Al recibir la tarea de la clase de español para entrevistar un escritor hispanoamericano, pensé rápidamente en Juan Bosch. Tal vez parecería que lo escogí solo porque habíamos leído algunos de sus escritos en la clase, pero las cosas no siempre son lo que parecen. Sentí que esas lecturas no fueron suficientes, tenía que entrevistar a este hombre, saciar todas mis curiosidades en cuanto a su vida y sus textos. Curiosamente, un día recibí una carta bastante peculiar, pues no tenía la fecha, ni sello, ni remitente, en el sobre solo se leía: “Hay personas que creen que los hechos históricos son producidos por los grandes hombres, y resulta que es al revés; son los hechos históricos los que producen a los grandes hombres”. Rápidamente supe que la cita era del profundo escritor Juan Bosch.
No podía creer que el autor me hubiese escrito, pues pensaba que había muerto. Estudié con obsesión cada letra buscando alguna pista del porqué de esa carta extraña. Pasé días, noches, hasta que, en una esquina del papel pude ver las huellas de unas palabras que habían sido escritas y luego borradas. Busqué la lupa de mi tía abuela y apenas pude descifrar estas frases: “no puedo descansar en esta tumba, no apago mi sueño de un mundo libre; si sientes lo mismo, Matías, ven y visítame”. Sin pensarlo compré un pasaje y viajé a República Dominicana. Como si fuera guiado por él, una vez llegué a Santo Domingo, le pedí al taxista que me llevara a la Plaza Patrimonio de la Humanidad. Para mi asombro encontré al señor Bosch sentado en un banco con una amable sonrisa, como si estuviera esperándome.
Matías Coss: Buenos días, señor Bosch.
Juan Bosch: Buen día, Matías…
Matías Coss: Coss Hernández.
Juan Bosch: Veo que sabes leer palabras borrosas.
Matías Coss: Bueno, hasta tuve que utilizar una lupa de un familiar muerto… y ¿no le molesta que le grabe?
Juan Bosch: Bueno… mi voz no se encuentra en el mismo estado de antes, me acabo de levantar de un abismo.
Matías: Tomaré notas mejor. Empecemos por el principio, su nombre completo, dónde nació…
Juan Bosch: (Interrumpe) Soy y fui Juan Emilio Bosch Gaviño. Nací en La Vega, República Dominicana, el 30 de julio de 1909. Llegué a ser presidente de mi país, pero también fui encarcelado y exiliado por mis pensamientos e ideales. Soy conocido, además, como autor de más de cincuenta novelas y cuentos.
Matías Coss: Me parece fascinante su combinación de político y escritor, me provoca curiosidad, por lo que deseo entrevistarle. Redacté algunas preguntas en el avión que tomé hacia Santo Domingo. Bien, he leído unos cuantos textos suyos y todos me han causado un sentimiento bien melancólico. A la hora de escribir, ¿usted opta por presentar un texto triste?
Juan Bosch: Yo no opto por presentar textos melancólicos. Cuando voy hacer un escrito pienso en concientizar las mentes de los lectores acerca del concepto que estoy exponiendo. Al igual, trato de escribir algo que le lleve la contraria a lo establecido en mi sociedad y que demuestre cuán aterradoras son las situaciones que suceden actualmente en el mundo. Tengo un texto bien deprimente llamado “La mujer”, que demostraba la insensibilidad que permanece en el mundo a través de la historia de una madre y esposa maltratada por su marido, debido a su inconciencia sobre los derechos humanos. Sí, el cuento es terrible, pero hay algo positivo.
Matías Coss: ¿Qué podrá ser? ¿Usted no ha dicho que la mujer es abusada, qué hay de positivo?
Juan Bosch: Lo positivo del relato es que reveló el abuso inhumano que reciben las mujeres a consecuencia de la falta de sensibilidad y los prejuicios del hombre. El hombre cree que, el ser masculino, lo hace superior a lo femenino, esto es incorrecto e intolerable. Creo en un mundo en el cual todos los hombres y las mujeres se traten en igualdad de condiciones sin importar el género, sexo o color de piel.
Matías Coss: Oh, ya veo. Usted quiere presentar un texto que revele las injusticias del mundo, tal vez cause dolor, pero que al mismo tiempo demuestre lo aterrador que puede llegar a ser la sociedad en que vivimos.
Juan Bosch: A veces la verdad es dolorosa y cruel. Pero “no hay mejor arma que la verdad en las manos de los buenos”.
Matías Coss: Claro (suspiré con asombro). Ojalá pudiéramos seguir hablando de este tema todo el día, pero el tiempo es breve y tengo que pasar a la próxima pregunta. Reconozco que usted fue presidente de su país por un tiempo, pero le robaron la presidencia tras un golpe de estado que dirigió Rafael Leónidas Trujillo. Si estoy correcto, tal acción llevó a este hombre a la presidencia. ¿Le causó algún tipo de dolor perder su puesto, y perderlo frente a una persona que poco después demostró ser un bárbaro con el país entero?
Juan Bosch: Me causó mucho dolor ver mi querido pueblo bajo el mando de una persona tan déspota, engreída y ambiciosa como lo era Trujillo. Su dictadura oprimió a todos que le llevaban la contraria y no permitió la libre expresión. Leónidas Trujillo abusó del poder y de las personas, instaló monumentos de él mismo y violó a muchas jóvenes. Fue un bárbaro como bien lo describiste hace un rato. En “La mancha indeleble”, uno de mis cuentos más profundos, expreso mi sentimiento ante su temible y sangrienta dictadura.
Matías Coss: Conozco bien el cuento. Es impresionante la imagen con las cabezas decapitadas.
Juan Bosch: Con esa imagen de las cabezas me proponía simbolizar la identidad y el pensamiento crítico de los ciudadanos, pues…
Matías Coss: Disculpe por interrumpirle, no quisiera repasar otra vez todas las imágenes del cuento… esas metáforas me estuvieron perturbando durante mi primer mes de clases en la escuela.
Juan Bosch: Tranquilo, pero solo te dejo con este pensamiento: si te aterra leerlas, imagina a quienes lo vivimos. Por eso es que me entusiasma escribir, es una posible invitación a practicar la memoria histórica para no repetir lo horrores del pasado, y a la vez sirve como una catarsis.
Matías Coss: (Nos quedamos en un silencio reflexivo.) Eso me lo menciona a cada rato mi profesora. Es muy buena maestra, ojalá la pudieras conocer (decidí cambiar el rumbo de la conversación). Estoy consciente de que vivió en Puerto Rico luego de ser exiliado de su país. Como puertorriqueño, he estado bien ansioso por preguntarle, ¿cómo se sintió al vivir en Puerto Rico?
Juan Bosch: Me enamoré de la isla a tal punto que una vez dije: “si mi vida llegara a ser tan importante que se justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: “Nació en la Vega, República Dominicana el 30 de junio de 1909, y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás”.
Matías Coss: ¿O sea, nuestro gran prócer fue una gran influencia para usted?
Juan Bosch: Sí, fue una inspiración y un maestro para mis inquietudes y pensamientos patrióticos y humanistas. Fue tal mi admiración y respeto que, en Cuba, llegué a dirigir una edición sobre sus obras completas.
Matías Coss: ¡Qué maravilla señor Bosch! Tengo que buscar esa edición, debo leerla. Bueno, una cosa a la vez, por ahora, un final temporero a esta entrevista (observo que se desvanece).
Juan Bosch: Solo por un momento, una vez descanso y siento algún joven apasionado con la justicia social, reaparezco.
Matías Coss: Gracias, señor Bosch. Para finalizar, le pregunto, ¿qué le recomendaría a un joven interesado en la literatura y en el arte de escribir? Le confieso que me gustaría llegar a ser un buen escritor como usted.
Juan Bosch: El escritor debe estar consciente de los problemas que padece su sociedad, pues de alguna manera se verá reflejado en sus escritos. Es quien tiene el deber de concientizar, influenciar y transformar a las personas a través de sus palabras. Es decir, tiene el deber de provocar la reflexión profunda. Para ello tiene que ser cuidadoso en cada oración que escriba, pues marcará su perspectiva del mundo y tocará las mentes de los lectores. Yo no creo que la literatura cambia al mundo, pero sí creo que ilumina las mentes de los seres humanos, embellece y enriquece la vida. Matías, creo que puedes llegar a ser un buen escritor al igual que muchos jóvenes de tu generación, solo tendrás que respirar las palabras y exhalar tus sentimientos.
Matías Coss: Gracias por contestar mis preguntas, señor Bosch. Practicaré la respiración reflexiva y sin duda nunca olvidaré este encuentro. Hasta la muerte.
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El autor es estudiante de Octavo Grado en la Escuela Superior de la Universidad de Puerto Rico (UHS). Este trabajo se realizó como parte de un taller sobre entrevistas ficcionalizadas que ofreció el Dr. Mario Roche para el curso de español que dictó el pasado semestre la maestra Gabriela Calzada Rodríguez, bajo la supervisión de la doctora Cynthia Morales Boscio.