Hace aproximadamente cinco años, un grupo de profesores y estudiantes de diferentes áreas de especialidad del Recinto Universitario de Mayagüez (RUM) adoptaron una antigua casita, con la intención de convertirla en una Casa EcoSolar, donde pudieran presentarles a la gente un estilo de vida diferente.
Entre edificios viejos del recinto mayagüezano, varios árboles y bajo el sol candente que se siente en el área suroeste del País, la Casa EcoSolar se eleva con colores vivos y con un pequeño huerto que le añaden vida al escenario.
Cuando comenzaron a visualizar el proyecto de restauración de la estructura, que fue construida para participar del Declathon Solar 2005 en Washington DC. (http://www.solardecathlon.gov/competition.html), las personas involucradas señalaron que Campus Verde Colegial, organización ambiental del RUM, eran los indicados para realizar el proyecto.
Proceso de construcción de una gran casa modelo
Campus Verde Colegial comenzó la restauración de la casa hace alrededor de cinco años, bajo la dirección y supervisión de la doctora Sandra Cruz Pol, catedrática de Ingeniería Eléctrica y fundadora de la organización, junto con el doctor José Colom-Ustariz, director interino de Campus Verde.
Los primeros años de restauración fueron a paso lento. Luego esta organización invitó a la científica británica Jane Goodall –quien se ha caracterizado por sus estudios con chimpancés–al Colegio. La invitación se hizo con el propósito de que fuera ella quien inaugurara la Casa EcoSolar, por lo que se esforzaron para que la vivienda estuviera lista a su visita.
El pasado mes de marzo, Goodall visitó el RUM para ofrecer la conferencia We can’t Wait for Environmental Education y posterior a su charla, se trasladó a la Casa EcoSolar donde sembró una planta de plátano como símbolo de su inauguración.
Actualmente la casa tiene sala, cocina, comedor, baño, un cuarto, espacio para lavadora y secadora y un balcón en madera. Además fue pintada con pintura ecológica hecha en Puerto Rico que no es tóxica. La pintura tiene baja cantidad de VOC
(compuestos orgánicos volátiles, sustancias químicas que a veces se convierten en gases) y casi no emite olor. Este material ayuda a evitar que se desarrollen enfermedades respiratorias. También, tiene un material antireflectivo en el techo que ayuda a mantener temperaturas óptimas en el hogar.
Además, cuenta con placas solares donadas por la compañía Máximo Solar, con una jardinería y un huerto casero donde cultivan especies, pepinillos, plátano y lechuga, entre otros productos. La iluminación de la casa se produce con bombillas LED, diseñadas y desarrolladas por los estudiantes del Colegio en la Fábrica de Ingeniería Industrial y Eléctrica del RUM.
Asimismo, cuenta con lavadora, secadora, aire acondicionado y ventanas altamente eficientes. Esto quiere decir que ayudan a reducir el consumo energético.
“Hay varios profesores que ayudaron, el doctor Erick Aponte ayudó en la parte del sistema solar; él consiguió la donación de Máximo Solar. Hubo estudiantes de las asociaciones de Campus Verde que ayudaron mucho a completar la Casa EcoSolar. Participaron en todo desde montar, pintar e instalar. Nos ayudó también gente del taller de ingeniería y planta física del RUM”, señaló Cruz Pol, quien actualmente se encuentra trabajando en la National Science Foundation en Washington DC.
¿Qué le falta?
A pesar de que fue inaugurada el pasado mes de marzo, Cruz Pol y Colom-Ustariz, esperan culminar la fase dos del proyecto para poder celebrar su apertura oficial.
Colom-Ustariz dijo a Diálogo que aún falta instalar la plomería y los sistemas de recolección de agua (quieren recoger el agua de lluvia del techo a través de unas chorreras y drones azules), instalar un sistema de acuapónico que tenga placas solares en el techo e instalar un inodoro de composta. En la habitación esperan tener el colchón y las sábanas de bambú orgánico que es un material asociado con menos químicos.
La Casa EcoSolar será utilizada para demostrarles a las personas qué cosas pueden desarrollar en sus hogares para ahorrar energía, agua y dinero, pero también para tener un estilo de vida más saludable. Por tal razón, en la residencia también ofrecerán talleres sobre cómo cocinar una comida orgánica, cómo hacer detergentes, cómo hacer lociones de belleza, entre otros temas.
La mayoría de los fondos para realizar este proyecto los brindó el RUM, mientras que otros vinieron de donaciones. Para comenzar la segunda fase del proyecto, Colom-Ustariz espera la asignación de nuevos fondos por parte de la Universidad de Puerto Rico y de otras compañías a las que ya les ha enviado propuestas.
“Ahora que tenemos la casa, las compañías están mucho más animadas y quieren participar de alguna manera. Esto va a atraer mucha gente porque está a cinco minutos del zoológico de Mayagüez”, mencionó Colom-Ustariz.
Cruz Pol resaltó que el proyecto brinda tres beneficios principales. El primer beneficio es que aporta al cuidado del planeta porque es eco amigable. El segundo, es la oportunidad de ahorrar dinero ya que al implementar nuevas medidas para obtener energía y para obtener agua, las facturas de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados (AAA) y de Energía Eléctrica (AEE) serán más bajas. En tercer lugar, destacó que ayuda a mantener la buena salud de las personas. Con la Casa EcoSolar se promueve la utilización de productos naturales y de alimentos orgánicos para una mejor salud.
Colom-Ustariz añadió un cuarto beneficio: un ahorro de energía para la universidad. Explicó que el profesor de ingeniería eléctrica Erick Aponte calculó que el Centro de Investigación del RUM se debe ahorrar entre $200 y $250 mensuales en electricidad ya que la energía obtenida de las placas solares que no se use en la Casa EcoSolar será transferida a ese edificio.
“Queremos que esto sea un modelo de vivienda sustentable donde la gente de Puerto Rico y turistas puedan venir y ver qué pueden aplicar en su hogar para ahorrar en la cuenta de luz, del agua o del médico”, puntualizó Cruz Pol.