viernes la cuadragésima colación de grados de la Universidad de Puerto Rico (UPR) en Carolina, en la que más de medio millar de jaguares recibieron sus diplomas de bachillerato o grado asociado, en reconocimiento a su esfuerzo académico por los pasados años.
Al caer la noche, unos 536 estudiantes salían del teatro de la UPR, Recinto de Río Piedras, junto a sus seres queridos, con la satisfacción de haber logrado lo que se propusieron, y con la firme convicción de que, pase lo que pase, cuentan con más herramientas para luchar en el complicado contexto en que les tocó vivir, que con las que entraron a la institución carolinense.
Al igual que en las graduaciones de las otras unidades del sistema UPR durante la última semana, la actividad comenzó con un momento de silencio en honor a las víctimas -y sus familiares- de la masacre ocurrida el pasado domingo en la discoteca Pulse en Orlando.
En su discurso, el rector Moisés Orengo Avilés, animó a todos sus ahora graduados a perseguir aquellas pasiones que, desde una perspectiva racional, sean “posibles”.
“En estos días escucharán muchas exhortaciones a soñar lo imposible, a hacer lo imposible. Hoy les presento otro ángulo, una nueva propuesta. Les propongo el sueño posible, el sueño práctico. Para dar con ese sueño posible hay que encontrar primero nuestra verdadera pasión. Hay fórmulas que nos guían a identificar nuestra verdadera pasión; y por consecuencia dar con nuestro sueño posible. No son fórmulas matemáticas…aunque esas también ayudan”, admitió el doctor en física.
Orengo Avilés utilizó su propia persona como ejemplo de lo que es seguir dicho “sueño posible”.
“Pensaba ser doctor en medicina. Pronto me di cuenta que no podía ni mirar cuando me sacaban sangre o cuando una vez me suturaron una herida. Así que lo descarté”, relató el rector, antes de proceder a describir como al descubrir su interés en las matemáticas y las ciencias optó por dedicarse al campo de la física. “El mejor error de mi vida”, añadió Orengo Avilés, quién aprovechó su turno al podio para mencionar a sobre 30 jaguares graduandos que se destacaron de diversas maneras durante su trayectoria en la UPR Carolina.
Por su parte, el presidente del Consejo General de Estudiantes de la institución, Miguel Rodríguez Feliciano, subrayó la importancia del logro obtenido por sus colegas, así como el esfuerzo que conllevó.
“Hoy celebramos con gran orgullo la graduación de 536 jaguares. Mujeres y hombres que tomaron la decisión de dar un paso más en sus vidas para crecer. No tan solo profesionalmente, sino como personas de bien que aportarán al mundo con su conocimiento y experiencias vividas durante estos pasados años”, aseguró.
El camino para llegar a la graduación, de acuerdo a Rodríguez Feliciano, “fue uno lleno de retos. Fueron días de largas horas de estudio y de poco sueño. De sacrificios que solo cada uno de ustedes puede describir”. El líder estudiantil reconoció que, dadas las circunstancias que vive Puerto Rico, es inevitable que muchos de sus compañeros tomen la decisión de dejar el país.
“Lo importante es que donde estemos llevemos a nuestra patria en el corazón. Que pongamos el nombre de Puerto Rico en alto y que con orgullo demostremos al mundo que somos graduados de la mejor institución universitaria de la isla y el Caribe”, afirmó Rodríguez Feliciano.
Premios a granel
De los 536 graduandos, 472 lo hicieron con grado de bachillerato, mientras que 64 obtuvieron su grado asociado.
En total, 136 estudiantes se graduaron con honores: diez se colgaron la estola azul reservada para los Summa Cum Laude; 50 la estola blanca que los distingue como Magna Cum Laude; y 76 la roja que los identifica como Cum Laude.
Los jaguares más destacados de la tarde-noche sin duda alguna fueron Sofía Portela Tirado, Kariana Rodríguez Rosado y Rafael Rivera Pérez, quienes no solo se llevaron la medalla al premio más alto en sus respectivas concentraciones, sino que fueron los tres graduandos reconocidos con el Gran Premio del rector.
En el caso de Portela Tirado, finalizó su bachillerato con el promedio más alto en Administración de hoteles y restaurantes; Rodríguez Rosado hizo lo propio en Psicología forense; y Rivera Pérez en el grado asociado de Tecnología en ingeniería mecánica.
Los otros ganadores de medalla para grados de bachillerato fueron Bárbara Martínez Martos (Cultura turística), Bryan Rivera Figueroa (Finanzas), Nicole Fuentes Denizac (Gerencia), Roberto Mora Rosario (Ley y sociedad), Samille Pérez Esquilín (Artes gráficas), Mirelys Agosto England (Educación tecnológica), Lauren Torres Nevárez (Educación ocupacional), Keishla Zayas Roldán (Tecnología de la publicidad comercial) y Lizbeth Rivera Iglesias (Sistemas de oficina).
En cuanto a los grados asociados, se colgaron medallas Suzzette Reverón Rodríguez (Ingeniería de instrumentación y sistemas de control), Juan C. Ramos Torres (Diseño de interiores) y Joshualeb Lugo del Valle (Tecnología automotriz).
Una vez culminaron las premiaciones y el presidente de la UPR, Uroyoán Walker Ramos, hubiera oficializado la obtención del grado de los 536 estudiantes reconocidos, se procedió a llamar a todos y cada uno de los graduandos para que subiera al escenario a recoger su diploma.
Y así, poco después de las 6:40 de la tarde, y con el himno de la UPR Carolina de fondo entonado por el coro de la institución, finalizaba la ceremonia de poco más de dos horas de duración, y comenzaba una nueva fase en la vida de más de 500 estudiantes que, si bien tomarán distintos rumbos, seguirán siendo jaguares…¡Siempre!