Hay buenas y malas noticia cuando hablamos de Justice League. Sí, es mejor que Batman V Superman: Dawn of Justice (2016) y Suicide Squad (2016), pero tampoco se puede decir que el filme logra sobrepasar la mediocridad y presentar una historia original y memorable.
Justice League es bazofia, pero es basura disfrutable con muy buenos actores y personajes que creo que todos, aunque no sean fans de los superhéroes, pueden disfrutar.
El problema más grande de la producción claramente es la trama. La historia sigue los acontecimientos de Batman V Superman, donde los superhéroes derrotan una creación malvada de Lex Luthor y Superman pierde su vida en la batalla. Aquí, Batman y Wonderwoman unen un grupo de personas con poderes extraordinarios para derrotar un villano que busca recuperar unas cajas que lo harán un dios.
Zack Snyder, quien trabajó como escritor así como director, no redactó una historia que se salga del esperado “grupo de superhéroes disparejos que se unen para salvar la tierra”, y no importa el trabajo que hagan los demás participantes de la producción, es imposible que Justice League se destaque en un mar de películas de superhéroes.
Aparte de la historia, que parece fue escrita en cinco minutos, el personaje del villano es más problemático aun. Adivino que tomaron como dos minutos en desarrollarlo. Steppenwolf, el antagonista, parece una creación de un juego de Playstation 2 de mala calidad, y solo lo puedo comparar con las gráficas de The Mummy Returns (2001). Su historia y sus intenciones parecen ser levantados de una animación de los sábados 80s que nadie recuerda.
El trabajo torpe con el villano le resta mucho potencial a la película. Si este personaje tiene un plan tan ambicioso como destruir la tierra, ya sabemos cómo resultarán sus esfuerzos. Gracias a eso, no recuerdo haber sentido ni un minuto de tensión o suspenso en las dos horas de duración.
Snyder también fue el responsable por el engendro épico llamado Batman V Superman. Si Warner Brothers, el estudio responsable, quiere que su serie de héroes compita y sobrepase la exitosa serie de Marvel, ya sabe lo que tienen que hacer con Snyder.
Esas son las malas noticias. El daño de Snyder es irreparable, empero, hay buenas noticias.
Creo que lo mejor que hicieron los cineastas fue emplear a Joss Whedon, quien es conocido por su diálogo colorido y personajes ingeniosos, para que trabajara en el libreto. Whedon es el director de los dos filmes del universo de Marvel, y al contratarlo, es claro que Warner Brothers deseaba emular (para no decir imitar) la magia y el éxito de The Avengers.
La dinámica entre los personajes de Justice League positivamente lleva la marca de Whedon, y gran parte de la diversión del filme es ver cómo estos héroes se tratan y se maltratan.
Una de las tareas de los cineastas era presentar personajes nuevos como Aquaman (Jason Mamoa), Flash (Ezra Miller) y Cyborg (Ray Fisher) exitosamente. Lo logran, pero al darle tanto tiempo en la pantalla, los veteranos del equipo como Batman (Ben Affleck) y Wonder-Woman (Gal Gadot) tienen menos que hacer, y realmente quedan en la sombra de los personajes nuevos.
Sin duda, las estrellas del filme son Mamoa y Miller. Mamoa interpreta al Aquaman como un amargado amante del whiskey quien está reluctante a unirse al equipo. Mamoa parece el tipo de hombre que uno jamás querría que su hija conociera, y que tampoco desearías encontrarte en un callejón oscuro, pero todo eso es parte de su encanto.
Miller, por su parte, es todo lo contrario. Su personaje es un “Loser” con L mayúscula que no puede aguantar su emoción al estar incluido en el grupo. Su Flash es quizás el héroe más torpe que he visto en la pantalla, y Miller hace que cada error y cada reacción de Flash sea un momento cómico. Creo que el talento natural de Miller eleva lo que pudo ser un personaje insoportable y lo hace posiblemente la mejor parte de la producción.
Si es fan de los superhéroes y me ha maldecido por todo lo que he dicho, vaya a verla, pero creo que me dará la razón. El filme será otro más en el aturdido universo fílmico de los superhéroes. Si no es fan, puede ir a entretenerse, reírse por dos horas y rápido olvidar lo que vio en esas dos horas. Sí, es entretenimiento blando, pero el que busque escapismo divertido por dos horas, encontró qué ver este fin de semana.