Felicito a los cineastas y al estudio por intentar algo diferente al filme original. Fue una decisión sabia, pues nadie puede llenar los zapatos de Robin Williams y fue mejor que no lo intentaran. Jumanji: Welcome to the Jungle es una aventura familiar cómica. No es un filme bueno en sí, ya que tiene una trama simplona y humor repetitivo, pero es buena para matar el tiempo y reír un rato.
Con una duración sorprendentemente larga –dos horas–, los primeros 25 minutos son los mejores. En ellos, se presentan los cuatro adolescentes que son transportados a un mundo exótico llamado Jumanji y se ven obligados a asumir el rol de los personajes del juego.
Ver a estos jovencitos interactuar, sufrir y lamentar sus nuevas identidades y cuerpos es lo mejor y peor de Jumanji a la vez. El grupo de jóvenes está atónito y sí, es cómico, pero el chiste se extiende a lo largo del filme, al punto que puedo decir que prácticamente todos los chistes son una repetición del “¡mira, estos adultos están actuado como adolescentes!”. Luego de una hora, es la misma broma.
Cuando los muchachos se transportan a Jumanji, la trama se deteriora y se convierte en una simple expedición de recuperar y transportar una valiosa joya a un punto en específico, y así salvar al mundo de Jumanji.
El “malvado” Van Pelt es el responsable de haber tomado la joya. Gracias a él, el mundo dentro del juego está maldito y los animales atacan a los jóvenes. Van Pelt es un villano muy simple. Su intérprete, Bobby Cannavale, parece saber que este filme no está al nivel de sus capacidades y su rango como actor. Es difícil que un buen actor quede mal en un filme, pero al ver Jumanji, sentí hasta lástima por Cannavale, un actor que ha ganado varios premios.
Los demás actores, incluyendo a The Rock, Kevin Hart y Karen Gillan, demuestran estar más interesados en sus papeles que Cannavale, pero no diría que hacen algo innovador en sus actuaciones.
La mejor actuación del filme es la de Jack Black. El actor interpreta una chica trivial obsesionada con su móvil y aplicaciones como Instagram donde puede documentar toda su vida. Black es muy gracioso interpretando esta adolescente insoportable. Hace mucho tiempo que ningún filme de Black tiene éxito. Francamente lo había descartado como un buen actor de la década pasada. Me alegró ver que aunque ya no trabaje tanto, el tiempo cómico y la habilidad de habitar los personajes absurdísimos como Nacho Libre (2006) o Dewey de School of Rock (2003) sigue allí, esperando que lo llamen para una buena película que no desperdicie sus talentos.
Durante la película, los personajes se ven obligados a adaptarse a sus nuevas identidades y logran ayudarse mutuamente mientras crecen y maduran. El cambio de los personajes sucede algo rápido y es un poco increíble, pero es Jumanji, ¿que puedo esperar?
El desarrollo de estos también sucede de una manera extraña en términos de narrativa. La trama pausa, y se abren paréntesis, en la cual los personajes se conocen y tienen momentos de intimidad. Estos momentos alentan el paso del filme, y realmente se sienten pesados.
Entre lo positivo del filme, tengo que destacar el “update” que los cineastas le hacen al juego. Ellos reconocen que los jóvenes del 2017 no usan juegos de mesa (a menos que venga un huracán y los deje sin electricidad por varios meses). Así que optan por hacer del nuevo Jumanji un juego digital.
Las aventuras y desaventuras de los chicos simulan un juego de video en el que se superan los niveles. El filme también contiene un gran número de escenas de acción. Una escena en helicóptero en particular me pareció muy bien realizada.
Las gráficas de la película también reciben una mejoría al usar animales digitales y no las marionetas del filme del 1996. Yo respeto mucho la película original, pero nadie me puede decir a mí que ese león que se le aparece a los chicos en la cocina parecía real. Estos sí.
Pienso que los cineastas pudieron empujar las referencias a los juegos de videos un poco más. De haberlas incrementado, el filme pudo tener la fanaticada de filmes como Scott Pilgrim (2010) y Wreck It Ralph (2012), ambas películas que utilizan la nostalgia y las tendencias ‘geek’ del público para apelarlo.
No creo que los niños valoren tanto a Jumanji: Welcome to the Jungle como los niños de hace 20 años valoramos la original. Si es fan de las películas de aventura, de The Rock y Kevin Hart, la disfrutarán muchísimo. Si puede apagar el cerebro y parar de buscar fallas en la continuidad y narrativa, también le diría que Jumanji es para usted. La falta de desarrollo en la trama y en el villano le ganó un GAME OVER de mi parte para esta franquicia.