“Hay hombres que luchan un día y son buenos. Hay otros que luchan un año y son mejores. Hay quienes luchan muchos años, y son muy buenos. Pero hay los que luchan toda la vida, esos son los imprescindibles”.
Bertolt Bretch
Muchos hemos escuchado la famosa frase de que “Nadie” es imprescindible, porque siempre llegará otro que será capaz de remplazar al que se fue. Sin embargo, la aplicabilidad de esta popular aseveración no es absoluta.
El pasado viernes 24 de enero, Diálogo le dijo adiós a una de sus más importantes baluartes. La compañera Noemí Núñez Díaz, quien fungiera como administradora de este proyecto de comunicación por varios años, se acogió al retiro, siendo el viernes su último día de trabajo en esta institución a la que tanto de sí supo dar. Para nosotros, Noemí es de esos pocos seres que demuestran que indudablemente sí hay personas imprescindibles.
Noe, como cariñosamente le llamamos quienes hemos sido sus amigos y compañeros de labores, ha sido el motor, la bujía principal que ha hecho posible echar andar en los últimos años la plataforma de comunicación llamada Diálogo. Con su energía, su entusiasmo, carisma, inteligencia, sabiduría, compromiso, pasión, visión, laboriosidad, amor y dedicación, esta extraordinaria mujer ha posibilitado que todos los que aquí laboramos les brindemos a ustedes un servicio informático de la más alta calidad.
Noe ha sido modelo de inspiración y superación para cada uno de nosotros. Para ella no existen las barreras ni los obstáculos. Se dañaba una computadora, ahí estaba Noe resolviéndonos; se averiaba una cámara, ahí estaba Noe buscando alternativas; la administración hacía ajustes en el presupuesto, ahí estaba Noe ideando la manera de que Diálogo no perdiera ni un solo de sus suplidores ni de sus empleados más esenciales. Había que realizar alguna carta para algún trámite, ahí estaba Noe preparándola; había que organizar las nominaciones para los certámenes de prensa, ahí estaba Noe para etiquetar cada sobre y llamar a las organizaciones de prensa para corroborar que hubiesen recibido todos nuestros documentos; había que organizar algún evento, ahí estaba Noe encargándose de la logística. Había que vender un anuncio, ahí estaba Noemí con teléfono en mano llamando a las agencias publicitarias.
A veces le decíamos en son de broma que lo único que le faltaba hacer en Diálogo era escribir, pues hasta fungió de fotógrafa para nosotros en algunos de los certámenes de prensa en los que fuimos premiados…¡y cómo se emocionaba con cada logro nuestro!
Noe, además de ser nuestra administradora, ha sido nuestra hermana, madre y amiga. Es ese tipo de personas, que a pesar de estar con veinte papeles en su escritorio, mientras atiende a la vez el timbre de la puerta y las llamadas del cuadro telefónico, también está presta para escuchar al que llega a su oficina, que para muchos de nosotros fue como un oasis de paz en esos momentos cuando el corazón se sobrecoge y las lágrimas inundan el rostro.
Hoy, Noe comienza una nueva etapa de su vida. Nos alegramos muchísimo por ella y esperamos que continúe inyectando de energía, alegría y vida cuanto espacio ilumine con su presencia.
Noe, este proyecto de comunicación al que tanto has amado siempre será tu casa. ¡Ya te extrañamos!