Se espera que los gobiernos de izquierda tengan un gasto social más alto que los gobiernos de centro y los de derecha en áreas como la educación, vivienda, salud y seguro social. Pero, ¿reflejan los datos un gasto mayor que sustente estos supuestos y expectativas?
Partiendo de este cuestionamiento, recientemente Héctor M. Martínez Ramírez, profesor de ciencia política en la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), realizó una investigación cuantitativa para explorar la relación entre el gasto social y la ideología política de los gobiernos de turno en varios países de América Latina.
Para efectos de esta investigación titulada: “Orientación ideológica, indicadores sociales y gasto social en América Latina”, los gobiernos se clasificaron en dos categorías: “orientados a la izquierda” (“left oriented”) o “no orientados a la izquierda” (“non-left oriented”).
Los datos de los indicadores económicos que utilizó fueron obtenidos de la Comisión Económica para América Latina y El Caribe (CEPAL) y del Banco Mundial.
En la etapa exploratoria, Martínez Ramírez, quien es experto en política de América Latina, hizo un estudio de casos del tercer año de administración gubernamental desde el 1991 hasta el 2011 en los países: Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Costa Rica, Uruguay, Perú, Panamá, Venezuela, Ecuador, Chile, Brasil, Bolivia, Paraguay y Argentina.
El profesor destacó que, pese a que ya pasaron cinco años, la información es bien pertinente “porque estamos hablando del periodo neoliberal en la economía política de América Latina, el inicio y la consolidación de los gobiernos… orientados a la izquierda”.
Además, al final de los años que cobija el estudio, algunas de las economías de los países con gobiernos orientados a la izquierda comenzaron a manifestar indicadores de decrecimiento que se han ido acentuando durante los últimos años.
Los hallazgos de la etapa exploratoria mostraron que, en promedio, los gobiernos con orientación a la izquierda (“left oriented”) gastaron más en educación, salud, seguro social y el gasto social total. Sin embargo, no hubo un resultado significativo en cuanto a vivienda, es decir, que la ideología política no explica la variación en el gasto de este particular.
No obstante, de los 14 países estudiados, Uruguay fue la excepción. En este país, tanto los gobiernos de izquierda como los gobiernos de derecha tienen un gasto social alto, por lo que no hubo variación. Según el profesor se debe a que “Uruguay se ha caracterizado en América Latina desde principios de siglo XX por su estado benefactor”.
Martínez Ramírez, quien también es exdirector del Departamento de Ciencia Política, explicó que inicialmente eligió el tercer año de administración gubernamental porque “asumimos que para el tercer año de mandato ya se hayan implantado las propuestas de política pública”. Esto con el fin de atenuar las diferencias en los ciclos electorales que hay entre los distintos países.
Una vez que se confirmó que la viabilidad del análisis estadístico, realizó una segunda etapa de la investigación. En esta etapa, añadieron los países: República Dominicana, México, Honduras y Colombia a la lista de los 14 que fueron estudiados previamente. Además, a diferencia de la primera etapa, decidieron explorar la relación de todos los años, entre el 1990 y el 2011, y se controló por variables económicas. Nuevamente obtuvieron unos resultados similares a los antes descritos.
Sin embargo, Martínez Ramírez concluyó que, aunque hay relación entre la ideología política y el gasto social, en general, la variación parece estar condicionada al estado de la economía y no tanto a la ideología.
Las diversidades ideológicas del gobierno de izquierda
Por otra parte, el primer problema con que se topó, según el profesor, fue denominar los gobiernos para clasificarlos. Luego de la revisión de literatura, optó por hacer categorías dicótomas: “orientados a la izquierda” (“left oriented”) o “no orientados a la izquierda” (“non-left oriented”).
La política de América Latina, explicó, se caracteriza porque hay distintas clasificaciones dentro de los gobiernos de izquierda. Debido a esto hubo dificultad en clasificar los partidos “porque las diferencias ideológicas pueden ser bien sutiles y hay literatura que hasta cuestiona si lo que llaman ideología tiene un efecto”, dijo Martínez Ramírez.
Durante el proceso de clasificación tomó en cuenta la información obtenida de la prensa, cómo se definieron los gobiernos durante la campaña electoral y las políticas públicas que implementaron.
Aunque el calendario electora, en términos de elecciones parciales y legislativas, es muy variado, para efectos de este trabajo, el investigador partió que tanto la implantación de políticas públicas como el gasto social es un fenómeno preminentemente presidencial. Ya que, según el profesor, la figura más importante en la política en América Latina es el presidente. “Para donde el jefe del partido o el líder del gobierno diga, por ahí se dirige generalmente la política pública”, expresó.
En esta investigación también participó la profesora Mayra Vélez Serrano, que colaboró con el análisis cuantitativo, la exalumna de la UPRRP, Daniela Canabal, quien proveyó los datos numéricos y Emmanuel Vélez, estudiante asistente, se encargó de recopilar la información de los partidos políticos.
Actualmente, culminada la etapa cuantitativa, Martínez Ramírez quiere adentrarse en el estudio cualitativo de las políticas públicas de los distintos gobiernos en los países bajo estudio.