“¿Antonia murió durante una huelga estudiantil?”
Con esa pregunta inició hoy el foro informativo ‘Reclamos y logros de movimiento estudiantil’, a cargo del profesor de ciencias políticas del Recinto de Río Piedras de la Universidad de Puerto Rico (UPRRP), José Laguarta Ramírez.
El conversatorio formó parte de las jornadas educativas desarrolladas como parte de la huelga universitaria que se lleva a cabo en el recinto riopedrense y en otras ocho unidades del primer centro docente del País, en repudio al recorte de $450 millones del presupuesto universitario sugerido por la Junta de Control Fiscal y abrazado por el gobernador Ricardo Rosselló Nevares.
Laguarta Ramírez explicó que para el 4 de marzo de 1970 no había huelga decretada en la UPRRP. Más bien, la muerte de Antonia Martínez Lagares —oriunda de Arecibo y quien cursaba estudios en pedagogía— se dio en un momento histórico para la unidad, pues el recinto riopedrense atravesaba el periodo más largo sin huelgas estudiantiles. Ese ciclo duró 25 años, desde el 1948 hasta el 1973. Durante esa etapa, no obstante, sí hubo marchas y protestas.
Y es que “no todo conflicto, confrontación, incidente de violencia o protesta es huelga”, puntualizó el profesor.
Para entender lo que es una huelga, primero hay que establecer la diferencia entre estrategia y táctica. Según el conferenciante, “la estrategia es más general, la táctica es más específica. En la antigua Grecia, el estratego era el general que se dedicaba a hacer los planes de guerras. Las tácticas son las acciones más específicas que van enmarcadas dentro de esos planes estratégicos”. A las tácticas también se les conoce como modulares. El que sea ‘modular’ permite que la acción realizada en un lugar específico se replique en otro distinto.
Laguarta Ramírez explicó que la huelga es un tipo de táctica que comenzó en Europa durante el siglo XIX con los movimientos obreros. Esa lucha de los trabajadores “es una forma táctica que hace uso de la posición estructural de los trabajadores en el proceso de producción de aquel momento, y del poder estructural que tienen, porque si el obrero no trabaja, el patrono no tiene ganancias”.
Ese mecanismo de presión fue copiado por personas fuera del campo laboral y adaptado a sus necesidades. Es de ahí que surgen las huelgas estudiantiles.
Según el experto, las huelgas universitarias son tácticas “que tienen unos reclamos específicamente estudiantiles y que en ese sentido no se basan en un poder estructural porque, aunque podemos teorizar sobre el tipo de trabajo que se realiza en las universidades, no se trata de una relación directa de explotación y ganancia como en el mundo del trabajo”.
El ponente destacó que, en ocasiones, las huelgas son políticas, pues aparte de un disgusto económico también existe una relación de poder. De ahí nace la huelga general. Este mecanismo de alcance nacional une a todos los trabajadores del país, quienes detienen sus labores simultáneamente y hacen reclamos directamente al gobierno, en vez de a sus patronos.
Las huelgas universitarias —como mecanismos que buscan detener la normalidad de una institución— se basan en reclamos estudiantiles, pero también pueden llevar demandas a nivel nacional. “Si miramos la historia de las huelgas estudiantiles de la UPR, nos damos cuenta que de la mano de esos reclamos estudiantiles hay reclamos de alcance nacional,” señaló Laguarta Ramírez.
La huelga en el recinto riopedrense, que ayer cumplió su duodécimo día de paralización, tiene como reclamos unas condiciones que trascienden la Academia y están dirigidas explícitamente al Gobierno. Entre las demandas que hace el movimiento estudiantil están: la necesidad de una auditoría a la deuda pública y cero recortes al presupuesto universitario que abarca once campus a través de la Isla.
“Esto que se está haciendo ahora mismo es histórico y sin precedente, en tanto es la primera huelga estudiantil de la UPR donde todos los reclamos son de alcance nacional. Son reclamos que van más allá y que se podría argumentar que la administración universitaria como tal no tiene forma de resolverlo. Es un reclamo directo al Estado”, enfatizó el conferenciante.
Logros mixtos del movimiento estudiantil
Para Laguarta Ramírez, al estudiar la historia del movimiento estudiantil se pueden observar reclamos que sí se lograron y otros que no se pudieron concretizar. A pesar de los aciertos y desaciertos, el profesor del recinto riopedrense destacó que “es importante mirar la trayectoria en su totalidad y ver cómo los diferentes procesos de lucha, de una forma u otra, contribuyen a que hayan procesos de lucha en el futuro”.
La huelga estudiantil del 1981, la primera con reclamos antineoliberales, obtuvo resultados mixtos. Aunque no se pudo conseguir la demanda principal —rechazar un aumento de la matrícula de manera uniforme— para el profesor, sí se logró concretizar la política de no confrontación junto con la llegada de fondos legislativos para la Institución.
Destacó que, si bien es importante obtener una victoria en los reclamos, pues marcan precedentes y sientan las bases para el futuro, sostuvo que también es importante que las derrotas contribuyan a mejorar cualquier movimiento de lucha. Laguarta Ramírez mencionó que a pesar de los reclamos que no se obtengan, las huelgas siempre permiten un logro subjetivo. Según el profesor, esas victorias son las transformaciones que atraviesan las personas que están inmersas en los procesos y actividades de las huelgas.