La comunicación efectiva entre padres e hijos es vital para la convivencia familiar. Es fundamental para que los hijos se conviertan en adolescentes seguros de sí mismos que puedan desarrollar valores, metas y habilidades que promuevan una salud integral.
El tema de la sexualidad entre padres e hijos adolescentes es uno que puede producir sentimientos de vergüenza e incomodidad. Sin embargo, reconocer estos sentimientos puede ayudar a tratar el tema con apertura, con un lenguaje claro y sencillo. La sexualidad es parte de nosotros y debe abordarse de forma natural y desde etapas tempranas. El momento adecuado para tratar el tema de la sexualidad es cuando estamos educando a nuestros hijos a reconocer las partes del cuerpo con los nombres correctos.
En ese proceso de enseñanza podemos colaborar en la construcción de valores sobre el auto respeto, la auto valía, la seguridad, la auto confianza y una perspectiva adecuada y saludable sobre la sexualidad. Una vez damos ese primer paso con una actitud positiva, provocaremos un ambiente de seguridad y confianza necesaria para tratar el tema con nuestros hijos adolescentes. Esta apertura permitirá compartir nuestros valores, promoviendo un canal de comunicación efectiva. Es importante tratar el tema de forma apropiada, sin lacerar la confianza de nuestros hijos adolescentes.
No obstante, existen ciertas barreras que podrían impedir la comunicación sobre sexualidad tanto en los padres como en los hijos. Algunas se encuentran expresadas en frases como:
- “El tema provoca vergüenza”
- “No tengo confianza”
- “No sé cómo iniciar el tema”
- “No tengo tiempo”
- “Que aprenda del tema en la escuela”
- “No tiene la edad para entender el tema”
- “Puedo despertar curiosidad”
- “Nunca me escucha”
Las barreras en la comunicación pueden producir mensajes erróneos sobre un tema que nos acompaña toda la vida.
Un estudio realizado por Karen A. Hacker junto a otros investigadores, establece el impacto de la educación sexual impartida por los padres. En Listening to youth: teen perspectives on pregnancy prevention (2000), estos autores indican que los adolescentes que obtienen más información por medio de sus padres previenen los embarazos y son más propensos a usar la abstinencia y anticonceptivos como método de prevención.
El sicólogo social estadounidense Daniels J. Whitaker también condujo otra investigación que revela los beneficios de la buena comunicación entre padres e hijos sobre estos temas. En Teenage Partners Communication About Sexual Risk and Condom Use: The Importance of Parent- Teenager Discussions (1999) este experto comprobó que los adolescentes que han tenido conversaciones previas sobre la sexualidad con sus padres tuvieron siete veces más probabilidad de sentirse capaces de comunicarse con una pareja que aquellos que no habían tenido tales conversaciones con sus padres.
Estos estudios demuestran la importancia de buscar orientarnos sobre el tema de la sexualidad y poderles transmitir esa información a nuestros hijos a fin de poder ayudarles a tomar decisiones informadas para que eventualmente puedan establecer relaciones saludables.
Los adolescentes necesitan hablar sobre sus pensamientos, sentimientos y deseos, así como establecer relaciones entre sus puntos de vista y la de sus padres. La educación a nuestros hijos bajo un marco de apertura, confianza y respeto mutuo fortalecerá los lazos familiares.
Es necesario reconocer que nuestros hijos nos perciben como la fuente primaria de la educación apropiada, saludable e integral sobre el tema de la sexualidad.
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La autora es Educadora en Salud en Adiestramiento de la Escuela de Salud Pública del Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico