La mejor decisión que he tomado en mi vida fue rechazar ofertas de trabajo en IBM, Intel y Yahoo para comenzar mi propia empresa. A pesar de que estas compañías ya no son las superestrellas que eran años atrás, para un joven puertorriqueño criado en el “campo”, estas representaban el triunfo máximo. Y aunque la ocupación de Estados Unidos en Puerto Rico ha traído buenas y malas, hay algo que aún no se nos ha contagiado: la cultura de emprendimiento.
Queridos estudiantes y exalumnos, por favor entiendan lo siguiente: el progreso de un país depende grandemente del éxito de sus emprendedores, y para ser emprendedor hay que tratar de crear cosas nuevas que mejoren un problema socioeconómico. No hay ningún otro requisito. Todos tenemos que intentar.
En su discurso más reciente en la Universidad de Harvard, Mark Zuckerberg dijo:
“Es con nuestra cultura de emprendimiento como creamos progreso… Una cultura de emprendimiento prospera cuando es fácil intentar muchas ideas nuevas. La primera cosa que construí no fue Facebook. También creé juegos, sistemas de chat herramientas para estudiar y MP3s. No estoy solo. J.K. Rowling fue rechazada 12 veces antes de que publicara Harry Potter…
El mayor de los éxitos viene de tener la libertad para fallar. Hay algo mal en nuestro sistema cuando yo puedo irme y hacer mil millones de dólares en diez años, pero millones de estudiantes no pueden pagar sus préstamos de estudio, ni mucho menos comenzar un negocio.
Conozco muchos emprendedores, y no sé de ninguna persona que rechazó iniciar un negocio porque no harían suficiente dinero. Pero sí conozco a muchas personas que no han perseguido sus sueños porque no tenían un amortiguador para caer si fallaban”.
¿Cuál es nuestra excusa? ¿El costo de la matrícula de la Universidad de Puerto Rico (UPR)? ¿La corrupción o ineficiencia del sistema? ¿Dónde está la cultura de crear soluciones nuevas para “sacar al país del hoyo”? ¿Cuántas veces se ha levantado la bandera de Puerto Rico para apoyar y resaltar el esfuerzo de emprendedores? ¿Dónde está la tradición de que todo estudiante de la UPR intente resolver un problema socioeconómico antes de graduarse? ¿Qué pasos hay que seguir para que un movimiento —por ejemplo: un baile, un estilo de música, una puerta pintada con la bandera– se convierta en ícono cultural?
Curiosamente, muchos piensan que no pueden darse el lujo de “no trabajar” e intentar lanzar una compañía, o que no poseen la capacidad. Pero repito, solo hay que intentar. De hecho, es poco común ser exitoso la primera vez. Hay muchas estrategias para reducir riesgos relacionados con los negocios que pueden ser utilizadas por cualquier individuo para intentar dar rienda a una idea de emprendimiento. Entre estas, se encuentran: negocios que requieren poco o ningún capital, el uso de pruebas pilotos, negocios operados a tiempo parcial o en el fin de semana, y un estilo de vida de bajo costo.
La situación es mejor aún para aquellos individuos en carreras de alta demanda, como ingeniería o medicina. En mis diez años en la industria no he conocido a un solo ingeniero de computadoras o doctor desempleado. ¿Para qué entonces desperdiciar los días más energéticos de nuestras vidas generando dinero para otros cuando podemos hacer lo mismo para nosotros y el país? Como decía mi madre: “Hay tiempo para todo en esta vida”. La diferencia es que mi madre se refería a relaciones románticas. ¡Qué cómico!
Pero mi madre tenía razón. Tomando su consejo y aplicándolo a mi carrera profesional me pregunté: ¿por qué la prisa para entrar en la rutina eterna de trabajar “de nueve a cinco” por el resto de mi vida? De veras, ¿cuál es la prisa?
A pesar de que mi compañía no tuvo el éxito que yo esperaba, el cambio de actitud acerca del mundo fue muy valioso. Las experiencias que he tenido desde entonces me han hecho un mejor profesional y ciudadano.
Por esta razón creo que es importante añadir “emprendedores” al resto de los adjetivos que definen a los puertorriqueños. El puertorriqueño debe ser culturalmente reconocido por preferir intentar ideas de negocio toda su vida en vez de trabajar de 9:00 a.m. a 5:00 p.m. toda su vida.
Los invito a conocer en persona a emprendedores como Ramphis Castro, el doctor Ubaldo Córdova, la doctora Mari-Luz Zapata, la doctora Nayda Santiago y el doctor Agustín Rullán. Todos estos exalumnos de la UPR han impulsado una cultura de emprendimiento que ha inspirado a cientos de puertorriqueños como yo. Les prometo que cambiará sus vidas.
¡Despierta boricua, es hora de crear!
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El autor es exalumno del Recinto Universitario de Mayagüez de la UPR y empresario.