Cerca de 300 personas han sido asesinadas en lo que representa la segunda semana de conflictos en Libia. Las fuerzas leales al liderato de Muammar Gaddafi batallan una sangrienta operación para mantener al mandatario en el poder; mientras aviones de guerra fueron utilizados para bombardear a manifestantes apostados en Trípoli, capital libia.
Entre tanto, testigos explicaron al periódico digital Al Jazeera que, “los aviones de combate bombardearon partes de la ciudad en nuevos ataques ayer en la noche”. Los ataques se centraron en los depósitos de municiones y centros de control de la capital.
“Helicópteros de combate también fueron utilizados –dijeron- al fuego en las calles para asustar a los manifestantes que se encontraban situados más lejos de Trípoli”.
Por su parte, Navi Pillay, Alto Comisionado para los derechos humanos, advirtió que los ataques generalizados contra la población civil "constituyen crímenes contra la humanidad", por lo que pidió una investigación internacional acerca de posibles violaciones de los derechos humanos.
Asimismo, otros testigos manifestaron que "mercenarios" estaban disparando contra civiles en la ciudad, mientras las fuerzas pro-Gadafi amenazaron a la gente a “no abandonar sus hogares a través de altavoces instalados en los coches”.
Por ejemplo, residentes del barrio Tajura, al este de Trípoli, indicaron que los cadáveres “de los conflictos previos aún están tirados en las calles”. Al menos 61 personas murieron en la capital el lunes, según cálculos ofrecidos por Al Jazeeera.
Sin discrimen los bombardeos
Las protestas en el país africano, rico en petróleo, que Gadafi ha gobernado durante 41 años, comenzaron el 14 de febrero de 2011. Sin embargo, con el pasar de los días el conflicto cobró impulso luego de que se llevara a cabo el denominado “Día de la ira” el 17 de febrero, en represión del gobierno actual.
Los manifestantes tomaron el control de varias ciudades importantes de Libia, incluyendo la ciudad de Bengasi que ha sido donde se han desatado los enfrentamientos más sangrientos entre manifestantes y fuerzas del gobierno.
A pesar de que, ha habido una fuerte campaña gubernamental contra las protestas, los manifestantes llevaron a cabo una marcha de carácter significante ayer, lo que desató ataques indiscriminados por aviones de combate y fuerzas de seguridad utilizando munición real.
"Lo que estamos presenciando hoy es inimaginable. Aviones de combate y helicópteros de ataque son indiscriminadamente un área tras otra. Hay muchos, muchos muertos", explicó Adel Mohamed Saleh en una transmisión en vivo por Al Jazeeera.
"Cualquier persona que se mueve, incluso si están en su coche, los golpean", añadió.
"Genocidio"
Saif al-Islam Gadafi, hijo del líder libio, y ampliamente visto como su heredero político, explicó a través de una emisora local “que las fuerzas armadas había "bombardeados depósitos de armas situados lejos de zonas pobladas" y no en Trípoli y Bengasi como se ha mencionado.
Sin embargo, mientras el gobierno alude a que en Libia se está luchando contra "las guaridas de los terroristas"; previamente Ibrahim Dabbashi, el embajador adjunto de Libia, reveló ante las Naciones Unidas que Gadafi había iniciado un "genocidio contra el pueblo libio".
Precisamente, durante las protestas de ayer se escucharon disparos alrededor de toda la capital y ataques a edificios gubernamentales, incluyendo las oficinas de la emisora estatal.
Aún más, testigos dijeron a la agencia de noticias AFP que hubo una "masacre" en el distrito de Tajura, con hombres armados que dispararon "indiscriminadamente".
Mientras que, en el distrito de Fashlum, se vio aterrizar helicópteros y desembarcar lo que testigos describieron como "mercenarios", y atacar a los civiles.
Mohammed Abdul Malek, un activista de la oposición con sede en Londres que ha estado en contacto con los residentes, dijo que francotiradores han tomado posiciones en los techos en un aparente intento por impedir que la gente se una a las protestas.
Grave situación en Bengasi
Bengasi, la segunda ciudad de Libia, que había sido el punto focal de la violencia en los últimos días, ha sido tomada por los manifestantes contra el gobierno, después que las unidades militares desertaron de sus puestos y se unieron a los manifestantes.
Medicos de la zona indicaron que se están quedando sin suministros médicos para atender a los heridos.
Precisamente, el Dr. Ahmed, en el principal hospital de la ciudad, explicó a Al Jazeera que además de los medicamente, estaba empezando a escasear la sangre.
Indicó que, la violencia en Bengasi había dejado "cuerpos que se dividen en tres y cuatro partes, y en otras instancias sólo se encontraron piernas y manos".
Si bien no se han reportado víctimas en la ciudad en horas de la mañana de hoy, se estima que el número de personas muertas en Bengasi en los últimos cinco días ronda los 300.