Tom Cruise regresa a la pantalla grande desde hoy, y con eso una promesa de un filme entretenido y lleno de acción, algo con lo que Jack Reacher: Never Go Back cumple, pero hasta ahí los halagos.
En esta segunda entrega, la comandante Susan Turner (Cobie Smulders) es acusada de traición por espionaje y enviada a prisión, donde presuntamente será asesinada. Es entonces que el exmilitar y temido Jack Reacher (Tom Cruise) debe buscar la verdad.
La secuela sigue la línea de su predecesora al tomar prestado el mismo argumento: una persona inocente es incriminada por un delito que no cometió, acto que esconde una conspiración más grande, y le toca a Reacher resolverlo.
Ahora bien, la dinámica desarrollada en esta película dista mucho de la anterior. Es más movida en todo el sentido de la palabra, algo que puede verse en el tempo del filme en su totalidad y durante las dos horas de duración, donde los personajes están en constante movimiento de una situación a otra.
El guion también se inclina más hacia la jocosidad y fluye con más naturalidad en comparación con la primera, donde los chistes parecían forzados. No obstante, la trama base termina con una resolución simplona y decepcionante, como si los creadores del filme se hubieran rendido a mitad de libreto. Un segundo asunto entonces toma la batuta, pero simplemente no da la talla.
Igualmente, como suele ocurrir en este tipo de películas, toda mujer en este filme es abandonada por Reacher, pues su carácter de llanero solitario no le permite establecer vínculos emocionales. Todas son las damiselas en apuros, en necesidad de rescate, por aquello de continuar perpetuando el canon del macharrán en este tipo de películas.
Es interesante porque la película sí intenta problematizar el hecho de que las mujeres son tratadas de forma condescendiente por sus compañeros hombres, aun cuando estas ocupan posiciones de poder. A lo sumo, esto no cuenta para nada, ya que el personaje de Reacher siempre termina imponiéndose. Tal vez por eso es que cuando el personaje de Turner intenta dar un paso hacia al frente para cambiar esa dinámica, falla miserablemente. Entiéndase en combate mano a mano, presunciones sobre los villanos y la toma de decisiones, a pesar de ser una mujer líder en la fuerza militar por su rango.
La actuación de Cruise es excelente, dentro de lo que puede permitirse entre persecuciones automovilísticas, disparos, puños y patadas. Sin embargo, la trama de la película desperdicia la oportunidad para hacerla memorable.
Aunque por preferencia personal no me gusta comparar una película con otra, y más si se trata de secuelas, con Jack Reacher: Never Go Back resulta inevitable pensar que no cabe duda que su predecesora es mejor. Al menos la primera contenía un poco más de intriga, aunque predecible, pero trabajada con más cuidado.
A fin de cuentas sí, esta película es entretenida, pero también es más de lo mismo. Sin embargo, dudo que eso detenga su ascenso en la taquilla por el mero hecho de ser obra de Tom Cruise.