El surgimiento del arte del cómic se puede remontar a los tiempos de los antiguos egipcios y sus papiros. A través de los siglos, son muchas las transformaciones que ha experimentado este medio visual que combina prosa e imagen. A pesar de sus múltiples tipos de manifestación, desde tirillas en los periódicos hasta novelas gráficas, lo cierto es que su fama ha transitado por altas y bajas, especialmente durante la segunda mitad del siglo XIX.
En Puerto Rico, ilustradores como Luis Jefté, autor del cómic Yo, Comodín, así como Rosaura Rodríguez y Omar Banuchi, autores del cómic titulado Días, por mencionar algunos, le dan vida a este arte, cuyo apogeo vuelve a crecer con el transcurso del siglo XXI. A este grupo de artistas puertorriqueños que desarrollan y fomentan el cómic, se une María Lucía Varona, quien se adentra en el campo presentando una nueva propuesta de cómics utilizando la técnica del bordado. Tras varios meses de preparación, la novel artista de 20 años, expuso el 15 de mayo su primera colección de obras bordadas titulada El Principio.
“Estoy presentando una serie de episodios en una ventana con distintos personajes, utilizando la temática de los pequeños momentos y la complejidad detrás de lo simple”, explicó Varona.
En las ilustraciones bordadas, los personajes se convierten en símbolos de los que nacen otros personajes, que representan en un segundo plano la otredad dentro de sí mismo, los deseos más intrínsecos dentro del ser humano.
“Funciona como una persona dentro de otra, su personaje interior que puede ser distinto a lo que muestra en el exterior, puede ser de otro color”, expresó la novel artista.
A mediados del siglo XX, el sicoanalista Jacques Lacan continúo las ideas de Sigmund Freud y desarrolló la teoría del sujeto estructural del lenguaje. En ella, Lacan argumenta sobre la imagen yoica, el “yo ideal” que proviene del orden imaginario y el “ideal del yo” que pertenece al orden simbólico. En la segunda etapa, el sujeto se reconoce a sí mismo en otro estructural, que funciona como la ley que reprime los deseos primigenios, según explica el catedrático Luis Felipe Díaz, en su libro Modernidad, postmodernidad y tecnocultura actual.
Los personajes de Varona se presentan detrás de una ventana, lo que alude a lo escondido pero que al mismo tiempo se deja entre ver. Supone una realidad dentro de otra representada por colores. “El personaje verde sale de adentro de la personaje roja, funciona como un espejo”, indicó Varona.
En su obra maestra, por otro lado, la artista creó personajes alejados del género hombre o mujer y de los estereotipos establecidos. Un personaje con una gran cabellera azul representa la ruptura entre lo socialmente establecido y la construcción de un ser sin etiquetas, resaltando una libertad e igualdad entre los seres humanos y la convivencia dentro de un espacio común.
Varona comenzó a bordar a los 10 años de edad, siendo su abuela su gran maestra. “Comencé haciéndolo como una muestra de regalo a las personas, me terminó gustando más de lo que pensaba”, relató la joven. Utilizando la técnica del cross-stitching o punto de cruz, Varona corta los hilos del tejido sobre el que se está trabajando y realiza dibujos o diseños concretos mediante puntadas diagonales, una encima de otra, formando una cruz.
La colección El Principio se presentará hasta el viernes, 23 de mayo, en Mondo Bizarro, ubicado en la Avenida Juan Ponce De León, a la altura de la entrada al Paseo de Diego en Río Piedras.