Creador de cientos de palabras y considerado el mejor autor en el idioma inglés, el legado de William Shakespeare ha dejado varios misterios, como la manera exacta de escribir su nombre y cuándo exactamente murió, pero también innumerables seguidores que han encontrado en el autor la inspiración necesaria para crear.
Shakespeare, también conocido como “El Bardo de Avon”, dejó un legado inmenso, con sobre 154 sonetos y más de un veintenar de obras tragicómicas y dramáticas, ahora considerados clásicos de la literatura. Luego de 400 años de su muerte, sus textos permanecen vivos en estudiantes, profesores y dramaturgos, especialmente a la hora de educar a otros.
A modo de homenaje, el Teatro Rodante de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras (UPRRP), estrenó Trabajos de Amor Perdidos, una de las primeras comedias de Shakespeare. La obra fue dirigida por el profesor y dramaturgo Dean Zayas.
“La gente tiene que conocer a Shakespeare como tiene que conocer al teatro clásico, de los griegos, de cualquier momento de la historia, de los españoles, y que son obras que son clásicos por eso mismo porque no importa cuántos años hayan pasado siempre tienen algo que decirle al público”, afirmó Zayas en el comunicado de prensa de la obra.
La pieza, presentada en marzo, contó con un elenco de 22 estudiantes. Entre ellos Michelle Cortés, en el papel de María.
En el caso de Cortés, relató que su primer encuentro con Shakespeare fue uno difícil, pues se dio en escuela superior y no entendía el lenguaje del todo. Sin embargo, esa precisamente es la razón por la cual lo admira ahora que se desenvuelve como actriz.
“Trabajos de amor perdidos, por ejemplo, me llevó a tener que analizar un vocabulario que no conocía, pero ahora sí y puedo utilizarlo en futuros textos. Esta obra me ayudó a crecer como actriz también en el sentido de poder llevar el mensaje de Shakespeare, pero no en su lenguaje. Trabajar Shakespeare para mí fue una experiencia de aprendizaje sobre todo”, explicó.
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Cortés en una escena de Trabajos de amor perdidos. (Suministrada)
Igualmente, el Departamento de Drama de la UPRRP también se apresta a presentar la próxima semana la obra Ofel, inspirada en La tragedia de Hamlet, Príncipe de Dinamarca, conocida de forma resumida como Hamlet, y de la tinta de la dramaturga Sylvia Bofill.
“Es tan vigente Shakespeare. O sea, obras muy poéticas, pero a la vez siempre responden a esta buena mezcla entre humor, pero a la vez es muy densa”, aseguró la también profesora. “Yo aprendí a enamorarme de su lenguaje”, añadió.
Bofill puntualizó que esta sería la primera vez que trabaja con una obra de Shakespeare, aunque lo incluye frecuentemente en sus cursos. Su encuentro inicial con la literatura del autor fue en escuela superior, gracias a una maestra que adoraba el trabajo shakespeareano. Después, en escuela graduada, leyó las demás obras.
“Ella básicamente era amante de Shakespeare. Me dijo una cosa tan bella que yo la comparto con mis estudiantes cuando lo enseño: ‘si ustedes quieren entender a Shakespeare, ustedes tienen que leerlo en voz alta’”, recordó.
Para la profesora, “El Bardo”, como ella, viven en el teatro, pues se desempeñan en múltiples roles simultáneamente dentro de una producción.
“Shakespeare era un hombre del teatro, él escribía teatro, actuaba y editaba. Yo me relaciono con eso porque yo siento que yo escribo, dirijo, o sea, no veo el texto como algo literal. El texto se escribe para ser representado”, explicó Bofill.
Ofel, pieza inspirada en Hamlet
Como parte de las celebraciones, el 26 de abril estrenará Ofel, dirigida por Bofill.
“La obra se convirtió en otra cosa porque en Hamlet, por ejemplo, se muere el padre y aquí es la madre. Es una obra muy matriarcal”, expresó la profesora.
Añadió que su trabajo quería presentar el matriarcado y otros aspectos de la realidad puertorriqueña, además del diálogo filosófico que tienen los personajes con ellos mismos y sus planteamientos existenciales. Por eso, recalcó, no es necesario haber visto o leído la obra de Shakespeare para entender esta.
Ofel se desarrolla en una opulenta boda en un país asediado por la crisis y a punto de desmoronarse. El novio es el padre de Hanna, quien está a punto de casarse con la prima de su hija, quien tiene la misma edad de ella. En medio de todo, Hanna y Ofel deben encontrar algún sentido de la vida: la primera, agobiada por el recién fallecimiento de su madre y, el segundo, aferrándose a un tenue idealismo que se debilita ante el peso de un mundo listo para derrumbarse.
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Sylvia Bofill, profesora de la UPRRP. (Ricardo Alcaraz/ Diálogo)
Según la dramaturga, Hamlet es una obra metateatral, pues es una reflexión del teatro mismo, que discute temas referentes a la debacle y la catástrofe de una sociedad, algo que quiso retomar en su propio trabajo.
“Yo pienso que Hamlet es muy vigente a lo que está pasando ahora”, afirmó Bofill, antes de mencionar que “hay un cambio de poder, pero pareciera que todo se está pudriendo, que todo se está cayendo y pienso que nosotros podemos identificarnos muy bien con eso, donde sentimos que de repente estamos en un desasosiego”.
La obra surge como parte del curso Taller de Teatro Experimental, impartido por Bofill en la Facultad de Humanidades del recinto riopedrense, del cual participan sobre 25 estudiantes con diversos enfoques educativos. El taller se lleva a cabo a través de todo un año académico, por eso el primer semestre se dedicaron a conocerse y estudiar obras de teatreros puertorriqueños contemporáneos, como Pepe Álvarez, Aravind Adyanthaya, Nelson Rivera y Teresa Hernández.
Luego de escribir la obra en octubre, la profesora compartió los borradores de Ofel con los estudiantes. Entonces, en diciembre, comenzaron a ensayar la obra.
“Esto es una pieza de un elenco. Todos los personajes son importantes. No hay personajes pequeños, sino que actores pequeños, por más tiempo que tengan en pantalla, si es un buen actor, va a resaltar”, finalizó la profesora.
En términos de elenco, los estudiantes Michael Vélez y Yan Carlos Ramos compartirán el papel de Ofel, mientras que Andrea Rovira y Gabriela Saker se dividirán las funciones como Hanna. El resto del grupo lo completan: Luis Rivera, Jenessa Pereira, Jackeline Torres, Noelia Loiz, Deborah Matos, Irving Rodríguez, Luis Reyes, Nefesh Cordero y Zailyn Cuevas.
Por otra parte, el equipo técnico de la obra cuenta con la colaboración de estudiantes de diversas disciplinas y facultades matriculados en el Taller de Teatro Experimental. La escenografía estará a cargo de Nicolás Luzzi, la iluminación será de Israel Franco-Müller y el vestuario lo diseñará Miguel Vando.
Ofel subirá a escena del 26 de abril al 4 de mayo en el Teatro Julia de Burgos de la UPR, Recinto de Río Piedras, a las 8:00 p.m. y los domingos a las 4:00 p.m. El 28 de abril habrá doble función, una a las 4:00 p.m. y otra a las 8:00 p.m.