Con el fin de mejorar los modelos de predicción de inundaciones costeras provocadas por eventos atmosféricos como huracanes, el Recinto Universitario de Mayagüez (RUM), en colaboración con el Servicio Geológico de los Estados Unidos (USGS), así como de varias agencias, desarrolla una nueva metodología para obtener datos más precisos.
Se trata de la ubicación, en el momento previo a un fenómeno de marea ciclónica, de los instrumentos denominados HOBO, cuyo fin es medir detalladamente la elevación de la marea ciclónica y las olas.
"Los modelos que se utilizan actualmente para predecir las áreas invadidas por el mar corren muy bien en los Estados Unidos, pero en Puerto Rico, Islas Vírgenes, Hawái y Samoa Americana, entre otras, tienden a tener problemas. Eso es debido a que la plataforma insular es bien irregular por lo complicado que es el fondo marino alrededor de estas islas tropicales, ya que contienen muchos arrecifes, mangles y grandes pendientes", explicó el profesor Aurelio Mercado, catedrático de Ciencias Marinas y coordinador del Laboratorio de Física Oceanográfica.
Según añadió el científico, reconocido por su contribución significativa en los modelos de marejada ciclónica y creación de mapas de inundaciones, es muy importante contar con los datos puntuales que permitan optimizar los modelos que usa el Servicio Nacional de Meteorología de Puerto Rico (SNM).
"Un grupo del Recinto, a quienes he llamado Puerto Rico Storm Surge Chasers Group, asistirá a personal del USGS en la instalación de los instrumentos alrededor de la Isla. Una vez el Centro Nacional de Huracanes emita un aviso, entonces dos días antes los grupos salen y colocan los equipos", agregó el catedrático, quien añadió que de esta forma se lleva a cabo en algunas jurisdicciones de los Estados Unidos desde el 2005.
A juicio del meteorólogo Israel Matos, quien dirigió el SNM, entidad en la que sirvió por 30 años, es una iniciativa muy necesaria.
"En este proyecto la Agencia Estatal para el Manejo de Emergencias va estar identificando lugares donde se puedan instalar estos equipos, lugares que sean abiertos al mar, representativos del área y seguros. Anteriormente, se esperaba la llegada del ciclón y luego el USGS, con su personal, iba al campo a recopilar la información. El problema con eso es que no tenían todos los recursos. Tampoco se registraba la hora exacta de cuándo ocurría la marejada ciclónica. Con estos equipos que se instalan de antemano en el sitio, nos deja información en detalle que comparamos con los modelos y podemos obtener mejores datos", puntualizó el asesor del director de la mencionada dependencia.
El proyecto piloto es posible gracias a una subvención que otorgó la Administración Nacional Oceanográfica y Atmosférica (NOAA), al Southeastern Universities Research Association (SURA), entidad que a su vez otorgó fondos al Recinto para becar a un estudiante doctoral que trabajará en el proyecto.
Asimismo, además de las agencias mencionadas también se integran a la iniciativa: los centros Riesgos Costeros y Predicción Ambiental, ambos de NOAA, el Cuerpo de Ingenieros, el Laboratorio de Investigación Naval de los Estados Unidos, y la Universidad de Notre Dame. En el Recinto, colaboran igualmente el Sistema de Observación Oceánica Costera del Caribe (CariCOOS) y el Programa Sea Grant.
Precisamente, como paso inicial para concretar la propuesta, representantes de las agencias participantes, incluyendo FEMA, y estudiantes del RUM, recibieron esta semana un adiestramiento denominado Storm Surge Water Level Monitoring Workshop, en el que expertos del USGS les mostraron como instalar, operar y remover estos equipos.
De hecho, los instrumentos miden unas seis pulgadas y tienen un diámetro de una pulgada, aproximadamente. Una vez el plan se concrete, se espera que se instalen unos 18 equipos alrededor de toda la Isla en el momento que se emita el aviso.
"Esto nos ofrecerá la oportunidad de validar y probar diferentes modelos. Dicho sea de paso, uno de los modelos que se estará evaluando es SLOSH, que por muchos años ha utilizado el Centro Nacional de Huracanes. No tenemos las suficientes estaciones oceanográficas para medir detalladamente el nivel del mar y el oleaje cuando nos ataque un huracán", concluyó el profesor, quien espera que el nuevo sistema se ponga en vigor tan pronto se presente la primera amenaza.